Daniel Cassany ha escrito un libro muy importante sobre el hecho de leer; lo ha titulado Tras las líneas. Sobre la lectura contemporánea y lo ha editado Anagrama en 2006. El autor nos dice que hay que prestar mucha atención a lo que hay detrás de las líneas de los textos -la ideología- para poder ejercer una mirada crítica que ponga en evidencia los intereses velados -conscientes o no- de quien escribe.
Para ayudarnos a desvelar las engañifas ocultas en los textos (que se encuentran incluso en su propio libro, como el autor confiesa) Cassany analiza minuciosamente algunos textos de forma sistemática y en base a unos estudiados criterios que muestra a lo largo de varias tablas explicativas.
Presta una especial atención a las tecnologías de la información y de la comunicación: «El discurso ya no sólo se compone de letras: también tiene fotos, vídeo, audio, repreoducción virtual, etc» (p 178) y alude a la hipertextualidad, ese fenónmeno que enriquece sobremanera los textos y que alcanzan en los blogs su máxima expresión.
Recomendable para todos los que enseñan a pensar, los que trabajan con textos en la clase y, sin duda, a los que disfrutan del placer de leer.
Les dejo con una reflexión crucial que hace el autor y que, lamentablemente, muchos se obstinan en soslayar:
Los niños de hoy serán adultos en el 2020. ¿Qué futuro tiene para ellos aprender a escribir hoy só lo con lápiz y papel? El niño que está sentado en clase el martes por la mañana, componiendo una redacción con lápiz…, ¿qué motivación tiene para escribir así?, ¿qué sensación debe tener?, ¿qué debe pensar si en su casa tiene banda ancha, si cuando levanta la mirada ve por la ventana al empleado de la empresa de enfrente de la escuela, sentado ante una maravillosa pantalla plana, con verificador ortográfico, corrector de estilo y programa de traducción asistida?
Para los niños de hoy, adultos del mañana, leer y escribir ya debería ser manejar webs, elaborar hipertextos, correos electrónicos, conversar a través de chat o utilizar programas de verificación ortográfica y traducción asistida, además de tomar notas con papel y lápiz y leer libros de tapa dura.
Es crucial también conocer el concepto de iteracidad informativa ya que los profesores deberemos trabajarla en el aula cada vez con mayor intensidad. Cassany lo define como (p 222):
La capacidad de buscar, encontrar, evaluar y manejar datos en una biblioteca electrónica tan descomunal como Internet. Leer ya no es solo comprender las líneas o lo que hay detrás, sino poder encontrar lo que interese en el océano enfangado que es la red.
Para obtener más información sobre este excelente libro no dude en visitar la web oficial de Cassany.
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