Educación igualitaria

Dice el panfleto que

Tampoco ha conseguido nada la reforma, en contra de lo que muchos piensan, una educación igualitaria, porque cuando la enseñanza pública se degrada hasta tales extremos, salen ganando los que pueden pagarse un colegio privado (p 16).

Un niño cuyo padre es alcohólico y la madre le grita todos los días tiene el mismo derecho a estudiar que el niño cuyos padres crean un clima de amor y concordia en su hogar. No se pueden imaginar la cantidad de familias rotas en las que el ambiente de estudio es imposible o, cuando menos, mucho más desfavorable que aquellos que sí que cuentan con estabilidad en el seno de la familia. Por suerte la educación pública también piensa en los que lo tienen más difícil, incluso en aquellos que complican la labor diaria a los profesores por su comportamiento aprendido en casa.

Siempre digo a mis estudiantes que las nuevas tecnologías permiten aprender al ritmo que cada uno se proponga y orientando sus conocimientos según su vocación. El límite se lo ponen ellos y yo les sirvo meramente como facilitador. Donde estriba la función importante del profesor es con aquellos jónvenes que no estudian porque es imposible hacerlo en sus circunstancias. A mí se me caería la cara de vergüenza  proponer la expulsión del sistema a los chavales cuyos modales dejan mucho que desear porque sus familias no les han sabido inculcar valores.

En segundo lugar la enseñanza privada lo único que hace es juntar a los señoritos y señoritas de familias bien. En ese sistema lo de menos son los profesores o las clases; lo importante son los contactos y amistades que fraguan estos hijos de ricos para reproducir las condiciones de producción en las siguientes generaciones. Deberíamos tender a una educación pública pero con la filosofía de trabajo de la gestión privada, como hacen en Estados Unidos.

Además, son muchísimos los centros privados (no solo la elitista a la que se refiere el panfleto), de orientación religiosa, que acogen sin apenas recursos a los desheredados del sistema que ni siquiera son asumidos por los centros públicos. Su labor es crucial.

Ojalá siga habiendo educación igualitaria pero no igualadora.

Loading


Comentarios

34 respuestas a «Educación igualitaria»

  1. ¡Cuánta lucidez y qué clarito queda todo! ¿Por qué no tuve yo un profesor de filosofía como tú? Seguro que me hubiera decantado por ella. Visitar cada día esta web es refrescar el espíritu. Saludos

  2. «En segundo lugar la enseñanza privada lo único que hace es juntar a los señoritos y señoritas de familias bien»…Pues bien, échenle un vistazo a
    http://igualdad3000.blogspot.com
    o
    http://elblogdejuanjo.wordpress.com
    o
    http://ramoncastro.es

    no digo más.

  3. Acabo de firmar la solicitud en http://ramoncastro.es/protesta.php#

  4. Estimado Rafael Robles, me ha parecido muy interesante este post (como el resto de tu blog), y como muestra de ello, me atrevo a señalar y comentar algunos puntos con los que no estoy en absoluto de acuerdo contigo.

    1) “Por suerte la educación pública también piensa en los que los tienen más difícil, incluso en aquellos que complican la labor diaria de los profesores por su comportamiento aprendido en casa”.

    Es falso que la educación pública piense en los que lo tienen más difícil. De hecho lo que ocurre es lo contrario, la educación pública ha metido a todo el mundo en el mismo saco. La tan cacareada ‘atención a la diversidad’ se ha convertido en eso, un mero cacareo; eso sí, debidamente recogido en cientos de papeles, programaciones, unidades didácticas, etc., pero inviable dado el actual organigrama de la educación. Por otra parte, creo que es demagóngico hacer equivalentes a “los que lo tienen más difícil” con “los que complican la labor de los profesores”. Los alumnos que complican mi labor como profesor son los que me plantean dudas, los que preguntan en clase, los que me exigen un nivel de conocimientos elevado y actualizado, los que me piden bibliografía complementaria, etc. Yo estoy encantado con estas complejidades, desgraciadamente escasas. Esos a los que parece que Rafael Robles se refiere no complican mi tarea, simplemente me impiden realizarla. Y por cierto, los que me impiden realizar mi tarea, no son necesariamente los que proceden de familias desestructuradas.

    2) “El límite se lo ponen ellos y yo les sirvo meramente como facilitador”.

    Si el límite se lo ponen ellos, claro que el profesor es un facilitador, perdón, un ‘mero’ facilitador. Si seguimos dando ‘facilidades’ podemos estar convencidos de que conoceremos tiempos muy malos. No sé qué pinta tendrá un ‘facilitador’, y menos un ‘mero facilitador’, pero los mejores profesores que he tenido me lo pusieron muy difícil y me enseñaron a enfrentarme a esas dificultades y resolverlas. Afortunadamente no dejaron que me pusiera yo el límite sino que me llevaron a mí al límite. Al principio, recuerdo, nos parecía imposible llegar, y nos quejábamos, y maldecíamos… pero al final llegábamos, oiga. Claro que no todos… es lo que tienen los límites.

    3) “Donde estriba la función importante del profesor es con aquellos jónvenes que no estudian porque es imposible hacerlo en sus circunstancias.”

    Bien, resulta que con los ‘buenos’ somos ‘meros facilitadores’ y con los que no estudian ‘porque es imposible hacerlo en sus circunstancias’ nuestra función empieza a ser importante. Pues no, nuestra función es importante también con los que sí pueden estudiar. Es más, yo diría que es con ellos con los que podemos desarrollar una función realmente importante y no sónlo como ‘meros facilitadores’. Hay muchas circunstancias que pueden impedir que un alumno pueda estudiar. Si hablamos de la cuestión familiar, llámenme antipático, pero creo que no es asunto del profesor. Ahí no tenemos ninguna función, primero porque no podemos hacer nada, segundo porque además no debemos. Lo que sí podemos hacer y además debemos hacerlo es garantizar que ese alumno que no tiene en casa un ambiente de estudio, lo tenga, al menos, en el centro. A mí se me caería la cara de vergüenza si un alumno que no puede estudiar en casa debido a un ambiente de discusiones, peleas, faltas de respeto, etc., encuentre que tampoco puede estudiar en el centro porque el ambiente es tan malo como en su casa. O peor. Y lo mismo son los que viven en la casa de la pradera quienes arman camorra en clase. Vaya usted a saber.
    Insisto, si la familia no ha sabido inculcar modales a su hijo, no es problema nuestro, y menos de los compañeros del niño. Un profesor no es una monjita ni un misionero. Ni siquiera es un voluntario de una ONG. Es ‘meramente’ un profesor. No se trata de expulsar a nadie del sistema. Se trata de lo contrario: integrar en el sistema. Si un alumno, debido a sus modales, impide que la clase se desarrolle con calidad, entonces el lugar del alumno EN el sistema no es ese, es otro. Y no me importan las razones por las cuales ese alumno sea un maleducado (perdón por la crudeza). Al médico le da igual si mi hueso se ha roto en una pelea o al caerme por las escaleras: el tratamiento es el mismo. Si un alumno carece de modales por culpa de su familia, es normal que tenga problemas, pero es una víctima de su familia, no del sistema educativo. Y lo peor es que seguirá teniendo esos problemas aunque tope con un ‘mero facilitador’ que, lo lamento mucho, tampoco conseguirá enseñarle modales. Ni nada. La cara sí que se nos tiene que caer de vergüenza, una vez más, cuando un chaval, en cuya casa sus padres se han esforzado siempre por darle una buena educación, se ‘pervierte’ en el colegio por culpa de la permisividad de los profesores.

