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La lección de August

 

Nube de Tinta ha publicado un interesante libro para jovencitos titulado La lección de August, de la escritora y diseñadora R. J. Palacio. Cuenta las vicisitudes de un niño cuya deformidad facial despierta el cruel rechazo de algunos compañeros de clase, a pesar de lo cual August -nombre del protagonista- tratará de integrarse en la comunidad afrontando como buenamente puede los acosos y discriminaciones por parte de unos jóvenes que aún no han desarrollado su sentido moral.

Recuerda a la maravillosa película El hombre elefante pero con un lenguaje y unos contextos que son especialmente recomendables para estudiantes que inician el complicado camino de la adolescencia, esa etapa crucial para conformar y asentar el sentido moral. Y es que a los adolescentes crueles no hay que culparles sino educarles en el respeto y ayudarles a diferenciar el bien y el mal, de ahí el extraordinario valor didáctico de este libro para la asignatura de Ciudadanía o la futura Educación en valores.

La autora ha logrado un tono narrativo ágil y un lenguaje muy sencillo a pesar de tratar asuntos graves. Esta sencillez atrapará a los lectores de 1º y 2º de ESO y los temas tratados servirán de excusa para trabajar en el aula sobre asuntos de gran envergadura moral. El libro conmoverá y, lo mejor, hará reflexionar al estudiante sobre distintos dilemas éticos en torno a la discriminación, el respeto, los sentimientos, el perdón, la muerte, etc. Además hay que agradecer a la editorial que haya colgado en su web una guía de lectura para facilitar el trabajo en clase y exprimir todo el jugo didáctico a los dilemas que ha de enfrentar August y quienes le rodean. Este es el tipo de literatura para jovencitos que ayuda construir una sociedad mejor.

Les dejo con un fragmento que trata la crueldad a la que pueden llegar los adolecentes (p. 108) y un trailer sobre la película de David Lynch:

-Se parece un montón a él -dijo una de las momias.

-Sobre todo esta parte… -contestó la voz de Julian. Se puso los dedos sobre las mejillas y los ojos de su máscara de Darth Sidious.

-En realidad -dijo la momia-, a lo que se parece de verdad es a una de esas calabazas reducidas. ¿Las habéis visto alguna vez? Es clavado a una de esas.

-Yo creo que se parece a un orco.

-¡Es verdad!

-Si yo tuviera esa pinta -contestó la voz de Julian, riéndose-, os juro que me taparía la cara con una capucha todos los día.

-Yo lo he pensado mucho -dijo la segunda momia muy seria- y creo que… si yo tuviese esa pinta, creo que me suicidaría.

-Qué va -contestó Darth Sidious.

-Sí, de verdad -insistió la misma momia-. No me imagino mirándome al espejo todos los días y viéndome así. Sería horrible. Y que todo el mundo se me quedase mirando siempre…

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El constitucionalismo de los derechos


Las personas que atacan a la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos son generalmente dogmáticas, poco reflexivas y con un componente de irracionalidad que da mucho miedo puesto que suponen una grave amenaza para la convivencia democrática. Es por ello que encontrarme con el libro El constitucionalismo de los derechos. Ensayos de filosofía jurídica, publicado recientemente por Trotta y escrito por el catedrático de Filosofía del Derecho Luis Prieto Sanchís, supone una gran sorpresa intelectual porque me sirve para constatar que no todos los que están en «el lado oscuro» aportan argumentos arbitrarios que obedezcan a fines espurios.

