Un profesor, para serlo bueno, ha de mostrar el mismo mecanismo psicológico del poeta y del científico. Las tres profesiones buscan lo mismo por diferentes caminos. En la búsqueda de la excelencia, el docente debe apelar a su instinto creativo e incitar a los estudiantes a aprender por sí mismos y a que construyan su propio conocimiento según sus intereses intelectuales. Dar con la sustancia adecuada que aniquile elementos patógenos en el organismo o esculpir la ingente piedra linguística para obtener un bello poema requieren de la misma energía psíquica que hace que un profesor entre en estado de flujo con sus alumnos en el aula.
Así se obtiene la excelencia, enviando al averno adocenamientos, desdenes, holgazanerías, desmotivaciones y carencias de sentido que suelen apoderarse de todos algunas veces.
Comentarios
Autor: carlos
la creatividad no se puede ejercer al menos que hablen todos profesor y alumnos el mismo idioma, y no me refiero linguistico. Ahi un proceso previo hasta que todos estamos en el mismo barco y con un mismo destino
Fecha: 03/03/2005 09:52.
Autor: maggy
Totalmente de acuerdo,con el autor del articulo ¡Vale!
Fecha: 03/03/2005 11:30.
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