  5. Estoy completamente de acuerdo con Felipe. Los profesores no son asistentes sociales. Y cada vez me encientro a más alumnos -buenos alumnos, con educación e interés- que se lamentan con amargura de que durante los años de la ESO no aprendían en clase porque los profesores andaban poniendo orden, o tratando de enseñar modales a quienes debían venir bien educados y disciplinados de casa. Eso es un fraude para los alumnos que tienen interés, que son prcisamente con los que más fácil sería obtener buenos resultados. Y sis sus padres se los pueden llevar a una escuela privada donde en vez de asistentes sociales y facilitadores haya profesores y un sistema que garantice un clima de estudio, lo entenderé perfectamente. Y me alegraré por ellos.

  6. Efraim: si se dejan las normas claras el primer día de clase, si se es serio y no se tolera ni una con rigor pero con amabilidad, si se toman medidas inmediatamente se produzca una falta de respeto, si se habla a solas con el alumno, con sus padres… En fin, que son muchos (la mayoría) los profesores que mantienen el control de sus clases y pueden impartirlas.

    Por cierto, me interesa mucho tu proyecto de «Ciudadanos para el progreso».

    Felipe: facilitador no significa dar facilidades, sino orientar (Freire usaba este término). A los que pueden aprender por sí mismos se les orienta y se les invita a profundizar por ellos mismos. Con los alumnos más difíciles hay que estar encima. Considero que los profesores sí somos también trabajadores sociales y psicónlogos. No somos simples transmisores de conocimientos.

    Considero que las TIC permiten a los alumnos más aventajados aprender de forma autodidacta bajo la orientación del profesor. Los menos aventajados requieren de nuestra atención; va en nuestro sueldo y si no lo quieres asumir lo dice y nos obliga la ley: una ley buena pero que pocos saben/quieren llevar a la práctica.

  7. Las respuestas a Efraim y Felipe las doy con el máximo de los respetos y desde la modestia a la que me invita este tema tan delicado y en el que es muy difícil contar con el 100% de la razón. Esta discusión me hace reflexionar y eso lo agardezco mucho.

    Luis, gracias por la información (ya la conocía pero no me decidí a firmar hasta que tú lo mostraste aquí.).

    Pilar, gracias.

  8. Me apresuro a decir que no soy responsable de ciudadanos parael progreso. Si he coloccado un enlace a esta web en mis datos es porque suelo opinar allí, en los ocmentarios, porque hago mías buena parte de las opiniones de sus miembros y, sin más, porque deseo promocionar un proyecto que me agrada. Pero todo el mérito de ese proyecto es de otras personas, bastante más preparadas que yo.

    Rafael, lo de que me cuentas de la disciplina… gracias. Pero me parecen obviedades. PErsonalmente no tengo grandes problemas ocn la disciplina, quizá porque doy clase de 4º de la ESO para arriba, y porque no me toca dar matemáticasen un 2º de la ESO ni cosas así.

    Lo que ocurre es que hablábamos de otra cosa. Hablábamos del niño del padre alcohónlico y la madre histérica, y de su derecho a estudiar. Y hablábamos de cónmo colcarnos en quienes de entrada son refractarios a la enseñanza sin descuidar a quienes desean aprender. Si la solución que se propone es convertirnos en facilitadores a través de las TICs, y dedicar la mayoría de nuestros recursos en quienes menos disposición muestran por aprender, no estoy de acuerdo. ¿Qué pasa entonces con esa gran cantidad dealumnos que quieren aprender pero que también necesitan una gran atención por parte del profesor? ¿Y con aquellos que podrían aún llegar mucho más lejos si les dedicáramos más tiempo? ¿Y con quienes piensan que es injusto que le profesor dedique más tiempo a quien peores modales muestra? Lo siento pero no me convence. Y menos me convence aún la idea de que los alumnos aprendan con las TICs al ritmo que ellos mismos se marquen.

    Un cordial saludo

  9. Avatar de alberto
    alberto

    Felipe, Efraim, ¡la ley les obliga!. Hace un par de días salión el genial desarrollo del genial currículo: hagan el favor de dar competencia emocional, y déjense de milongas anacrónicas. ¡Son Vds. uno velocirapores educativos! ¡hagan cursos de pedagogía! ¡psicopedagogía! ¡tics!. ¡EL FALLO ES SUYO! ¡SE LES DEBE CAER LA CARA DE VERGUENZA!
    Y, ahora en serio. Un post como el de Felipe, tan absolutamente obvio, claro, incontestable, no admite ni un sónlo pero, ni una réplica. Enhorabuena no ya por la forma: enhorabuena por el fondo. Lo que cuenta Felipe ES. No es cuestión de que no exista humanamente el 100% de razón en ninguna postura, es cuestión de realidad, tozuda realidad, por encima de leyes, voluntades o ideologías. Y Felipe la tiene. Claro que sónlo para el que esté abierto a ella…
    Y, por qué no, también es cuestión de honestidad. No subjetiva, no: honestidad en sí misma. Como los de la performance de Blade Runner de hace un par de días tenemos más mala leche en las formas tratamos temas similares pero desde otro enfoque.. Si bien apuntábamos algunas ideas que, en la tradición de la sospecha, nos permiten «interpretar» un post como el de Rafael tan… flipante…. como el que desmonta, de pe a pa e incontestablemente, Felipe…. y que no pase nada, que la maquinaria siga… Ya saben, Marx, Nietzsche, Freud…. ¿por qué se mantienen ficciones de tal calibre? ¿por qué alguien es capaz de leer un post incontestable como el de Felipe y no desmonta un chiringuito que lo contradice, no se desdice, no se autorefuta, no aprende?, no pide perdón a todos los que, sugería, se nos debía caer la cara de vergüenza?
    Ahora bien, las sacrosantas nuevas tecnologías lo dejan todo, como diría Vattino «achatado en el plano de la contemporaneidad». Otro diario vendrá, para mayor gloria de los que se crean en ella, otros post que apuntaralarán las ficciones y, en estos tiempos que nos ha tocado vivir… la ley les dará la razón!
    Preveo malos tiempos para los velociraptores/profesores que somos en el mundo.

