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El ángel del Gallinero

«El ángel que perdona» de Paul Klee

 

«Es posible que no haya ángeles de verdad o que, como cuentan en el Canal de Historia, los así llamados fueran extraterrestres que enseñaron a los hombres los rudimentos de lo que llamamos civilización. Pero yo cada noche abro tu blog para ver el ángel del Gallinero. Lo miro porque me interpela y no sé qué quiere decirme. Lo miro y sé que me transmite un mensaje que no puedo expresar con palabras. Más allá del deseo del ángel del Gallinero que rodea el bello dibujo, trabajar por la paz y la justicia, a estas alturas de mi vida se me hace que va tan para largo que yo no lo veré y me invade una honda tristeza. ¿Cómo es posible que tanto dolor de tanta gente no conmueva a los que pueden remediarlo Mañana, cerca de la medianoche volveré a mirar al ángel del Gallinero para que no se me olvide que, si no existen los ángeles, sí existe el Gallinero». (Pepe Ramírez).

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De la marginación a la ciudadanía

Tenemos un plan para el Gallinero. De la marginación a la ciudadanía

Han de ser capaces de transmitir sus reflexiones y emociones acerca de la dramática situación que se vive en el Gallinero, poblado de la Cañada Real Galiana que hemos visitado y donde tenemos amigos. Se quiere disparar un último cartucho que frene el inminente desalojo y condena a un mayor ostracismo de la comunidad gitano-rumana que allí convive en casas de hojalata, rodeadas de ratas y basura.

Como pueden leer en esta noticia de Amnistía Internacional, una situación de similar amenaza viven los romaníes de Bulgaria desde hace siete años. La Sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo contra Bulgaria (aquí la traducción al español), acaba de frenar la afrenta. Les animo a leerla porque explica muy bien la fundamentación moral y legal de esta decisión jurídica. Si no se quiere caer en tópicos buenistas o aporofóbicos un problema de esta magnitud no ha de dirimirse desde la intuición improvisada, sino que es preciso estudiarlo con cierto esfuerzo intelectual que evite el tentador maniqueísmo.

Me baso en mi lectura de la sentencia para comentar a continuación algunos aspectos que considero relevantes.

La denuncia por intentar desalojarles de sus domicilios en  Batalova Vodenitsa la presentaron 23 ciudadanos gitanos-búlgaros el 23 de junio de 2006, alegando la violación de los artículos 3 y 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos y el artículo 1 del Protocolo 1, por sí solo y en conjunto con sus artículos 13 y 14. Es decir, denuncian al Estado búlgaro por torturarles, privarles de sus domicilios y discriminarles, acusaciones muy graves que la legislación de la Unión Europea no tolera bajo ningún concepto. [pullquote] denuncian al Estado búlgaro por torturarles, privarles de sus domicilios y discriminarles[/pullquote]

Los demandantes se describen como romaníes y residen en Batalova Vodenitsa, un barrio de Sofía muy parecido al poblado el Gallinero de Madrid (comparen estas fotografías con estas otras). Al contrario de lo que se percibe sobre su etnia, no son nómadas porque desde 1960 viven de forma sedentaria en las ciudades búlgaras, eso sí, siempre en suburbios de predominio romaní, lo que invita a pensar en su discriminación social. Algunos descienden de padres y abuelos que se asentaron allí en la década de 1960 y otros tantos se ubicaron en los noventa con el desplome del comunismo.

Los estudiantes del IES Los Batanes de Viso del Marqués dialogando con los gitanos-rumanos del poblado El Gallinero
Los estudiantes del IES Los Batanes de Viso del Marqués dialogando con los gitanos-rumanos del poblado El Gallinero. CC Ramón Martín

En la década de los sesenta el gobierno comunista búlgaro expropió a la población, romaníes incluídos, de sus posesiones, siguiendo la doctrina comunista de la abolición de la propiedad privada. En concreto en Batalova Vodenitsa destruyeron sus casas para erigir los característicos edificios preconstruidos que dominaron el paisaje urbano comunista, que ya describí desde Chequia donde los conocían como panelaks.

