En República Dominicana la palabra «provisional» está en boca de todos aunque no signifique nada. Hace unos días nos enviaron unas cajas con material didáctico pero, como no queríamos pagar todos los impuestos de golpe, nos hicieron una «entrega provisional» aunque jamás reclamarán el resto del dinero. Ahora mismo llega la abogada de Onè Respe y dice que ha conseguido una pensión alimenticia «provisional» para un niño pobre, aunque sabe que será de por vida. Yo, mientras tanto, continuo en mi estado permanente de provisionalidad: en diez días escribiré desde Teherán.
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