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Irán

Irán se afloja el velo

Hace un par de días tuve una conversación con el periodista de la cadena Vocento José Antonio Corbillón acerca del levantamiento de las sanciones a Irán. Comparto con ustedes el reportaje que ha publicado hoy, en el que también se recoge la opinión de mi antiguo alumno el doctor Armin Mobarak. También se puede leer en alguno de los periódicos del grupo Vocento, como El ideal de Granada y en KioskoyMás.

Como suele ser habitual la conversación fue amplia aunque luego en el periódico solo quede plasmada una breve parte de lo que se habló. Considero que conversamos sobre asuntos más interesantes que el de la construcción, pero sin duda esta es una de las perspectivas desde la que hay que tratar de interpretar los nuevos tiempos ilusionantes que se avecinan en Persia. Si los malos del mundo no lo impiden.

Este es el párrafo que condensa la conversación:

Rafael Robles exprofesor en la Universidad Allameh Tabatabaei de Teherán ve en Irán reflejos de la España aperturista de los años 70. «Ahora están viviendo la Transición», resume este docente que coincide en que la «recuperación económica traerá la libertad». Entre los peligros destaca el de unas urbes «ahogadas por una construcción salvaje y alocada, de baja calidad. Les llevará, tarde o temprano, a una ‘burbuja inmobiliaria’». Por eso, asfixiados por una inflación que supera el 30% y un paro desbocado, los iraníes han celebrado los preacuerdos con Occidente como un nuevo amanecer.

Irán se afloja el velo 3/3

Irán se afloja el velo 2/3

Irán se afloja el velo 1/3

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España Pedagogía

La letra, ¿con sangre entra?

El periodista Alberto González me entrevistó hace varias semanas para redactar un reportaje en el suplemento Exclusive de El periódico que ha titulado «La letra, ¿con sangre entra?».  Se publicó el pasado 25 de octubre y pueden leerla en este enlace a partir de la página 16. Es curioso porque el tema del artículo se aprovecha directamente para vender ropa de adolescentes, en lo que viene a ser algo así como agresiva publicidad integrada, con escritos «ad hoc». Por si algún seguidor de este blog estuviera interesado, copio a continuación el fragmento referido a mis palabras:

“En el sistema educativo nunca habría que castigar”, sentencia el profesor de educación secundaria Rafael Robles. “Humillar y dañar son verbos incompatibles con educar. En los casos graves, como atentados contra la integridad física o psicológica de los miembros de la comunidad educativa o contra la propiedad, intervenir ya no es un asunto de los profesores, sino de las fuerzas de seguridad del Estado”, remacha.

Lógicamente, esto no significa que deban pasarse por alto los malos comportamientos estudiantiles. “Hay que actuar en el momento justo en que se produzca la infracción, pero no mediante el castigo, sino mediante el trabajo sereno y continuo de profesionales de la psicología y la orientación”. Lamentablemente, añade la misma fuente, “no existe en los institutos una figura especializada en alumnos disruptivos, por lo que cada profesor trata de sobrellevarlo como su intuición le indica, por ensayo y error, con los graves problemas que ello implica […]. Igual que hay conserjes, jefes de estudio y profesores, en todos los centros educativos deberían existir expertos en alumnos difíciles que estuvieran disponibles a lo largo de toda la jornada laboral para cuando se produjeran problemas en el aula. Incluso en casos graves se podría trabajar con ellos la terapia cognitivo-conductual [enfocada en la vinculación del pensamiento y la conducta]. Lamentablemente, no hay dinero para esto”, lamenta Robles.

Según las reflexiones de este especialista, “lejos de corregir un problema, el castigo lo aumenta […]. Promueve cierto sentimiento de desdén y desprecio en los jóvenes. Y algunos alumnos hasta transforman esa necesidad de venganza en un sentimiento de culpa”. Por otra parte –argumenta– cuando el sistema educativo castiga a un alumno también está castigando a sus padres, pues a menudo hay que buscar en el ámbito familiar el origen de graves problemas de comportamiento. “El castigo, pues, sume también a los progenitores en un desagradable estado de ansiedad que, a veces,  transforman en agresividad contra el centro o contra sus propios hijos”.