Sin embargo gran parte del suelo no se edificó porque iba a ser dedicado a zona verde, algo que por dejadez y desidia no se ejecutó, así que los dueños de las parcelas decidieron construir allí sin permiso. De este modo lentamente se fue levantando un asentamiento en el que se calcula que hoy viven entre 200 y 300 personas. La mayoría de estas construcciones son chabolas en las que viven hacinados abuelos, padres, hijos y nietos. El agua la toman de dos fuentes próximas (como en El Gallinero) y la luz, por supuesto, es exclusivamente la del sol.

Es cierto que se les ha brindado varias oportunidades para regularizar sus viviendas, pero arguyen que eso es inaccesible para los que viven bajo el umbral de pobreza. Obviamente también saben que sus infraviviendas jamás serían regularizadas por no cumplir con los criterios mínimos de seguridad. Solo se podrían legalizar si hubiera una reconstrucción, algo que económicamente no se pueden permitir.

[pullquote]Argüían que los romaníes suponen un riesgo sanitario, olores repulsivos por la ausencia de cañerías y por poseer animales como ovejas, cerdos, gallinas y caballos[/pullquote]A lo largo de los últimos años los medios de comunicación búlgaros se referían a Batalova Vodenitsa de forma despectiva, algo así como si fuera un guetto que debiera desaparecer. Por ejemplo The Sofia Echo muestra con sutileza en esta noticia del 27 de agostor de 2008  a los romaníes como personas violentas que aterrorizan a los búlgaros. Además los mass media dejaban poco espacio para que se expresaran las organizaciones en defensa de los romaníes. Para más inri ha habido numerosas manifestaciones de los vecinos no rumanos en contra de su comunidad y de los realojos. Argüían que los romaníes suponen un riesgo sanitario, olores repulsivos por la ausencia de cañerías y por poseer animales como ovejas, cerdos, gallinas y caballos. También alegaban numerosas ofensas, incluidos ataques físicos, robos y daños a la propiedad pública y privada. Igualmente se quejaban de la fea estética de sus chabolas. Por supuesto afirmaban que a los gitanos-búlgaros no se les podía reubicar porque había muchos otros búlgaros-eslavos esperando un piso desde hace mucho tiempo.

Además las autoridades, respaldadas por las masas, se quejan de que desde 1990 cada vez llegan más gitanos a Sofía, con los consiguientes problemas sanitarios y de incremento de las construcciones ilegales. Esto explica que el 12 de julio de 2006 el Tribunal Supremo Administrativo estimara que había que expulsar a los romaníes. Solo las presiones de Europa lo impidieron.

Estos son los hechos que condujeron a que se produjeran numerosos actos violentos como el de este vídeo y que se luche intensamente desde las instituciones búlgaras para expulsar a la comunidad romaní del país, siguiendo la estela de países como FranciaItalia y otros de toda Europa.

En España los ánimos están más tranquilos a pesar de que los medios de comunicación se empeñen en demonizar a los gitanos rumanos (la imagen que transmiten de ellos es que se dedican a robar cobre, cuando esa delictiva actividad la realiza un porcentaje pequeño con la ayuda y connivencia, por cierto, de españoles).

Aparte de la numerosa legislación local referida en la propia sentencia, la decisión sobre la expulsión se ha tomado teniendo en cuenta el material internacional elaborado por expertos que ponen luz sobre este dilema ético. Sin duda alguna los textos que muestro a continuación son incompatibles con la expulsión de los gitanos ya estén en Sofía o en Madrid. Recomiendo vivamente su lectura:

1. Artículo 16 de la Carta Social Europea (revisada): Derecho de la familia a protección social, jurídica y económica. Con miras a lograr las condiciones de vida indispensables para un pleno desarrollo de la familia, célula fundamental de la sociedad, las Partes se comprometen a fomentar la protección económica, jurídica y social de la familia, especialmente mediante prestaciones sociales y familiares, disposiciones fiscales, apoyo a la construcción de viviendas adaptadas a las necesidades de las familias, ayuda a los recién casados o por medio de cualesquiera otras medidas adecuadas.

