Los jóvenes que van sentados en los tranvías, en los que no suelen sobrar los asientos, se levantan cuando sube una persona mayor para cederles el sitio. Este acto, sencillo pero lleno de valores cívicos, apenas lo he visto en España. En la República Checa siempre se hace, incluso algunos se levantan disimuladamente para que el anciano no se sienta incómodo.
Creo que en España algunos padres no enseñan civismo básico a sus hijos, como que cuando se va en el autobús o en el metro sentado hay que ceder el asiento a los mayores, que hay que referirse a ellos con el «usted», que no hay que hablar dando voces en los lugares públicos, que no hay que oír la música al máximo volumen cuando se tienen vecinos… Me encantan los modales checos. Los echaré mucho de menos a mi vuelta a mi país.
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