Para Robles, expulsar tampoco es educar. “Es una medida de reality shows. Un sistema educativo que se ve obligado a expulsar a un alumno ha fracasado, porque sus integrantes no saben tratar los casos difíciles. Expulsar a un estudiante es un acto de patetismo, de desvergüenza, de falta de compromiso, de iniquidad”. Además, la expulsión no deja de ser un premio para el alumno que, al día siguiente, podrá levantarse tarde, porque lo interpretará como unas vacaciones.

LA ALTERNATIVA. “Un profesor verdaderamente vocacional sufre dentera al oír la palabra castigo. Cuando uno se ve obligado a castigar es porque no ha sabido encontrar habilidades educativas, porque tiene pocos recursos, pocos conocimientos de psicología y poco amor y pasión por su trabajo”. Según este profesional, la clave está, pues, en el “diálogo y en incentivar la generosidad y el respeto de los estudiantes […]”. Subraya también la importancia del “refuerzo en forma de palabras positivas y de ánimo por parte del profesor. “Un ‘¡buen trabajo!’ dicho con simpatía motiva muchísimo a los estudiantes. La ausencia de refuerzos positivos –o decir solo lo malo y nunca lo bueno– son dos vicios intolerables en un educador”.

Finalmente, Robles relaciona la importancia que se otorga al castigo en la escuela y el nivel económico de un lugar: “Como España es un país arrasado por la crisis-estafa que implica que haya hasta 44 alumnos en las clases de bachillerato, el recurso del castigo es más recurrente. Es más fácil que tratar el problema cara a cara, con tiempo, con mimo”.

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Filosofía Pedagogía

Filosofía para adolescentes


Ya se puede encontrar en los quioscos la revista Filosofía Hoy de febrero en la que me han publicado un artículo titulado «La clase de filosofía».  Este es:

Cuando entro en el aula mis estudiantes me esperan dispuestos en forma de “U” porque para dialogar hay que mirarse a los ojos y no a los cogotes. Así sentados puede dar comienzo un diálogo efectivo.

En esta ocasión comparto un texto de Deleuze que cautive a los alumnos porque de nada sirve enseñar a quien no desea aprender. Un voluntario comienza la lectura en voz alta: “Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz…”. Durante la lectura sosegada, bien vocalizada, paladeando cada una de las palabras, las caras del alumnado muestran sorpresa y cierta indignación.

Creo que mi primer objetivo está cumplido porque consigo inducir un estado mental que propicie el pensamiento. No es un texto aburrido ni pedante de los que tantas vocaciones filosóficas han destrozado. A continuación mi labor se centra en que los estudiantes den a luz sus pensamientos, como cuando Sócrates hacía de partera.

Soy el facilitador de la comunidad de investigación, no el profesor que da una clase magistral inane, vana, fútil; es tan inútil como pedir que copien apuntes. Mi preocupación es formular buenas preguntas, matizar y conceptualizar las ideas que van apareciendo.

Hoy toca Deleuze, pero otros días organizo el debate sobre un capítulo de los libros de Lipman o de Sharp, sobre Luces y sombras de García Moriyón, sobre Pensando juntos, construyendo libertad del equipo de Marta Aja, sobre El juego de la argumentación de Tomás Miranda, sobre párrafos de las novelas de Sánchez Alcón, sobre los provocadores textos de Brenifier, sobre asuntos de exclusión social tratados por Lago y Paco Pascual, sobre los materiales del grupo IREF. También sobre noticias de actualidad, textos clásicos, fragmentos de películas, poemas…

Intento que surja el pensamiento crítico, independiente, cuidadoso, creativo y liberador entre los participantes que se educan en comunidad. Deseo que mis alumnos se conviertan, como dijo Lipman, en un grupo de científicos que van a colaborar juntos. Los alumnos aprenden entre ellos. Casi sobro.