2. Artículo E de la Carta Social Europea (revisada): No discriminación. Se garantizará el disfrute de los derechos reconocidos en la presente Carta sin discriminación alguna basada, en particular, en la raza, el color, el sexo, la lengua, la religión, las opiniones políticas o de otra naturaleza, la extracción u origen social, la salud, la pertenencia a una minoría nacional, el nacimiento o cualquier otra situación. [pullquote]sin discriminación alguna basada, en particular, en la raza, el color, el sexo, la lengua, la religión, las opiniones políticas o de otra naturaleza, la extracción u origen social, la salud, la pertenencia a una minoría nacional, el nacimiento o cualquier otra situación[/pullquote]

3. Recomendación Rec (2005)4 del Consejo de Ministros a los estados miembros, de 23 de febrero de 2005, sobre la mejora de las condiciones de alojamiento de los Roma y Travellers en Europa. Estas recomendaciones van en la línea de urgir a los Estados a resolver el problema gitano para integrarlos a pesar de sus arraigadas costumbres y su penuria económica.

4. Recomendación CM/Rec(2008)5 del Consejo de Ministros a los estados miembro,s de 20 de febrero de 2008, sobre políticas para los Roma y Travellers en Europa. Esta recomendación presta especial atención al asunto económico; si los gobiernos no dan dinero para arreglar la situación el problema persistirá. Bien es cierto que algún lector se preguntará que si no hay dinero para el resto de ciudadanos por qué se le tiene que dar a los romaníes; sin embargo este argumento, aunque correcto, es el primer paso hacia una grave crisis humanitaria de previsiones insospechadas: se les echa pero ningún país les acoge, así que forman guetos cada vez mayores, y dado que, a pesar de todo, sobreviven y suponen una amenaza para las costumbres de la mayoría, se les acaba exterminando puesto que ni siquiera las cárceles pueden acogerles. Más de uno se llevaría una sorpresa si preguntara a las gentes si les parecería bien matar en un caso como este.

5. Resolución 1740 (2010) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa sobre la situación de los romaníes en Europa y actividades relevantes del Consejo de Europa. De esta resolución me interesa especialmente el punto 16 dedicado a la educación. Indica que hay que formar a los profesores adecuadamente para resolver este problema. La clave para resolver el problema de la discriminación y «autodiscriminación» de los romaníes estriba en la educación.

Pintada
«Españoles primero!!» Pintada encontrada en el pupitre de un alumno sentado delante de una compañera rumana

6. Recomendación del comisionado del Consejo de Europa para los Derechos Humanos sobre la mejora del derecho a una vivienda. El punto 4.3.3 indica que los inmigrantes deben ser tratados igual que los autóctonos. Este asunto es muy difícil de comprender por parte de una buena parte de la población. Entienden que fueron sus mayores los que construyeron la nación que ahora ven invadida por unos extraños con costumbres distintas. Una vez le pregunté en un congreso a Esteban Ibarra cómo educar para evitar esta obsesión por el linaje pero ni él mismo, con su amplia experiencia en estas lides, lo sabía. Eso fue lo que me animó a llevar a los alumnos a los lugares más pobres para que aprendieran algo que nunca comprenderían en los libros o en las aulas.

7. Informe sobre las condiciones de vivienda de los Roma y los Travellers en la Unión Europea de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales. Es este un detallado informe sobre las infraviviendas de los gitanos. En él se hace alusión al Pla Integral del Poble Gitano a Catalunya que sin duda hay que estudiar con detenimiento.

8. Comentario general número 7 del comité de derechos económicos, sociales y culturales de las Naciones Unidas. Curiosamente este comentario en su punto 18 habla bien del Banco Mundial y de la OCDE. Cualquiera que haya leído La doctrina del shock le habrán chirriado los dientes.