  10. Así es, la maquinaria sigue. Por fatal que esté el sistema educativo (como siempre) sigue habiendo médicos excelentes, abogados, reponedores de supermercado y hasta profesores de filosofía. Los estudiantes siguen entrando a las 8:30 de la mañana y saliendo a las 14:30. Los padres siguen preguntando a sus hijos si han hecho la tarea… Todo eso, lo de siempre, y además incluyendo a los que antes se despreciaba.

    Alberto, me gusta mucho tu estilo de escritura (quitando el componente demagóngico).

    Efraim, las TIC hoy en día no son determinantes en el mundo de la educación, pero están avanzando tanto que sospecho que acabarán revolucionando (para bien) todo esto. Investigamos para ver sus posibilidades. En cualquier caso en los años que llevo dando clase nunca me he encontrado con un solo alumno-imposible que destroce el desarrollo de una clase o que frene el discurrir razonable de la misma. A lo mejor es que he tenido suerte.

  11. Hola Rafael. Desde un punto de vista puramente metodolóngico, ya sabes que una primavera no hace verano. Que exista un prfesor a quien ningún alumno es capaz de reventarle la clase es completamente irrelevante. Arroja luz sobre lo magnífico profesor que es él, pero no sobre le problema, que necesariamente se refiere al sistema educativo como tal, ne el que a diario muchos porfesores se declaran desbordados para dar sus clases.

  12. ¿Muchos? ¿Cuanto es muchos? Ese «muchos profesores» es lo que determina el diagnónstico de nuestro sistema eductaivo. ¿Más de la mitad? ¿Más del 80%? Por lo general en los institutos suele haber un porcentaje (digamos un 20% más o menos) de profesores que tienen problemas para dar sus clases, pero el 80% restante hace su trabajo bien.

    Lo de magnífico profesor no tiene nada que ver con esto. En España parece que cuando alguien intenta hacer bien su trabajo (ni siquiera digo que lo consiga), sobre todo en la enseñanza, le llaman trepa y se gana mala fama. Así nos va.

  13. Avatar de Efraim
    Efraim

    Rafael, en España hay muchos males, pero a ti nadie te llama trepa, o nadie ha venido aquí a llamártelo. Simplemente te he replicado que ponerte tú mismo como ejemplo es un brindis al Sol.

    De todos modos, experiencia personal por experiencia personal: no tengo grandes problemas en 4º de ESO, ni en Bachillerato, pero cuando me he enfrentado a una Alternativa a la Religión en 2º de la ESO o en 3º y he tratado de hacer algo más que ponerles el club de los poetas muertos me las he visto y me las he deseado. Por ejem plo suelo intentar dar algo de historia de las religiones, y el resultado suele ser el motín («esto no es religión, es alternativa»). Pero hay algo peor: sé que existen alumnos dispuestos a aprender, así que creo que debo intentarlo por ellos. Porque, como digo, hacer un ejercicio de entretenimiento me resultaría más o menos sencillo. Dar clase, incluso tratando de que sea lo más amena posible, pero que también incluya conceptos histónricos, alguna fecha o siquiera un eje temporal donde ubicar acontecimientos etc… Eso sónlo lo consigo a costra de enseñarles los colmillos a los alumnos. Pero, ea, lo consigo.

    De lo que ya me siento completamente incapaz -a lo mejor es incompetencia propia, pero me temo que no- es de conseguir que el hijo del alcohónlico del que tú hablas en tu mensaje (que es lo que me hace caer rendido ante ti) aprenda además la geografía del Israel bíblico, o sepa qué es la Égira, o más o menos sea capaz de situar sobre un mapa qué países son ahoritariamente budistas, o protestantes. Es más, la maoría de las veces, ese muchacho acaba consuiendo buena parte de los recursos que debo repartir entre todos porque se aburre y de dedica a incordiar, con lo que gasto bastantes minutos (que deberían ser para todos) en atenderle (reprenderle) a él.

    A lo mejhor el probelma es mío por no ponerles el club de los poetas muertos, pero en el Proyecto Curricular de mi centro dice que debo explicar historia de las religiones. Además hay una justificación muy interesante de por qué debo explicar eso: las religionesson un dato cultural cuyo conociimiento es imprescindible dada su enorme influencia… etc., etc. Si, además, suele haber un 20 o un 30 por ciento d alumnos que estarían perfectamente dispuestos a recibir esas clases y a aprovecharlas, creo que no impartírselas es estafarlos. Al resto, a los que se aburren o pasan, me comprometo a mantenerlos a raya, en su silencio forzoso y a observarlos como un centinela de Fort Apache. PEro no me vengas con que, además, coloque a «los buenos» delante de un ordenador para motivar a los que más pasan y a los que no poseno ninguna garantía de poder motivar. Porque no lo pienso hacer. Y no lo piensdo hacer por esa falta de garantías en primer lugar, y en segundo lugar porque creo que los alumnos con interés se merecen algo más. DEspués de todo ellos acabarán, presumiblemente, financiando nuestras pensiones y las subvenciones de desempleo de sus compañeros ¡Bendito «Estado social»!

    Saludos

  14. Vaya por delante que yo como profesor no me considero ni bueno ni malo sino todo lo contrario ( 🙂 ) . Uno no puede menos que relativizar valoraciones de esta guisa entre educadores cuando con un mínimo de experiencia y algunos “kilónmetros” de recorrido entre unos y otros tipos de centros, unos y otros tipos de alumnos/as, ha tenido sobradas ocasiones para experimentar desde los más lucidos éxitos profesionales hasta los más estrepitosos fracasos siempre en función de las circunstancias en que se han desenvuelto. En todo caso creo que quién no ha experimentado un fracaso profesional en su trabajo docente NO puede ser buen profesor por NO haber tenido ocasión de reflexionar desde el error o la impotencia, importantes factores de aprendizaje ambos.