Mis palabras vienen a cuento del interesante capítulo titulado «El principio de laicidad del Estado» en el que Prieto Sanchís critica la asignatura con serenidad y con argumentos sólidos. La crítica de EpC se deriva de su defensa del laicismo del Estado, de este modo:

Esta disciplina presenta un expreso propósito catequético o de formación moral: «conocer, asumir y valorar positivamente», «crear un sistema de valores», «aceptar y practicar las normas» (…) Esto es, ni más ni menos, una escuela con ideario (…) su objetivo no es el conocimiento, sino el comportamiento, la virtud y no la verdad. (…) La ruptura de la neutralidad reside en el mero propósito adoctrinador, con independencia de que sea aquello que en cada caso concreto se adoctrine (…) El objetivo de la escuela público ha de ser en enseñar la verdad y no también la virtud. (pp. 262-263 y 265)

Sin embargo, admirando su calidad argumental, no queda clara la refutación de la objeción que él mismo plantea:

Que en las aulas se enseñen los rudimentos de la organización política, los derechos humanos, las reglas de la democracia, los problemas del orden internacional o las principales corrientes del pensamiento no solo no está mal, sino que parece indispensable. (p. 265)

En ningún momento los profesores que hemos impartido EpC  consideramos propagar virtudes o convertirnos en sacerdotes-laicos. Pensar, como afirma Sanchís, que esta asignatura sirve para propagar la virtud implica no comprender el sentido de esta asignatura; con su argumentario también habría que prohibir la matemática y el resto de asignaturas porque en sus respectivos decretos de currículo también aparecen expresiones como «conocer, asumir y valorar positivamente», «crear un sistema de valores» y «aceptar y practicar las normas». Precisamente un Estado laico, que el autor defiende, debe informar a sus ciudadanos de las claves para mantener esa laicidad, ajena a todo proselitismo de la virtud; el profesor informa y facilita el pensamiento, después el alumno -junto a su familia- decide. No exagero cuando afirmo que EpC es la asignatura más importante de la Educación Secundaria.

Un segundo capítulo brillante es el titulado «Algunos desafíos al constitucionalismo de los derechos: globalización y multiculturalidad», en el que llama la atención la alusión a la reconversión del viejo derecho de asilo, al que uno se podría acoger no solo, como viene siendo tradicional, por «razones de persecución religiosa, política o étnica, sino también por motivos económicos» (p. 238). ¡Las decenas de miles de emigrantes españoles arruinados  que hoy pueblan el planeta quizá puedan algún día acogerse al derecho de asilo porque España les maltrata económicamente!

El tercer capítulo que más me ha entusiasmado es el titulado «Libertad y objeción de conciencia». Aquí el autor diferencia entre «desobediencia revolucionaria» y «desobediencia civil» para disertar sobre el concepto de «objeción de conciencia» con pensamientos certeros como cuando afirma que «en principio casi cualquier conducta puede aparecer como una exteriorización de la propia ideología o religión» (p. 288) con las consiguientes consecuencias para considerarse «objetor de conciencia».

El resto de capítulos también despiertan un gran interés. En ellos el lector se encuentra sumergido tanto en lo abstracto de la metateoría del derecho como en lo concreto de los problemas y dilemas ético-sociales que el autor analiza desde su privilegiada posición de experto conocedor de la filosofía del derecho y del constitucionalismo. Se trata, sin duda, de un libro a tener en cuenta en estos momentos en los que se habla de reforma constitucional y educativa, en definitiva, en la actual coyuntura crítica que, agarrándose a cualquier excusa y con fines a veces turbios, desea transformar el modelo de ciudadanía. Les dejo con los descriptivos títulos de los capítulos:

I. Neoconstitucionalismos. Un catálogo de problemas y argumentos.

II. Garantismo y constitucionalismo.

III. Sobre las relaciones entre el derecho y la moral: una crítica del constitucionalismo crítico.

IV. Sobre la objetividad en la interpretación de los conceptos morales de la constitución.

V. Supremacía, rigidez y garantía de la Constitución.

VI. Técnica y política de la codificación.

VII. Una incursión en las fuentes: sobre las declaraciones de derechos y los nuevos estatutos de autonomía.

FICHA

Colección: Estructuras y Procesos. Derecho

ISBN: 978-84-9879-358-1
Año de edición: 2013
Número de edición: 1
Dimensiones: 14 x 23 cm
Número de páginas: 358
Encuadernación: Rústica

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A vueltas con la LOMCE y la Filosofía

Pienso luego estorbo CC Ramón Martín
Parece que estorban las asignaturas que enseñan a pensar más allá de lo instrumental. Imagen CC de Ramón Martín

Hoy ha aparecido un segundo borrador de la LOMCE, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, con  algunos cambios significativos respecto del anterior y que afectan a las asignaturas del Departamento de Filosofía. (Puede descargarlo aquí).