No obstante la sentencia presenta algún aspecto criticable, como el que denuncia  Lourdes Peroni en su blog y que traduzco:

La Corte debió haberse referido a la numerosa documentación existente sobre el racismo contra los romaníes en Europa en general y concretamente en Bulgaria. No son simples «actitudes hostiles de un grupo contra otro»; estas actitudes contra los romaníes han existido desde hace mucho tiempo. Realmente la Corte podría haber realizado un mejor trabajo, sobre todo en relación con otros instrumentos en la lucha por los derechos humanos. Esta Corte no es la primera que trata un caso que afecta a los romaníes. Por ejemplo echamos en falta una referencia al Comité Europeo de Derechos Sociales en la parte de la sentencia sobre los méritos.

A nivel global está claro que esta sentencia es importante porque los gobiernos quedan avisados de que no pueden tildar de «irrelevantes» las necesidades de vivienda de los grupos socialmente desaventajados. Que no caiga en saco roto.

Es necesario concluir que, vistas las similitudes de Batalova Vodenitsa con el Gallinero, es preciso tomar decisiones sobre la población gitana-rumana de Madrid sabiendo que los tribunales europeos no van a tolerar los desalojos. La lectura detenida de estos ocho documentos no deja lugar a la duda. Si bien es cierto que, en general, las habilidades sociales de los romaníes o gitanos-rumanos no son las deseadas por el resto de la comunidad la clave para solucionarlo no estriba en la expulsión sino en la educación. No exagero si digo que cualquier otra solución conduciría irremisiblemente a las matanzas sistemáticas, como bien nos enseña nuestra reciente historia, porque ningún país les acepta de buen grado, ni siquiera en las cárceles. Por tanto, dado que el problema fundamental con este grupo es el de la formación la solución es obvia: ¡más educación y menos expulsión!, ¡menos expulsiones y más profesores!

 

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Fiesta/denuncia «Derechos de los niños» en el Gallinero

El domingo 20 de noviembre no lo recordaremos como el día en que volvió a fracasar la democracia por pretender que depositar un papel en unas urnas legitima a unos señores obsesionados por mandar, narcisistas e impuestos a dedo por sus organizaciones políticas económicas que, además, no representan a nadie sino a sí mismos y a sus mentores.

El 20 de noviembre lo recordaremos por la fiesta/denuncia en la que participaremos con algunas de mis alumnas en el Gallinero, el poblado gitano-rumano de Madrid donde ya estuvimos el curso pasado. No se pierdan las fotografías ni el vídeo. El programa parece que va a ser muy, muy divertido. Están todos ustedes invitados.

En cuanto Forges termine su viñeta sobre este encuentro, la añadiré a este posteo.

ACTUALIZACIÓN

Lamentablemente acabo de recibir este mensaje, así que se pospone la fiesta. Desde aquí deseo trasmitir todas mis condolencias a los familiares y allegados del bebé fallecido.

(…) Ayer domingo, en la mañana, falleció un bebe de seis meses de vida. A estas horas no sabemos aún cuándo se podrá enterrar. Ya sabéis que la administración es lenta y, en lo que tiene que ver con los gitanos rumanos, prejuiciosamente sospechosa.

 

Quienes hemos estado ayer y hoy acompañando a esta familia, hemos pensado que la fiesta el próximo domingo no tiene mucha cabida. Además del impacto recibido quienes estuvimos en el levantamiento del cadáver, el ambiente, como decía una pequeños esta mañana cuando fuimos a repartir desayunos, es que “tienen pena”. Plantarnos nosotros y “hacerles” una fiesta a los cuatro o cinco días de haber enterrado al pequeño nos parece que, lógicamente, puede no ser entendido. Aunque como son tan respetuosos seguro que no la rechazarían. Pero por eso mismo, tenemos que ser mucho más cuidadosos con lo que les ofrecemos “por su bien”.

 

Por esto hemos pensado trasladar la fiesta prevista el próximo domingo al fin de semana del 3 o 4 de Diciembre.

Más información en el blog Catorce kilómetros.