    Nuestros fracasos principales se dan con los alumnos/as a los cuáles no logramos llegar e influir educativamente. Insistentemente se cita alumnado de este tipo en este artículo y sus derivados. Muchos son alumnos/as que se sienten forzados en un sistema que les obliga a una asistencia presencial muy dura cuando se da en edades adolescentes, 14, 15 o 16 años, antes en las segundas etapas de la antigua E.G.B. o en los primeros cursos de la antigua F.P. menos selectiva que la actual. Hoy están en los institutos de enseñanzas medias en eso llamado E.S.O. que suena a OBLIGATORIO de forma acusada frente a una Primaria también obligatoria pero más sutil. Cuestión de edad, la reconducción de un adolescente hostil en su medio educativo siempre fue penosa y difícil.

    Lo que no debemos pasar por alto y no cansarnos de denunciar desde el sistema educativo público son las prácticas sociales y políticas que conducen de forma descarada a una clasificación social en nuestros centros perfectamente paralela a la clasificación social de nuestro entorno que como sabemos es absolutamente desigual como corresponde a la sociedad capitalista que vivimos y con la descarnada realidad de la absoluta predominancia de problemáticas sociales en el medio público entre las cuales destacaría la pobreza, término para mí más significativo que el de la marginación, la inmigración, la etnia, la interculturalidad… etc. Es decir, lo que más diferencia al hijo del ingeniero sudafricano del chico de la patera, ambos inmigrantes, es la situación de partida siempre reflejada en su ubicación escolar como todos sabemos.

    Está muy bien que centros de la iglesia atienda sectores de población necesitados, yo añadiría que deberían prodigarse más ya que están actualmente bajo sospecha. No hay más que repasar cifras y matriculaciones en unos y otros tipos de centros. Estos religiosos entregados a su altruista trabajo son tan encomiables como escasos en nuestro medio social actual.

    Está muy bien que los centros educativos concertados reclamen financiación pública en base a unos derechos que no comparto (si tienen derecho a servicios educativos públicos que los utilicen) pero que acepto en base a la actual situación legal, pero al reclamar derechos se contraen obligaciones y estas no se cumplen en lo que a admisión de alumnos/a se refiere. Los transportes escolares son mejor conocidos en los centros concertados que en los públicos pero rara vez se ven sus autobuses por los barrios más pobres.

    Esta división social, nuestra y real, está en buena medida en la base de los problemas que aquí nos acucian. Nos viene impuesta y plantea problemas cuya resolución no es de tipo académico ya que se plantean situaciones solamente abordables desde acciones políticas y sociales que debemos reclamar.

    Creo que la mejor crítica empieza por la autocrítica. Nada de lo que he dicho anteriormente respecto a los centros concertados varía al observar unos y otros tipos de centros públicos ya que según su situación y tipo de población en su entorno reproducen… reproducimos exactamente los mismos mecanismos de clasificación social denunciados que de algún modo precisan corrección pues creo que están muy en la base de los problemas hasta aquí relatados.

  15. Hola, soy padre de chiquillos pequeños y ahora estamos buscando un colegio privado para ellos.

    Las razones son que en el sitio donde vivimos, los privados tienen mejores resultados que los públicos, controlar el entorno, y también mi impresión de que si sus compañeros vienen de familias mejor predispuestas al estudio, esto favorecerá a mis chiquillos.

    También lo de hacer relaciones sociales que vd. explica simpáticamente usando términos como «señoritos.» Curiosamente leer el libro de Robert Reich (del partido demóncrata en EEUU) «The work of nations» me ha persuadido de lo importante que es esto.

    Hay compañeros que prefieren gastar su sueldo en ir de vacaciones, el coche y similares. Creo que cada cual tiene derecho a organizar sus recursos de acuerdo a sus prioridades.

    Saludos

  16. Querido Luis, comprendo perfectamente tu decisión y deseo que sea la mejor para tus dos hijos. Yo tampoco entenderé nunca ese tono de desprecio hacia los padres que toman decisiones como la tuya buscando la mejor formación para sus hijos, ni tampoco hacia los centros que la ofrecen o para los profesionales que trabajan en ellos.

  17. Rafael, dices que «sónlo» 20 % de profesores tienen problemas para impartir sus clases, de verdad ¿te parece poco?. Por otra parte no creo que a la gente en general le entusiasme confesar que es incapaz de realizar su tarea, así que sospecho que en el 80 % restante deben haber más problemas de los que manifiestan. Pero, bueno, concediendo el 20 % me parece un número alarmante. Creo además que es penoso que desde la misma profesión demos por buena tal situación y que se haga culpable a la misma persona que la sufre.

    En algún otro comentario alguien decía más o menos que «quien quiera autoridad se haga policía o juez, que en la educación la autoridad hay que ganársela día día» me parece lamentable una opinión de este tipo, la autoridad -o el respeto que es de lo que definitiva se trata- debe presuponerse en el profesor aunque sónlo sea por la edad que le diferencia de sus alumnos. -Otra cosa sería que la perdiese por comportamientos indeseables, que no suele ser el caso, a lo sumo un 0’9 %- No sé si algún grupo de profesionales ha llegado a manifestar tal menosprecio de sí mismo como podemos encontrar entre los docentes desde la bendita LOGSE.
    Y si algo me deja perplejo es el rencor que traslucen muchas opiniones de profesores-asistentes-sociales hacia los que fueran sus maestros.

    Saludos a Rafael, te felicito por tu blog, aunque no comparto tu batallar anti-anti-pedagóngico. Pero bienvenido sea, si es capaz de encender respuestas como las de Felipe, fantástico colaboración Felipe, Esperamos muchos otros.

  18. El nivel de las intervenciones es altísimo y contestar se merece un artículo, con referencias bibliográficas incluídas. Someramente podría argüir que:

    Efraim, si hace falta enseño los colmillos a los de 4º de la ESO, soy muy estricto y no paso ni una falta de respeto, sobre todo entre ellos. No consiento que me traten como un amigo (cuando alguien me llama Rafa enseguida le digo un «Rafael, por favor» y con los más pequeños cuando me toca guardia prefiero que me llamen de «usted». No les trato con amistad sino amigablemente. Siempre les digo que cuando se gradúen podremos ser amigos pero mientras tanto mejor que no… me siento respetado y querido y creo que mis estudiantes también se sienten queridos por mí. Mantenemos una relación emocional, de distinto grado según el estudiante, más allá de lo «robóntico».

    Javier, como siempre «chapeau». De acuerdo contigo.