En primer lugar, tras su irracional desaparición en el anterior borrador, vuelve la asignatura de Ética al cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria, pero esta vez se denomina Valores éticos (quien le haya dado este nombre es un absoluto ignorante de la filosofía, en todo caso debería denominarse Valores Morales) y el padre o tutor deberá elegir entre dicha asignatura o Religión (artículo 25, 5b). Si me dieran a optar por su completa desaparición o su transformación, como así ha sido, en una alternativa a la religión no me queda claro qué es preferible. Ambas situaciones son muy desagradables e intelectualmente calamitosas.

En segundo lugar se oferta como optativa la asignatura de Filosofía en este mismo cuarto curso de ESO (artículo 25, 5e), y  deberá «competir» con otras nueve asignaturas opcionales. Aún es pronto para valorarlo.

En tercer lugar, como viene siendo habitual desde hace décadas, la Filosofía se mantiene obligatoria en primero de Bachillerato en todas las modalidades: Ciencias (artículo 34bis, 1a), Humanidades (34bis, 2a), Ciencias Sociales (34bis, 3a) y Artes (34bis, 4a). Además se agradece que le extirpen el incómodo pleonasmo actual «y Ciudadanía«.

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Haga click para solicitar al Ministro de Educación José Ignacio Wert la retirada del anteproyecto de Ley LOMCE y que se brinde al diálogo con comunidad educativa

En cuarto lugar, relegan la Historia de la Filosofía a simple asignatura optativa cuando hasta el presente curso venía siendo obligatoria (artículo 34, 6f). Habrá que recurrir de nuevo a la Red Española de Filosofía para organizar y transmitir los argumentos que demuestren que esta decisión es contraproducente.

En quinto lugar la Psicología de segundo de Bachillerato sigue manteniéndose como asignatura optativa (artículo 34, 6f).

En sexto lugar la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos se renombra, como ya se estableció en el anterior borrador, como Educación Cívica y Constitucional no queda claro cómo queda aunque algunos medios afirman que desaparece D E S P A R E C E.

En conclusión el golpe directo al estómago que recibe la Ética de cuarto de ESO y el inesperado y contundente golpetazo a las gónadas que sufre la Historia de la Filosofía de segundo de Bachillerato implican consecuencias imprevisibles y nada halagüeñas. En los próximos días las distintas asociaciones pertenecientes a la REF procederán al análisis de este ataque arbitrario al departamento de Filosofía.

ARTÍCULOS REALACIONADOS

El capital privado echa el ojo a la educación

 

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Apartheid sanitario

Desde un punto de vista egoísta es malo que no curen a los inmigrantes «ilegales» porque muchas enfermedades, como la tuberculosis, se contagiarán a los ciudadanos «legales»; pero lo moralmente decente es razonar en los términos que plantea mi amigo Pepe Ramírez:

Queridos familiares y amig*s:

Como sabéis  paso  unas doce horas a la semana en el Hospital acompañando a mi madre mientras se dializa. Eso me permite estar en contacto con la enfermedad y los enfermos. No puedo imaginar la angustia que tienen los inmigrantes que tienen que pasar por diálisis que se ven amenazados en un próximo futuro por no poder recibir otra asistencia que la de urgencias. Como ellos, otros enfermos de otras enfermedades cuya falta de tratamiento supone la muerte. Como ciudadano español yo no quiero ser responsable de eso y por eso he firmado la carta al Sr. Presidente de Gobierno que promueve una monja con experiencia en África. Muchos de vosotros sois mis amigos y familiares. Os ruego que veais el enlace siguiente:

http://actuable.es/peticiones/queremos-salud-tambien-los-inmigrantes-apartheidsanitario
os informéis y actuéis según os parezca. Mi intención no es religiosa aunque lo promueva una monja. Tampoco con esto pretendo promover una acción de política partidaria. Se trata sólo de un gesto humanitario.