No tengo miedo a perder el tiempo. Es preferible entender bien un concepto que obsesionarse con el cumplimiento de la programación didáctica. Me preocupo de que los alumnos no intercambien opiniones, sino argumentos. Que se centren en la búsqueda de la verdad porque la alternativa es asunto de contertulios de la telebasura, de misólogos y de filótopos.

Evalúo sus intervenciones sin que se percaten e intento ser solícito, cuidadoso y cordial, pero a la vez exigente. No me gusta calificar porque implica una coacción, pero es preciso que cuando yerren al argumentar se les corrija en base a unos criterios claros.

Tras el debate deben consolidar lo aprendido. Al inicio de la siguiente clase, como siempre, se lee el diario del día anterior. Se comentan las disertaciones y vídeo-disertaciones personales, en las que se plasma una opinión más reposada, ajena al inevitable ímpetu de los debates. Me gusta que el diálogo también se extienda por las redes sociales y que la comunidad de investigación sobreviva más allá del aula. No en vano es una preparación para la vida.

Audio del artículo

 

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España Pedagogía

En el periódico Diagonal

DiagonalEl periódico Diagonal se puso en contacto conmigo hace varias semanas para preguntarme acerca del uso de las tecnologías de la información y de la comunicación en la educación. Ya está disponible el número en el que aparece el artículo titulado «Pedagogía con herramientas colaborativas» firmado por Joanna Walkowicz.

Comparto con ustedes los fragmentos referidos a mis opiniones, por si fuera de su interés. También opinan el profesor de software libre y e-learning Gregorio Robles (aunque compartamos apellido no somos familia ni nos conocemos) y la de José Luis Lupiánez, miembro de la CEAPA que trabaja en el desarrollo de las nuevas tecnologías educativas.

“Educar consiste, entre otras cosas, en enseñar a los estudiantes las mejores formas para acceder a la información y así facilitar su integración en la sociedad como ciudadanos responsables, autónomos, críticos, reflexivos, comprometidos y solidarios”, expresa el profesor de filosofía Rafael Robles, quien introduce las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en sus clases.

Rafael Robles afirma que “las TIC bien utilizadas en el aula permiten acceder a contenidos que antes eran inaccesibles y posibilita que los estudiantes interactúen entre ellos y con miembros ajenos al centro educativo en proyectos colaborativos”.

También se hace referencia a Filotic, aunque se da una dirección antigua del proyecto. La dirección activa es esta. Sobre ella se dice:

Portal de intercambios didácticos sobre la filosofía y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Filotic.wikispace.com/filotic https://www.rafaelrobles.com/wiki se creó como lugar de interacción entre profesores de la materia, pero ha pasado a ser un espacio que alberga contenidos de útil consulta para profesores de filosofía en educación secundaria.

Pueden leer el artículo completo en estos enlaces: I y II ( licencia BY-SA).

También comparto con ustedes las respuestas que di a las preguntas, que en el artículo se ven muy resumidas.

 

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El español en la maleta Pedagogía

Sobre mi participación en el programa de radio «Más escuela»

El pasado lunes 6 de febrero participé en el programa «Más escuela» en Radio F.A.P.A. de la URCM presentado por Juan Cruz y Arancha Ventura. Puede escucharlo completo en este enlace y mi intervención concreta dando al play en el siguiente reproductor: [haiku url=»http://dl.dropbox.com/u/14526981/Entrevista%20en%20URCM%20Radio%20programa%20Somos%20escuela%206%20de%20feb%20de%202012.mp3″ title=»Entrevista»]

Tratamos los siguientes asuntos:

1. En la primera pregunta Juan Cruz indica que «al parecer esta asignatura desaparece porque es improcedente». Explico la cuestión del insulto a los miles de profesores de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos a los que el Ministro de Educación nos ha tildado de adoctrinadores, como si fuéramos una especie de sacerdotes laicos. Lo explico más extensamente en mi anterior posteo «Educación Cívica y Constitucional«.