    Luis, si yo fuera padre investigaría sobre los profesores de uno u otro centro, no si es privado o no. Yo estaría encantado de tener a mis hijos en un centro público como el mío aunque sé que hay algunos centros más conflictivos y no se me ocurriría llevarlos. Dicho sea de paso son conflictivos porque la dirección y el equipo docente no saben hacer bien su trabajo.

    Angelus, me siento muy respetado por mis alumnos y creo que ellos se sienten respetados por mí. En otras palabras, creo que tengo autoridad porque no les grito, no les insulto, les escucho, no llego jamás tarde a clase, no les transmito tristeza o apatía… Dicho sea de paso, tu blog es extraordinario.

  19. Rafael,

    Con mi comentario no pretendía conocer tu sentimientos particulares. Me alegro por ti y por tus alumnos.

    La cuestión es:

    1. Sónlo” 20 % de profesores tienen problemas para impartir sus clases, de verdad ¿te parece poco?. ¿No es además penoso que desde la misma profesión demos por buena tal situación y que se haga culpable a la misma persona que la sufre?

    2 .¿Algún grupo de profesionales ha llegado a manifestar tal menosprecio de sí mismo como podemos encontrar entre los docentes desde la bendita LOGSE.?

    3. ¿No deberia asombrarnos el rencor que traslucen muchas opiniones de profesores-asistentes-sociales hacia los que fueran sus maestros.?

    Por mi parte creo que estamos ante un sistema educativo que está despreciando a los profesores, a la cultura, y la misma honestidad.
    No me sirven los ejemplos particulares de profesores a los que por motivos varios pueda irles muy bien. Porque es mucho más dramática la situación de los que están en la situación contraria, el colmo del cinismo es culparlos a ellos de esa situación.

    Me extraña Rafael que seas ciego a esa sensación de indefensión que experimenta un número cada vez mayor de profesores. Que por cierto no son los peores.

  20. Angelus: 20% es una estimación que no está basada en ningún estudio serio sino en mi observación. Que el 80% de los profesores sean buenos y sepan explicar y mantener el orden en las clases es de lo que deberían hablar los medios de comunicación. Ese 20% debería ser obligado por los directivos a reciclarse. En este país da igual que te «recicles» o no y así nos va.

    No conozco a ningún profesor que se desprecie a sí mismo. Explícamelo un poco mejor que no lo entiendo. Explícame también lo del asombro.

    No conozco personalmente a ningún profesor indefenso, más bien todo lo contrario. Pon algún ejemplo CONCRETO de indefensión.

  21. Rafael, valoro mucho y bien tu trabajo pero creo que eres injusto o demasiado severo cuando afirmas “…son (centros) conflictivos porque la dirección y el equipo docente no saben hacer bien su trabajo…”. Hay situaciones que pueden desbordar el normal funcionamiento de una clase al desarrollar cualquier tipo de materia o contenido. Suelen ser situaciones que paran las clases y te obligan a realizar actuaciones de tipo asistencial social más propias en centros específicos que en centros donde se pretende desarrollar un currículo adaptado a la etapa educativa que se trabaja. Se dan en estos centros que citamos como “problemáticos” y a los cuales NO llevamos nuestros hijos/as. Si nosotros no llevamos ahí a nuestros hijos, fácil es la consecuente actuación entre los demás padres y más fácil es deducir qué padres llevan ahí a sus hijos. Más fácil aún, no necesitamos ser adivinos para entrever el papel apaga-fuegos asignado desde la administración de facto a estos centros que suelen acoger alumnado también desplazado de otros centros.

    En todo caso estos “problemas” no solamente tienen que ver con la mayor o menor bondad o eficacia de sus docentes, no niego que esta pueda ser UNA de las causas pero tampoco acepto que esta sea LA causa. Sobre todo me siento solidario con ellos y reconocido a su trabajo ya que, si están trabajando en las PEORES condiciones es injusto reclamarles los MEJORES resultados, o, más suavemente, es injusto pedirles BUENOS resultados con MALAS condiciones de trabajo dadas como todos sabemos en este tipo de situaciones, sangrantes cuando se concentran en un centro (gueto) y muy duras cuando te tocan en una clase (a veces común). Por aquí andan compañeros y compañeras que sufren REALMENTE bajo circunstancias adversas que a veces no se atreven ni a contar. Precisan de nuestra ayuda Rafael, cuando menos nuestra comprensión.

    Probablemente sean estas críticas negativas entre compañeros lo que les haga sentirse más indefensos, lo que más teman o lo que les haga callar.

  22. Pues nada, qué pena que no hubieras estado tú el año pasado en mi centro. Porque tuvimos un 2º de la ESO que nos llevón a hacer reuniones extraordinarias varias tardes, o a quedarnos más de un viernes comiendo en el insti con la directiva para encontrar soluciones. Lo intentamos todo. Y no les enseñamos nada. Lo único que pudimos hacer fue cambiar a otros grupos a los pocos alumnos que podían salvar el curso pero que a todas luces lo perderían si permanecían en ese grupo. Así que nos quedamos con «los malos» y a aguantar.

    No sónlo eso, más de un día me tocaba impartir clase en el aula de 1º de Bachillerato contigua a este curso y había que parar por los gritos y los golpes que se escuchaban tras la pared del encerado. También expulsamos a varios más de una vez, pero dio casi lo mismo. Los que quedaban eran capaces de desbordar cualquier clase. Yo ni siquiera los sacaba al pasillo por temor a lo que hicieran fuera del aula, no a que la ley no me lo permita. Al final más o menos conseguí cierta estabilidad en clase, pero lo que no pude nunca es impartir una materia con seriedad y rigor. O sea, me dediqué a cuidar de las criaturas y a tratar de entretenerlos de la manera má edificante que pude. PEro me ocnsta que mi trabajo es otro. Es enseñar. Pues bien, no pude enseñar.

    Y lo mejor es ahora escuchar al superprfe diciéndonos que la culpa es nuestra por no hacer bien nuestro trabajo, cuando llegamos a salir a las 5 de la tarde algún viernes, reunidos en la sala comiendo galletas para ver qué podíamos hacer. Pues nada, la prónxima vez llamaré a Rafael, que me nos dé él la solución y que nos enseñe a hacer nuestro trabajo (que, insisto, es enseñar, no cuidar criaturas).

    Ya te vale.

  23. Rafael,

    Hemos llegado a ese punto en el que ya no podemos discutir, no hay ese suelo común que lo permita.