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Gitanos rumanos maltratados

Leo y releo una y otra vez algunos de los comentarios que aparecen en el artículo (puede leerlo en este enlace) que nos dedicó hoy domingo el periódico ABC y quedo absolutamente aterrado. Creo que los escritos más horrendos los han eliminado por atentar contra los principios más básicos de dignidad humana, pero aún quedan algunos que consternan a cualquiera con un mínimo de sano sentido moral. La ignorancia es osada, de hecho algunos alumnos fueron atrevidos pero tras su experiencia se arrepienten de algunas barbaridades infundadas que pensaban sobre el pueblo gitano rumano; los que decían que había que matarlos a todos ya retiran sus argumentos que compartían ingenuamente en clase de Ciudadanía, de Ética o de Filosofía.

Los comentaristas que destilan tanto odio deberían vivir una experiencia como la nuestra para constatar que su opinión visceral surge de prejuicios falsos (o por lo menos para empezar a sospechar que quizá estén equivocados). El desprecio que les muestra la gran mayoría de la sociedad convierte a este pueblo en maldito sumergiéndole gradual e inevitablemente en la marginación más absoluta. Si no hay instituciones fuertes y comprometidas que rompan la espiral de odio e intenten solucionar el problema, nos acercaremos irremisiblemente a una solución final; creo que no exagero como ya expliqué en su momento. La clave para evitarlo estriba en la educación de unos y de otros.

«Clases de tolerancia para jóvenes en El Gallinero» es el título que ha dado el periodista Luis Miguel L. Farraces al bonito y descriptivo reportaje en el que incluye también un vídeo que bien resume nuestra experiencia de convivencia entre mis estudiantes del IES «Los Batanes» de Viso del Marqués y los jóvenes gitanos rumanos del poblado «El Gallinero» en la Cañada Real. Seguro que me acepta un par de objeciones: tengo fobia a la palabra tolerancia porque connota cierta superioridad condescendiente de un grupo sobre otro; «yo te tolero» se me aparece como un «te dejo vivir aunque podría no hacerlo porque tú eres inferior, tú preocúpate sólo de no molestarme»; prefiero el término respeto. El segundo pero es que Luis Miguel me da demasiado protagonismo cuando no he sido más que un simple facilitador arropado por el ímpetu de mis jóvenes estudiantes, verdaderos protagonistas de la experiencia junto a los gallináceos. En cualquier caso le doy las gracias por habernos dedicado toda una jornada para hacer el reportaje y por la amabilidad con que lo ha hecho.

Les dejo con algunos comentarios de los comentarios que algunos han ido dejando en el reportaje.

28. Bien, así recibirán lecciones prácticas de empresariales (tejido empresarial gitano), microeconomía (trapicheos), sistema jurídico (a torta limpia y navajazos), enfermería (técnicas de usos de las jeringuillas), sistema sanitario (eso se cura con tierra y sal), recursos hídricos (un cubo de agua para un mes), recursos minerales (robo de cobre y compra de oro), sector textil (3 tobaallas a mir pesetaa), servicios de transporte (muleros),…..

Los tópicos que indicas más bien parecen de gitanos españoles. ¿Has visto algún gitano rumano en un mercadillo vendiendo toallas? En cualquier caso quiero datos y cifras, no ingeniosas frases que profundizan en la estigmatización de un pueblo (el gitano en general) que es muy diferente a como se suele imaginar.

25 Un puente de hostias les tendia yo hasta Bucarest. Delicuentes Expulsion.

Son ciudadanos europeos, no se les puede expulsar de Europa. Quizá tu animadversión sea debida a programas de televisión vomitivos y mentirosos como este, que animan al odio a partir de imágenes manipuladas, medias verdades y su incapacidad de analizar con rigor el problema; no en vano su presentadora, Mercedes Milá, es experta en telebasura.