2. El presentador alude a que del nombre de la asignatura desaparece la parte de «Derechos Humanos», parte que quizá moleste al gobierno. Respondo que la Constitución bebe de los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que no creo que esto ofenda al nuevo gobierno filoneoliberal porque, entre otros, el artículo 17 habla del derecho a la propiedad y ya saben ustedes que los neoliberales no serían nada sin su obsesión por la propiedad (por querer apropiarse de todo usando de medios inmorales). Igualmente aludo a la paradoja que supone el cambio en esta asignatura. En cualquier caso siento simpatía por la política liberal, porque está basada en la libertad bañada con moral, pero el neoliberalismo realmente existente carece de sujeción moral alguna y está plagado de un utopismo sanguinario que hay que frenar cuanto antes.

3. A continuación Juan Cruz lee textualmente las siguientes declaraciones del ministro: «Proponemos una asignatura cuyo temario esté libre de situaciones controvertidas y susceptibles de adoctrinamiento ideológico». Respondo aludiendo de nuevo al insulto y al intento de armar gresca como escribía el pasado domingo José Antonio Marina en su artículo «Despertar al diplodocus«. También aludo al trending topic #wertgüenza.

4. Se alude al posible intento de contentar a sectores fundamentalistas religiosos. Respondo diciendo que no lo sé, pero que el artículo 1 de la Constitución dice claramente que debemos defender la igualdad y el pluralismo político (la diversidad).

5. Se alude al concepto de igualdad o equidad. Respondo que como el Ministro no habla claramente no puedo juzgar, no sé lo que realmente quieren decir, hay que leerles entre líneas lo cual es absurdo.

6. Se habla sobre el adelanto del Bachillerato y comento que quizá haya que destinar una nueva remesa de dinero a los colegios concertados para implantar estos nuevos estudios  en una edad en que los estudiantes están obligatoriamente escolarizados.

7. Seguimos tratando el tema del nuevo primero Bachillerato y los resquemores que eso puede despertar. Aludo a la pendiente resbaladiza y que me falta estar en las cloacas del poder para poder juzgar en qué acabará esto.

8. Se trata la valoración del ministro con sus muchos datos estadísticos. Respondo que los datos se pueden manipular en un sentido o en otro y que el único dato que conozco es que se está recortando salvajemente en educación. Digo que recortar en educación en medio de una crisis es como recortar en hospitales en medio de una epidemia de lepra.

9. Juan comenta que estaré en Telemadrid con la camiseta verde en el programa «Las noches blancas» hablando de El español en la maleta. Sin embargo anoche, fecha en que me dijeron que se emitiría tras haberlo grabado hace unos días, estuve esperando para verlo pero no lo emitieron; quizá hayan cambiado la fecha para más adelante.

10. Después se trata el tema del ambiente en el claustro que yo entiendo como de absoluta indiferencia ante las nuevas medidas porque en realidad no han explicado el modo de concretarlo. Mi hipótesis es que se trata de salir en la foto y que no hay mejor forma de demostrar quién manda en un país que cambiando, nada más llegar al gobierno, el sistema educativo.

11. Para terminar hablamos sobre la conveniencia o no de obligar a un joven de quince años a decidir sobre su futuro. También comento que no van a disminuir la edad obligatoria de estudio porque ello supondría la salida al mercado laboral de varios cientos de miles de desempleados.