    Para ti el profesor que tiene problemas es por su incompetencia.Consejo: que se «recicle», palabra especialmente odiosa, no me dirás que no rezuma desprecio. Te agradezco el entrecomillado.
    Y hablando del desprecio, no me refería al desprecio personal, sino de la pérdida de valor de un colectivo -incluso para sí mismo -.
    La sensación de indefensión, no es cuestión de explicar, sino de abrir los ojos; ya sabes que lo que se muestra no puede decirse.

    Concluyo que vivimos en mundos diferentes. Eso me asombra.

    Agradezco no obstante la compañía de Felipe, Efraim, Luis, Escajedo, Alberto..

  24. Avatar de alberto
    alberto

    Lo que cuenta Efraim es, como antes argumentón irreprochablemente Felipe, la realidad. La realidad, que para ciertos enfoques de la docencia como el que representa paradigmáticamente esta página, parece un caso particular que, como tal, merece ser despreciado. Cierto es que no cuenta la misma historia un docente que llena un 90% de su carga lectiva con 4º y bachilleratos, que uno que se deja la piel en segundo o tercero de la eso. Paradónjico el que esta página rezume unos valores solidarios para el mundomundial, las víctimas del sistema, los débiles, oprimidos, etc… paradónjico que esos valores cohabiten con el diagnónstico para el profesor puteado: la culpa es suya, que haga cursos, sabe poca pedagogía, no se recicla…y le falta un toque de tics, valga la aliteración.
    Yo he visto compañeros desencajados saliendo de clases, sobre todo en segundo y tercero de la eso. Y no sé en qué porcentaje, pero demasiados. Y tampoco sé si se puede evaluar su función, si se han equivocado de oficio, ni creo que sea humano manifestarse así ante esta tragedia. Cuando he escuchado lo que contaban, realmente me he estremecido. Oiga, y también escuché a los chavales. En una ocasión los alumnos se referían a un profesor que pidión una baja por depresión: «hemos podido con el subnormal ese», dijeron. Yo, 50 minutos en una guardia, entendí todo un poco mejor, y ya me cuidaré muy mucho de decir que el profesor es LA pieza defectuosa de ese esperpento educativo (su parte de culpa tendrá, pero ¿LA CULPA?)
    Pero, sobre todo, vale ya de maniqueísmo; aquí salen demasiadas veces las palabras «buen profesor» y «mal profesor», y casi siempre salen desde el mismo sitio. También es paradónjico que ese tipo de juicios, severos juicios evaluadores hacia los propios compañeros quemados en el trabajo, propios más bien del antiguo testamento, salgan de una página que pretende tener los valores que sugiere tener ésta.
    Una vez estuve de cooperante, en el culo del mundo, aunque no tengo fotos que me recojan ahí, en un bonito encuadre picado. Y un dirigente local me dijo unas palabras muy sabias: «si quieres cambiar el mundo, prueba a llevarte mejor con tu vecino».

  25. Efraim, me llama la atención tu seguridad al afirmar que tu trabajo consiste más en “enseñar” que en “cuidar” , en concreto me refiero a tus palabras “…me dediqué a cuidar de las criaturas y a tratar de entretenerlos de la manera más edificante que pude… “. He observado muy frecuentemente valoraciones de este tipo entre profesorado de instituto que consideran su prioridad formativa en base a su MATERIA (yo soy de ciencias…. o lo que sea) frente a valoraciones diferentes de los maestros de escuela más tendentes a valoraciones “educativas” más generalistas y menos centradas en los contenidos formales.

    Te quiero decir Efraim que cuentas con todo mi respeto, no por compañerismo fácil para quedar bien, no, yo también “…me dediqué a cuidar de las criaturas y a tratar de entretenerlos de la manera más edificante que pude… “ , PERO lo sostengo con altivez y frente a quien sea o como sea porque NO es el mero entretenimiento lo que allí me jugué, como tú y como se ve en tus palabras “… de la manera más edificante que pude…” , sino que SÍ fue un intento personal, comprometido y arriesgado por salvar una situación favoreciendo la salida EDUCATIVA de ese alumnado prácticamente dejado de la mano de dios… sabe qué. Esto es EDUCACIÓN, algo mas allá de la instrucción, un trabajo importante que tenemos que empezar a reconocer, admirar y apoyar NOSOTROS mismos que lo hacemos y VOSOTROS que lo tenéis a veces en la clase de al lado. No es muy lucido, no queda muy bien… ¡¡ si están jugando ?? … ESTÁN conmigo bajo unas normas, con un horario, con un mínimo de convivencia e interacción social. Si no han almorzado, o no se han lavado en días… tenemos duchas y cocina a tal efecto… ¡ a la hora de matemáticas, ¡ etc.

    Quiero expresar mi absoluta disconformidad con las medidas de EFICACIA en medios educativos que nunca me satisfacen por NO aclarar debidamente TODAS las variables en juego. Un maestro (o profesor de instituto) que enseña (o intenta) a leer a un gitano de 16 años prácticamente desescolarizado durante 12 no tiene reconocimiento debido ni aclarado en este tipo de estudios-ranking en esta especie de absurda competitividad internacional respecto a la eficacia docente.

    Efraim, tu “…me dediqué a cuidar de las criaturas y a tratar de entretenerlos de la manera más edificante que pude… “ estoy seguro que no fue solamente “entretenimiento”, porque PODEMOS hacer algo más aunque NO se sepa valorar a veces ni por nosotros mismos.

  26. Avatar de Efraim
    Efraim

    Estimado JAvier, lo que dices está muy bien, salvo por dos cosas:

    El planteamento de Rafael era el maravilloso trabajo que realiza dando enseñanza (académica) a los hijos de ls alcohónlicos. Y lo que muchos le decimos es que no, que eso de «facilitar tics» a los motivados y que ellos se pongan «su propio ritmo» y dedicar el grueso de nuestros recursos -al menos los presenciales- para que los alumnos con problemas de conducta o con escasa motivación salgan para adelante… es muy loable, pero que o bien ha encontrado alguna fónrmula mágica o esosalumnos sin motivación siguen fracasando. Quizá a él le aprueben la Ética de 4º y quizá se encuentre a bien pocos de ellos en Bachillerato (Rafael imparte filosofía), pero eso importa bien poco, pues esos alumnos suelen fracasar en las matemáticas y en las asignaturas lingüísticas desde muy pronto. No se trata de echarles del sistema sino de que ya están fuera dle sistema, salvo que convirtamos el sistema en un parking. Y mientras tanto conozco a muchos alumnos que me cuentan cónmo desaprovecharon mucho tiempo de clase mientras sus profesortes de lengua, de física, de matemáticas… se dedicaban a intentar, sin mucho éxito imponer disciplina. O sea, estamos hablando de que si queremos atender a todos, hoy por hoy acabamos desatendiendo a más de uno y a más de dos.