He conocido dos trasplantados inmigrantes que viven gracias a la sanidad española. Con uno hablé mientras esperaba a ser llamado para ser trasplantado. Estaba agradecido, ilusionado y algo nervioso. Al hermano de otro tuvimos que tranquilizarlo mientras su hermano estaba en quirófano. Nos besaría los pies a los españoles. Con el tiempo conocí al hermano trasplantado que cuando pudo salir del aislamiento venía a vernos por encargo de su hermano y compartí con él algunas tardes. No me podría perdonar que hubieran muerto por no no hacer yo nada. Ellos también son mis amigos y, como sabéis, mi patria, además de España, es el mundo entero. Estoy dispuesto a pagar algo más de impuestos para que no ocurra en España lo que la monja llama apartheid sanitario.

Puedes difundir este mensaje libremente, incluso con mi nombre.

Un abrazo

Pepe Ramírez

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Gitanos rumanos maltratados

Leo y releo una y otra vez algunos de los comentarios que aparecen en el artículo (puede leerlo en este enlace) que nos dedicó hoy domingo el periódico ABC y quedo absolutamente aterrado. Creo que los escritos más horrendos los han eliminado por atentar contra los principios más básicos de dignidad humana, pero aún quedan algunos que consternan a cualquiera con un mínimo de sano sentido moral. La ignorancia es osada, de hecho algunos alumnos fueron atrevidos pero tras su experiencia se arrepienten de algunas barbaridades infundadas que pensaban sobre el pueblo gitano rumano; los que decían que había que matarlos a todos ya retiran sus argumentos que compartían ingenuamente en clase de Ciudadanía, de Ética o de Filosofía.

Los comentaristas que destilan tanto odio deberían vivir una experiencia como la nuestra para constatar que su opinión visceral surge de prejuicios falsos (o por lo menos para empezar a sospechar que quizá estén equivocados). El desprecio que les muestra la gran mayoría de la sociedad convierte a este pueblo en maldito sumergiéndole gradual e inevitablemente en la marginación más absoluta. Si no hay instituciones fuertes y comprometidas que rompan la espiral de odio e intenten solucionar el problema, nos acercaremos irremisiblemente a una solución final; creo que no exagero como ya expliqué en su momento. La clave para evitarlo estriba en la educación de unos y de otros.

«Clases de tolerancia para jóvenes en El Gallinero» es el título que ha dado el periodista Luis Miguel L. Farraces al bonito y descriptivo reportaje en el que incluye también un vídeo que bien resume nuestra experiencia de convivencia entre mis estudiantes del IES «Los Batanes» de Viso del Marqués y los jóvenes gitanos rumanos del poblado «El Gallinero» en la Cañada Real. Seguro que me acepta un par de objeciones: tengo fobia a la palabra tolerancia porque connota cierta superioridad condescendiente de un grupo sobre otro; «yo te tolero» se me aparece como un «te dejo vivir aunque podría no hacerlo porque tú eres inferior, tú preocúpate sólo de no molestarme»; prefiero el término respeto. El segundo pero es que Luis Miguel me da demasiado protagonismo cuando no he sido más que un simple facilitador arropado por el ímpetu de mis jóvenes estudiantes, verdaderos protagonistas de la experiencia junto a los gallináceos. En cualquier caso le doy las gracias por habernos dedicado toda una jornada para hacer el reportaje y por la amabilidad con que lo ha hecho.

Les dejo con algunos comentarios de los comentarios que algunos han ido dejando en el reportaje.

28. Bien, así recibirán lecciones prácticas de empresariales (tejido empresarial gitano), microeconomía (trapicheos), sistema jurídico (a torta limpia y navajazos), enfermería (técnicas de usos de las jeringuillas), sistema sanitario (eso se cura con tierra y sal), recursos hídricos (un cubo de agua para un mes), recursos minerales (robo de cobre y compra de oro), sector textil (3 tobaallas a mir pesetaa), servicios de transporte (muleros),…..