23. Jeje. !Cuánto idiota! A estos les ha propuesto el ministro de trabajo de Rumanía darles trabajo en su país con un sueldo de trescientos euros al mes y lo han rechazado. En España ganan mucho más a base del gratis total y los que trabajan lo hacen mendigando o robando cobre….. Lo que hay que aplicar es la ley de extranjería y las extradiciones. Y todos estos – que no tienen trabajo conocido- a sus países.

He buscado la noticia que citas en Internet y no existe. Propalando falsedades se demoniza a un pueblo y las consecuencias pueden ser pavorosas. Tú y miles de propaladores preparan el ambiente de agresividad social para que otros pongan la puntilla.

21. El Viso del Marqués es mi pueblo. Espero que los gitanos rumanos de El Gallinero no nos devuelvan la visita.

Si los conocieras personalmente no osarías decirlo.

19. Bien, recuerdo en mi infancia que solíamos hacer excursiones y visitas guiadas a museos, empresas productivas, fábricas e industrias, instituciones públicas, eventos deportivos, senderismo, jardines botánicos, centros culturales, exposiciones, etc. Claro que si queremos seguir siendo primer productor de pepinos….

En tu infancia la realidad social de España era muy distinta a la de ahora. Además, hoy en día también se sigue yendo a museos y se hace todo eso a lo que te refieres.

7. Muy bonito, ya.. que guay, que estupendo…. abrid los ojos!!! hoy cada uno de ellos está a lo suyo, los del instituto no se acordarán de los de las chabolas… y cuando lleguen a sus casas pensarán: «menos mal que yo no vivo allí».. pero ayudarán? pues no… eso es así…y los de las chabolas, pasarán de integrarse, seguirán a lo mismo… y de cada mil saldrá 1 de allí que estudiará y tendrá una vida de verdad… que todo es querer… pero es que ellos no quieren….así que, ya veis.. que guay somos todos, pero tu en tu casa y yo en la mia… y yo, por supuesto que nunca dejaré que mi hijo vaya a una chabola…si más lejos está del mal camino más difícil es que lo coja…y no soy racista, soy realista…

Hablas por hablar, sin conocer la opinión ni los planes de los alumnos. Dirías algo así como «tierra trágame» si vieras de frente la realidad y no quedaras en la simple doxa.

6. El problema no es q los aceptemos, sino q ellos no saben, no quieren integrarse. Ya esta bien de demagogias y pamplinas.

Imagínate en un país extraño sin medios económicos para subsistir. ¿Cómo te comportarías tú mismo si no hubiera programas de integración? La Unión Europea no la están construyendo los políticos, la crean día tras días profesoras como Flora en escuelitas diminutas pero de corazón inmenso, fabricadas con chatarra pero de estructuras humanas muy sólidas. Dices bien cuando afirmas que «no saben»; por eso se les intenta educa a pesar de las enormes dificultades. La educación es la clave para construir un mundo mejor.

1. Luego que se lleven un par de gitanos cada chaval a su casa a pasar unas vacaciones. A ver que pasa.

Pasaría lo mismo que si se llevaran un par de ingleses o alemanes. La convivencia es algo difícil, sea cual sea la nacionalidad o la etnia. Tendrían buenos momentos y, por supuesto, malos. ¿Y?

Fotografías: CC Ramón Martín

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Convivencia con los gitanos rumanos del poblado «El Gallinero» en la Cañada Real

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«Hoy se ha marcado un antes y un después en mi vida», me dijeron algunos alumnos el pasado viernes en el autobús de vuelta a casa.

Todo empezó la mañana del viernes 27 de mayo cuando veinticuatro de mis jóvenes estudiantes del IES «Los Batanes» de Viso del Marqués se dispusieron a contrastar sus prejuicios y valoraciones éticas acerca de los gitanos rumanos. La animadversión generalizada en toda Europa contra este grupo étnico hacía necesaria una actividad extraescolar como la nuestra.

A las 10:45 de la mañana llegamos a «El Gallinero», el poblado de gitanos rumanos situado en la Cañada Real Galiana a su paso por Madrid, una de las zonas más problemáticas de España. A esa hora una treintena de simpáticos gitanos rumanos subieron impetuosamente al autobús provocando la consternación inicial de mis estudiantes. Los prejuicios son difícilmente erradicables siendo su eliminación uno de los objetivos del viaje.

