Por la frontera entre República Dominicana y Haití hay dos productos que cruzan constantemente hacia tierras occidentales: plátanos y hielo.
El hielo es un bien escaso en Haití, un producto de lujo solo accesible a los diplomáticos y a los funcionarios de la la ONU. Los pocos alimentos que existen se recogen el mismo día en que se consumen por esa carencia de frío.
La ausencia de hielo, de congeladores, es uno de los factores que aumentan la pobreza del este país. Alguna ONGD debería dedicarse a facilitar congeladores industriales para estimular la deteriorada economía del país.
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