    La solución que están adoptando los institutos es tratar de que en los cursos existan niveles más o menos homogéneos. Por ejemplo, un 3º malo, otro regular y otro bueno (o sea, los itinerarios a los que tanto se opusieron tantos docentes que que, sin embargo, crean «de facto» en sus propios centros). En el grupo malo, al final, nos dedicamos al «entretenimiento edificante», que a ti te puede parecer estupendo, y que yo lo puedo considerar mejor que nada, pero entonces debe quedar claro que nos hemos apartado dela tesis de Rafael, y estamos más cerca del panfleto antipedagóngico: el sistema educativo, hoy, deja sin saber matemáticas y lengua e historia a muchos niños sin motivación, con hogares poco ejemplares o simplemente refractarios al estudio. Y los deja sin saber esas cosas con independencia de que se le deiquien más recursos, incluso, que a los otros. No sónlo eso, sino que si queremos que no se conviertan en una amenaza para el derecho de los demás a recibir una enseñanza de la mayor calidad posible hay que separarlos. Al final serán mano de obra barata (con el entretenimiento edificante no se llega mucho más lejos) o se les apartará de la delincuencia mediante subvenciones financiadas por sus compañeros. Eso sí, servirán para que unos cuantos docentes con ínfulas de superprofes aficionados a mirar por encima del hombro a sus colegas unten con pomada sus santos prepucios ante el espejo de los narcisos. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

    Todo ello por no hablar de cuando los profesores de la pública nos ponemos exquisitos y emepzamos a insultar («señoritos») a los alumnos de la privada y a sus padres.

    Ah, por cierto, doy casi todas mis clases también en 4º y Bachilleratos, mi relación con los alumnos es estupenda, impongo disciplina desde el primer día (soy de los que les habla amablemente de usted y les voy tuteando según se hacen acreedores de la confianza) y en general me chifla mi trabajo. Pero no estoy tan ciego como para no darme cuenta de que en los cursos anteriores de la ESO las cosas son muy distintas. Y que no es lo mism enseñar Ética en 4º que matemáticas en 2º, donde un curso difícil puede producir interrupciones intelectuales y lagunas curriculares muy serias en más de un alumno. Y, desde luego, en las clases de matemáticas o de sintaxis los entretenimientos edificantes valen de poco.

    Cordialmente.

  27. Efraim, yo he trabajado en varias cosas pero la más larga y continuada que ahora me ocupa es la de maestro de escuela. No me ha faltado ocasión para mantener relaciones prónximas con compañeros de instituto como tú y siempre he notados de forma destacada vuestro enfoque priorizando contenidos frente al enfoque más generalista y formativo del maestro de escuela. Ciertamente cada cual a lo suyo y Dios con lo de todos, las notas que muy malamente miden niveles de formación y regularmente miden niveles de adquisiciones comprendo que sean más significativas en los institutos con los mayores que en las escuelas con los pequeños, que en los institutos es preciso mayor rigor del P.A. (progresa adecuadamente) o del N.M. (necesita mejorar), arcano evaluativo glorioso en educación primaria no me acuerdo ya según que ley de las ya varias.

    Pero Efraim, el caso es que la ley o las disposiciones vigentes nos sitúan en “territorio comanche”, la adolescencia, esa tierra imprecisa en el tiempo y de difícil control, esos 13, 14, 15, 16 años (ahora llamados ESO 1 y 2) que en los institutos NO se conocían por hallarse o en el mundo laboral de los 60-70 (aprendices de taller) o en el mundo académico de los 80-90 (segundas etapas de E.G.B. y la F.P. peleona que teníamos antes).

    Y aquí andamos en pleno siglo XXI con ESO en nuestra puertas, más aún con ESO desgajado de AQUELLO, me explico, estamos hablando de clases sociales, de problemas sociales al fin, porque evidentemente los 750 metros que han separado frecuentemente mi escuela del concertado correspondiente de al lado han sido tan cortos en espacio físico como largos en dimensiones sociales.

    Ahora en los institutos, centros académicos de rango “superior” alejados antaño de la obligatoriedad académica, maestros y licenciados se baten el cobre con un alumnado que aún NO está en situación de relatar listas de reyes godos ni desmenuzar cálculos algebraicos de mayor o menor complejidad. Y aquí nos andamos con la cuestión que no se resuelve en uno u otro tipo de centro, en uno otro tipo de bachillerato, con uno u otro tipo de profesorado…. ni un tipo u otro de formación pedagóngica porque esa formación es única e inabarcable.

    Efraim, cuando hablo de asistencia social (entretenimientos edificantes) lo hago con la boca grande, si no te consideras asistente social puedes sentir orgullo de desempeñar ese papel si te toca, yo así lo hago y me parto el c— de risa ante el pechito crecido de compañeros/as catedráticos/as que dicen sandeces de la guisa “… yo de lo único que sé es de autismo … “ o similares perfectamente substituibles por química, matemáticas o etc.

    Si NO toca desarrollar materia es porque toca algo más complicado Efraim, tenemos que aprender a valorarlo y defenderlo entre nosotros mismos porque si no somos capaces de valorar el trabajo del otro, sea cual fuere, nos acercamos a la “…pérdida de valor de un colectivo –incluso para sí mismo-…“ como cita Angelus. En esto tenemos que estar juntos.

    Respecto al Panfleto Antipedagóngico escribí de ello en mi blog, creo que Ricardo utilizando el esperpento y la demagogia panfletaria que nunca ocultón y ya anunción en el mismo título, ha denunciado una situación que comparto desenmascarando verborreas pedagóngicas hoy demasiado al uso.

  28. Javier, así es, no es la única causa. Cuando pienso en los centros conflictivos pienso en los centros de Estados Unidos con un director especial que ha conseguido sacar adelante el centro. Hay muchas películas que lo muestran basadas en hechos reales. También pienso en profesores como los del barrio de las 3000 de Sevilla que le están echando un par de narices.

    Efraim, lo de «superprofe» sobra. Es ocioso decir que también tengo a veces problemas de disciplina en clase.

    Angelus, tenemos sensaciones distintas de los mismo.