Los tópicos que indicas más bien parecen de gitanos españoles. ¿Has visto algún gitano rumano en un mercadillo vendiendo toallas? En cualquier caso quiero datos y cifras, no ingeniosas frases que profundizan en la estigmatización de un pueblo (el gitano en general) que es muy diferente a como se suele imaginar.

25 Un puente de hostias les tendia yo hasta Bucarest. Delicuentes Expulsion.

Son ciudadanos europeos, no se les puede expulsar de Europa. Quizá tu animadversión sea debida a programas de televisión vomitivos y mentirosos como este, que animan al odio a partir de imágenes manipuladas, medias verdades y su incapacidad de analizar con rigor el problema; no en vano su presentadora, Mercedes Milá, es experta en telebasura.

23. Jeje. !Cuánto idiota! A estos les ha propuesto el ministro de trabajo de Rumanía darles trabajo en su país con un sueldo de trescientos euros al mes y lo han rechazado. En España ganan mucho más a base del gratis total y los que trabajan lo hacen mendigando o robando cobre….. Lo que hay que aplicar es la ley de extranjería y las extradiciones. Y todos estos – que no tienen trabajo conocido- a sus países.

He buscado la noticia que citas en Internet y no existe. Propalando falsedades se demoniza a un pueblo y las consecuencias pueden ser pavorosas. Tú y miles de propaladores preparan el ambiente de agresividad social para que otros pongan la puntilla.

21. El Viso del Marqués es mi pueblo. Espero que los gitanos rumanos de El Gallinero no nos devuelvan la visita.

Si los conocieras personalmente no osarías decirlo.

19. Bien, recuerdo en mi infancia que solíamos hacer excursiones y visitas guiadas a museos, empresas productivas, fábricas e industrias, instituciones públicas, eventos deportivos, senderismo, jardines botánicos, centros culturales, exposiciones, etc. Claro que si queremos seguir siendo primer productor de pepinos….

En tu infancia la realidad social de España era muy distinta a la de ahora. Además, hoy en día también se sigue yendo a museos y se hace todo eso a lo que te refieres.

7. Muy bonito, ya.. que guay, que estupendo…. abrid los ojos!!! hoy cada uno de ellos está a lo suyo, los del instituto no se acordarán de los de las chabolas… y cuando lleguen a sus casas pensarán: «menos mal que yo no vivo allí».. pero ayudarán? pues no… eso es así…y los de las chabolas, pasarán de integrarse, seguirán a lo mismo… y de cada mil saldrá 1 de allí que estudiará y tendrá una vida de verdad… que todo es querer… pero es que ellos no quieren….así que, ya veis.. que guay somos todos, pero tu en tu casa y yo en la mia… y yo, por supuesto que nunca dejaré que mi hijo vaya a una chabola…si más lejos está del mal camino más difícil es que lo coja…y no soy racista, soy realista…

Hablas por hablar, sin conocer la opinión ni los planes de los alumnos. Dirías algo así como «tierra trágame» si vieras de frente la realidad y no quedaras en la simple doxa.

6. El problema no es q los aceptemos, sino q ellos no saben, no quieren integrarse. Ya esta bien de demagogias y pamplinas.

Imagínate en un país extraño sin medios económicos para subsistir. ¿Cómo te comportarías tú mismo si no hubiera programas de integración? La Unión Europea no la están construyendo los políticos, la crean día tras días profesoras como Flora en escuelitas diminutas pero de corazón inmenso, fabricadas con chatarra pero de estructuras humanas muy sólidas. Dices bien cuando afirmas que «no saben»; por eso se les intenta educa a pesar de las enormes dificultades. La educación es la clave para construir un mundo mejor.

1. Luego que se lleven un par de gitanos cada chaval a su casa a pasar unas vacaciones. A ver que pasa.

Pasaría lo mismo que si se llevaran un par de ingleses o alemanes. La convivencia es algo difícil, sea cual sea la nacionalidad o la etnia. Tendrían buenos momentos y, por supuesto, malos. ¿Y?

Fotografías: CC Ramón Martín