En España el curso no comienza hasta dentro de dos semanas, a diferencia de Chequia donde ya hemos superado los primeros cinco días de intenso trabajo. Como los profesores españoles siguen de vacaciones muchos de ellos se han debido acercar a Praga donde esta mañana era frecuente escuchar voces castellanas entre los miles de turistas que recorrían el centro de la capital checa.
Había colas en todas partes, así que tendré que volver durante el invierno, cuando los fríos alejen a los turistas y el agobio y algarabía se vayan con ellos.
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