    Alberto, este blog es un ejercicio de reflexión. A la hora de la verdad no me llevo mal con ningún profesor, a veces hablamos de estos temas con respeto eso sí, aunque casi siempre hablamos de asuntos menos problemáticos. El otro día una profesora quiso expulsar a un estudiante, a mí no me pareción buena idea pero al final acabamos tan amigos. Son relaciones cordiales. Todavía no soy «un peligro social». Pido perdón si he dado a entender que LA CULPA sea del profesor, sónlo tiene PARTE de la culpa. Si dedicas tanto tiempo a contestarme será porque eres consciente de que hay un problema y no es fácil de solucionar; nuestro diálogo no sé hasta qué punto sirve para algo, quizás sí.

    Efraim: tergiversas o mal interpretas mis palabras. Me quedo con la respuesta de Javier Escajedo.

  29. Avatar de alberto
    alberto

    Bueno, este blog habitualmente NO es un ejercicio de reflexión, ni mucho menos de debate (escrito está todo lo que está escrito). Es, casi siempre, la exposición sistemática, acrítica y unilateral de un paradigma determinado, para mayor gloria de los que ya parten de estar en ella. Esto lo pilla Kuhn y nos escribe 7 libros.
    Pero ahora, reconozco, que sí está siendo un cierto ejercicio si no de debate, sí al menos de exposición clara de posturas, y de sus fundamentóns últimos. Es magnífico leer tantas grandes aportaciones, tantas sutilies exposiciones. Evidetemente, aquí hay 2 paradigmas. ¿De verdad es todo tan relativo? ¿de verdad es imposible ponerse de acuerdo en cuanto a REALIDADES?. El Kuhn más salvaje diría que sí es imposible.
    Pero por supuesto que soy consciente de que hay un problema. Vivo de esto, y me gusta demasiado como para obviar su realidad, que evidemente es problemática. Y no considero una pérdida de tiempo escuchar a los que plantean otros rollos; ni mucho menos contestarles cuando, con sus declaraciones, considero que lejos de solucionar el problema lo agravan (así Rafael y su «se me caería la cara de vergüenza….»)

  30. Maravillosa peripecia del pensamiento abreactivo: «Un niño cuyo padre es alcohónlico y la madre le grita todos los días tiene el mismo derecho a estudiar que el niño cuyos padres crean un clima de amor y concordia en su hogar». Y ¿quién ha dicho lo contrario?.
    Pero -lo más inquietante de la epidemia de LOGSiANOS- y que cristaliza en el discurso de Rafael es como revientan el absceso de la responsabilidad colectiva para la luego llevar a cabo la distribución de culpas.
    Tu discurso habla de «culpas» y no de «causas» en términos razonamiento probable.
    Y es que este sistema educativo, paleto y espongiforme, se revela como un episodio en miniatura del clash entre lo real y lo virtual y de sus consecuencias fantásticas tanto a escala planetaria como a escala cerebral:disociación entre un espacio virtual de altísima frecuencia (este blog, los pedagogos de la Junta) y un espacio real (los IES) de frecuencia nula.
    La LOGSE -aún no se ha dado cuenta el autor de este blog- ha supuesto la liquidación a plazos de la escuela Ilustrada y es un test a tamaño natural de la calidad del rebaño humano.
    Ya no hay diferencia. Ahora rige la homologación con el periplo de la competencia emocional y la filosofía y ciudadanía.
    Ahora papás y alumnos son usuarios de la educación. Y como los papás son ahora amigos de sus hijos -no son padres, en el sentido psicoanálitico- pues tenemos que el joven es casi una especie en extinción que hay que encerrar, aparcar y clonar.
    ¿Qué solución hay? No hay ninguna- disculpad mi pesismismo Alberto, Efraim, Felipe y angelus silesius- a esta epidemia de denegación de la alteridad, de toda extrañeza, de toda negatividad, a esta exclusión del Mal que simbolizaba el BUP o la FP y a esta reconciliación en torno a lo Mismo -a lo mediocre- sus figuras desmultiplicadas: gemelidad y clonación educativas (esonautas).
    Rafael no defiendes una escuela igualitaria sino igualitarista donde ya hasta te planteas el concepto de expulsión (como si los llevaran a galeras). A esta banalidad solo puedo oponer una fatalidad: sino hay expulsión por lo menos que haya prolpulsión.
    Todos sabemos que se está produciendo en el marco educativo la limpieza higiénica de la Ilustración. Y se produce porque en el fondo los curas progres parten de la base de que la Modernidad es una historia sucia y la LOGSE es el blanqueo de esa historia sucia.
    Definitivamente, en ocasiones las sinergias producen alergias.

  31. Siempre he considerado que el cultivo de la creatividad NO excluye el ejercicio de la memoria. Que el aprender jugando no libera al alumno de la necesidad de aprender con esfuerzo. Que aprender a aprender es una redundancia, un exceso innecesario. Que la igualdad es más un discurso que una realidad en la sociedad que vivimos… ¿cónmo puede la escuela materializar prácticas no implantadas en el tejido social que las da cuerpo?.
    .
    Entiendo que el mundo académico de los institutos, centrado en el conocimiento y la optimización del saber, entienda como “adherencias que estorban” la incursión de alumnado obligatorio en sus aulas o aledaños, secundaria obligatoria o lo que este tipo de alumnado conlleva en su tratamiento educativo, pero esa es la cuestión, ese es el problema, el tratamiento educativo de este alumnado NO bachiller, su formación y socialización. Es decir, se puede entender o aceptar un NO me toca o en mis clases NO pero eso tampoco soluciona nada. ¿Cónmo resolvemos desde el mundo académico carencias sociales que condicionan el aprendizaje? , ¿qué le aporta el conocimiento académico a un alumno que pide con urgencia una oportunidad laboral que necesita tanto él y más su familia? , ¿qué valoraciones contextuales vive este alumno respecto a ese conocimiento hoy patrimonio de especialistas?
    .
    http://216.239.59.104/search?q=cache:Fr9vS56YQzUJ:www3.usal.es/~mfe/enguita/Textos/Es%2520usted%2520gitano.PDF+es+usted+gitano+y+va+a+la+escuela&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=es
    .

  32. Avatar de Sócrates
    Sócrates

    Estoy totalmente de acuerdo con javier.En cuanto a los colegios privados,todo el mundo se sabe el ejemplo de infantes.Los del colegio sagrado corazón de jesús siempre van más pésimamente preparados conforme a los alumnos del colegio público garcía bellido.Otra cosa es que el alumno sea aplicado y buen estudiante,porque conforme a los modales…Toda la gentuza de infantes a salido de ese colegio.No digo más

  33. sali de aca pelotudo pobre yo voy a un colegio privado porque puedo pagarlo si vos te cagas de hambre jodete forro pedazo de pobre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *