Quizá, ante la ofensa, lo mejor sea callar contraviniendo el dicho «quien calla otorga» con un «poner la otra mejilla». El secuestro de los ejemplares polémicos y soeces de una revista satírica ha tenido el efecto contrario: las gentes se están lanzando a Internet en masa para leerla, y un modesto blog como este está recibiendo, desde Google, multitud de visitas por un posteo que nada tiene que ver y que titulé «Tras leer el diario del jueves ¡firmen!«.
Los que me leen desde países musulmanes no deben dar crédito. Solo una sociedad muy madura democráticamente es capaz de convivir con asuntos tabernarios como estos condenándolos a la más absoluta de las indiferencias. Mientras tanto, hasta que «maduremos», hasta que todos sepamos diferenciar «el bien del mal», los que aprueban la oposición para ser juez nos seguirán ordenando nuestra moral con métodos coercitivos.
Me quedo con lo que dice (vía) Pascual Serrano en su blog:
Si los Borbones no quisieran que nadie fuese multado o encarcelado por razones de este tipo, lo que deberían solicitar es la reforma del punto 2 del Artículo 491 del Código Penal, donde se establece que «se impondrá la pena de multa de seis a veinticuatro meses al que utilizare la imagen del Rey o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes, o de la Reina consorte o del consorte de la Reina, o del Regente o de algún miembro de la Regencia, o del Príncipe heredero, de cualquier forma que pueda dañar el prestigio de la Corona».
[techtags: el jueves, internet, democracia, censura]
Deja una respuesta