Este vídeo (haga clic aquí) captó el momento del primer contacto entre mis estudiantes y los vecinos de «El Gallinero» (a los que me referiré desde ahora como «gallináceos», término cariñoso con el que le denominan algunos cooperantes). Se trataba de generar vínculos para que -quizás- al finalizar el día nos abrieran sus casas como a amigos y comprobáramos de frente la injusticia en la que se hallan inmersos a diario. Dos impresiones se constatan en el vídeo: la de la timidez de mis alumnos, rota por saludos artificiosos y asustados, y la de la ilusión eufórica de los gallináceos. Para mi alegría, al finalizar el día el resquemor desaparecería y el entusiasmo sería común a todos nosotros.
Antes de entrar en el autobús las alumnas de 2º de Bachillerato (mis monitoras a las que estoy realmente agradecido porque sin su ayuda esto no habría sido posible) repartieron las pegatinas que diseñaron días atrás; el logotipo que allí aparecía representa muy bien la finalidad de nuestro viaje: el cocodrilo (mascota de nuestro instituto) se dispone a desayunarse una rata, el animal nefando que campa a sus anchas en El Gallinero. Varios de los jóvenes que nos acompañaron han sufrido sus mordeduras ante la lamentable indiferencia del mundo. La sensibilidad de Fernando León de Aranoa explica muy bien esta ignominiosa situación en su reciente artículo «Hamelín, Madrid«, del diario Público.

Una simple pegatina es un regalo que despierta la sonrisa más entrañable de los «gallináceos». A pesar de la penuria con que han de convivir día tras día ¡los niños siguen sonriendo!

También agradecimos las camisetas con que nos obsequiaron a todos. En ellas se podía leer «Gallardón, bota a las ratas del Gallinero». Que existan niños viviendo entre ratas es algo malévolo y es obvio decir que debería haber mecanismos para evitarlo. Algún día escribiré acerca de lo que sucede en El Gallinero y las numerosas similitudes con la vida de los judíos en la Alemania nazi de los años treinta previa al Holocausto (creo que no exagero ni intento banalizar el sufrimiento judío).

Tras atravesar las penosas calles de la Cañada Real (vea el vídeo), llegamos a la Iglesia de Santo Domingo de la Calzada, perteneciente a la Diócesis de Madrid; su modesta edificación contrasta con su magnánima presencia en medio del mundo del dolor, rodeada de algunas tiendas de campaña en las que los drogadictos refugian sus últimos días en esta vida. Si alguien o algo representa el verdadero sentido del mensaje cristiano es esa parroquia de valientes en medio del infierno. En su interior se vive la divinidad, incluso para los no creyentes. Es la única Iglesia del mundo en la que el altar se utiliza como mesa de trabajo. Allí los gallináceos nos invitaron a comer el sarmale y otras ricas comidas romaníes.

Paco Pascual nos dio una emotiva bienvenida (haga clic aquí para ver el vídeo). Afirmó que «somos una raza, la raza humana y un solo país, el mundo». Algo que por tópico no deja de ser cierto y que precisamente por ser un discurso manido muchos no reparan en pensarlo detenidamente. De tan sencillo y obvio que es, parece como si sólo los niños fueran capaces de entenderlo. Paco prosiguió diciendo que mis alumnos «son unos héroes porque no cualquiera es capaz de llegar allí», donde estaban ellos; el silencio emotivo que se produjo se rompió con un sonoro aplauso. Fue con la emoción de Paco cuando mis alumnos tomaron conciencia de la importancia de esta convivencia y desde ese instante el optimismo, la alegría y el compañerismo se hicieron presentes en todo momento.

A continuación nos dispusimos a organizar la convivencia (haga clic aquí para ver el vídeo). El parque de atracciones no era más que una excusa para generar un ambiente que propiciase la comunicación. Mis alumnos españoles y los gitanos rumanos no se consideraban interlocutores válidos respectivamente, así que había que crear con ímpetu una comunidad de diálogo.

