Los jueves es muy normal encontrarse con cajas de galletas y de pasteles abiertas para que las gentes que pasean se sirvan ellas mismas. Suelen encontrarse en las mezquitas, en los centros comerciales y en las plazas situadas en sillas, mesas o en el mismo suelo. Es una tradición más para honrar a los muertos. En España todos nos abalanzaríamos ansiosamente a comerlas como el Monstruo de las galletas, pero en Irán el respeto es máximo e incluso las dulces viandas no se suelen agotar. El pueblo persa tiene un sentido de lo sagrado que vive de forma mucho más intensa que Occidente.
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