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República Checa

El viaje a Praga

La Praga Española
Ayer llevamos a 104 alumnos a Praga a ver una exposición sobre «Los desastres de la guerra» de Goya, otra sobre «El tesoro de los Incas» y una tercera titulada «Praha spanelská» («La Praga Española«). De todas ellas la que más me impresionó fue esta última, organizada por el profesor y prestigioso hispanista checo Dr. Pavel Stepánek.

El profesor Stepánek fue capaz de reunir extraordinarios materiales históricos que demuestran las fructíferas relaciones entre España y lo que hoy es la República Checa a lo largo de la Historia. Maravillosos libros antiguos  checo-españoles, pinturas antiquísimas de reyes, diplomáticos y guerreros comunes de los dos extremos de la vieja Europa, esculturas, vestimentas y manuscritos fueron un regalo para el visitante familiarizado con ambos mundos. Si tienen pensado ir a Praga no duden en acercarse a esta muestra situada al lado de la catedral de san Vito.

Pero, a decir verdad, lo mejor no fueron las exposiciones sino el ejemplar comportamiento de mis alumnos. Todavía no doy crédito a que estudiaran matemáticas durante el trayecto en el autobús, leyeran libros, dialogaran entre ellos educadamente, se rieran serenamente, usaran expresiones como «¿puedo acercarme cinco minutos a ver esto, señor profesor?» con una educación exquisita que echo de menos en España (donde algunos alumnos poseen una educación estupenda pero empiezo a detectar cierta relajación y desdén cuando se relacionan con sus mayores).

Es imposible no sentir un profundo cariño por mis estudiantes.

Mis alumnos de Brno se dirigen al autobús en Praga
Fotografía tomada por mi estudiante Jonatan Kolegar

Por Rafael Robles

Me llamo Rafael Robles y en esta web comparto mis experiencias docentes en varios países (Irán, República Dominicana, Haití, China, Estados Unidos, España y República Checa) y reflexiones sobre filosofía y el mundo educativo.

3 respuestas a «El viaje a Praga»

Qué curioso. Momentos en que los Habsburgo hacían más cercana, al menos políticamente, a la rancia Europa. Pues menos mal que los alumnos eran educados y silenciosos… eso de pensar en conducir un rebaño de 104 personas ya se me hace tarea titánica.

Un saludo!!

Rafael me parece estupenda tus vivencias, ya que yo también me encuentro enseňándo a alumn@s checos.
Los llevaremos a ver La Praga Espaňola

A ver si nos conocemos

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