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España Filosofía

En el programa de Fernando Sánchez Dragó con la camiseta de la #mareaverde

El próximo ocho de febrero dieciocho de abril veinticinco de abril emitirán «Las noches blancas», el programa presentado por Fernando Sánchez Dragó en Telemadrid, en el que se habla de nuestro libro El español en la maleta. Se grabó el pasado viernes trece de enero. Es la segunda ocasión en que tengo el placer de asistir a este programa de nictálopes, insomnes y lectores voraces.

El profesor José Pazó junto a Dragó comentaron sus impresiones sobre el libro y me plantearon algunas cuestiones sobre su génesis y acerca de las vivencias docentes fuera de España. Lo reseñaré detenidamente dentro de unos días, tras la emisión del programa.

El motivo de este posteo es comentar brevemente la segunda parte de la grabación, dedicada a sugerir una lectura y condenar otra. Recomendé el extraordinario e indispensable La doctrina del shock de Naomi Klein, por ser un libro con el poder de resquebrajar racionalmente las convicciones buenistas e ingenuas de los liberales contemporáneos (el liberalismo es una utopía preciosa -que a mí me seduce- pero sanguinaria en su práctica -sobre todo cuando soslaya los principios morales-, similar a su contrario e igualmente macabro comunismo no-democrático).

Lo anecdótico -y creo que pertinente porque se trata de la televisión del gobierno autonómico más neoliberal de España- es que aproveché este momento para desabrocharme la camisa y mostrar la camiseta de la #mareverde que reivindica una educación pública de calidad y que simbólicamente exige que finalicen los despreciables latrocinios que se ejercen desvergonzada e irresponsablemente sobre el sistema educativo público para satisfacer las nefastas y vomitivas políticas neoliberales que nos han introducido en la crisis-estafa y que nos abocan a ampliar injusta y estrepitosamente la brecha social, aniquilando el principio básico constitucional de la igualdad de oportunidades. El mensaje que quería dejar está claro: Recortar en educación en medio de una crisis-estafa es como recortar en hospitales en plena epidemia de lepra.

El ejemplar que arrojé al cajón de los libros perjudiciales es Caminos de servidumbre, del padre del neoliberalismo Hayek, por razones obvias. Al finalizar la grabación regalé La doctrina del shock al presentador que aceptó cordialmente.

Dragó ha concedido entrevistas provocadoras y ha escrito artículos incendiarios contra el 15M y el sistema público que no acabo de comprender; paradójicamente el conocido escritor cuenta con su programa televisivo de minorías gracias a los impuestos que financian a la televisión pública madrileña; un espacio de estas características difícilmente tendría cabida en un canal privado por ser dudosamente rentable. A nivel personal es muy afable e incluso se brindó a intervenir en alguna de las asambleas del movimiento 15M (simplemente debe acercarse a la Puerta del Sol un domingo a las 12 y pedir la palabra). Su temor -en mi opinión infundado- es que este tipo de movimientos deriven en una guerra civil; me sorprende que ignore que la fuerza del 15M estriba en su pacifismo y su método dialógico.

El programa se podrá ver a la 1 de la madrugada del 8 al 9 de febrero 18 al 19 de abril en Telemadrid o en su web en el apartado «Emisión en directo». Cuando cuente con la grabación la comentaré para aclarar algunos puntos que se me quedaron en el tintero. Uno no es muy consciente de lo que ha dicho y hecho hasta que no se ve.

Doy las gracias a Sánchez Dragó y a su equipo por la amabilidad que tuvieron al concederme unos treinta minutos del preciado tiempo televisivo. Además sé que no lo censurarán porque el presentador cree en la libertad de expresión y, de hecho, ni siquiera le gusta que editen sus programas por entender que es una forma de manipulación.

Les dejo con el vídeo «Caminando juntos» sobre la verdadera marea verde que no quieren mostrar los medios de comunicación españoles vendidos a intereses turbios (gracias a Leonor por enviarlo):

 

ACTUALIZACIÓN

Así quedó la parte del programa a la que aludo en este escrito. Si quiere verlo completo puede ir a este enlace.