Dice el panfleto que:
Si los jóvenes son más díscolos y apáticos que nunca no es debido a ningún cambio social, es el resultado de una educación equivocada (p 17).
Preguntas retóricas: ¿Hay más droga hoy o hace 30 años? ¿y diversiones? ¿y televisores? ¿y consolas? ¿y madres y padres trabajando? ¿y dinero? ¿y profesores apáticos? La respuesta es sí, es decir, la sociedad ha cambiado drásticamente y eso se nota en el aula, que es un reflejo de ella. (Es tan obvio que tengo la sensación de estar escribiendo para «parvulitos»). Por tanto las formas de educar deben cambiar y la pedagogía, eso que tanto odia irracionalmente, da muy buenas ideas para romper la apatía juvenil.
Ya que el profesor que ha escrito el panfleto lleva más de treinta años dando clases sería interesante saber si fue capaz de transmitir a sus ex estudiantes pasión por las matemáticas (su asignatura) o si han acabado despreciándola. ¿Cuántos se dedican a la ciencia exacta? Más que entrevistar al docente sería bueno hacerlo a sus estudiantes para constatar que lo que él propugna -la autoridad y la exclusión de los más débiles- es lo mejor para transmitir pasión por la asignatura. ¿Algún lector de este blog ha pasado por sus clases?
Dejo a los entusiastas del panfleto (en el que han encontrado una forma de resolver su disonancia cognitiva) unas imágenes que quizá les ayude a comprender lo del cambio social con más facilidad (vía):
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