La llegada al Parque de Atracciones transcurrió sin apenas problemas (vea el vídeo de mis intentos para que mis estudiantes y los gallináceos se sentaran). Los encargados del Parque me llamaron la atención porque algunos chavales daban volteretas y saltos (vea en este vídeo algunos ejemplos de sus habilidades). Tuve que hacer que me enojaba pero por dentro decía «menudo arte tienen»). El comportamiento de todos fue exquisito.

La comida en común en el merendero del Parque transcurrió sin incidentes. Las viandas manchegas se mezclaron con las rumanas en lo que fue un estupendo intercambio culinario. Tras montar en las numerosas atracciones nos preparamos para volver a «El Gallinero» y despedirnos de los que ya empezábamos a considerar amigos. Por cierto, si hubiera que poner banda sonora a nuestra excursión, sería la de «El canto del loco»; sonaba constantemente y las palmas de gallináceos y manchegos estaban totalmente compenetradas (vea este vídeo).

Contemplar sus casas y su escuelita (mantenida por Flora, la abnegada maestra que hace milagros educativos en los niños) causó una gran impresión (vean el vídeo). Algunas alumnas no pudieron reprimir sus lágrimas. Dicen que esa imagen no se les va a olvidar fácilmente. La vida es así, es bueno que sepan que hay una realidad distinta a la suya. Además queda claro el mensaje: al saber que hay un problema pueden empezar a buscar soluciones (antes ni siquiera eran verdaderamente conscientes de esta penuria más allá de noticias distantes y ajenas).

Si al principio había miedo, en la despedida había lágrimas. La tristeza embargó a mis estudiantes así como el deseo de volver a visitarles. Mientras exista este mundo del dolor no es fácil seguir jugando con la PlayStation. Creo que se les despertó la conciencia y me consta que han surgido vocaciones para dedicarse al mundo de la cooperación.

Como colofón final, el domingo, dos días después de nuestro viaje, se celebró la comunión de uno de nuestros jóvenes amigos de «El Gallinero». Como pueden ver, nuestro cocodrilo se disponía a comerse sin miramientos una de las asquerosas ratas en la parte frontal del altar.

Agradezco a mi compañero el profesor Ramón, a mi alumna Laura, a Casandra (vecina de El Gallinero) y al gran Paco Pascual (profesor de Filosofía jubilado que ha entregado al prójimo los años que le quedan) las preciosas fotografías y filmaciones que hicieron, algunas de las cuales ilustran este artículo. Si clican en ellas se ven ampliadas. También pueden ver más imágenes de la convivencia en estas dos páginas: PicasaFlickr, y organizaremos toda la documentación generada por el viaje en la web Viaje a El Gallinero de la Cañada Real. También dedicaré futuros posteos a cuestiones más concretas de este viaje.

 

Gracias también al equipo de cooperantes que sigue allí a diario al pie del cañón, al citado Paco Pascual, a María JoséJosé David así como tantos otros que no pudieron acercarse aquel día. También a Luismi, que por encima de su condición de periodista creo que es un auténtico cooperante; gracias por su vídeo que hizo para el diario ABC con el que comienza este artículo.

Para finalizar he de decir que ya llevo en mi mochila de las buenas personas que voy encontrando por el mundo a los veinticinco estudiantes que hicieron posible este viaje, uno de los que más me han marcado en mi vida: María, Isabel, Laura M., Eva, Luciano, Carmen, Alicia, Sara, Cristina, Patricia, Laura F., Verónica, Nazaret, Marta, Fernando, Irene, Beatriz, Saray, Jaime, Karina, Sandra, Francisco Javier, Inma, y Beatriz.

Ya estamos pensando en que los gallináceos nos devuelvan la visita. ¡Gracias amigos! ¡Estamos en deuda con vosotros! ¡Nos habéis ayudado a ser un poquito mejor personas!