Me llamó la atención el cartel que encontré en una parada del tranvía de Brno. Prohibir fumar en la calle es algo que en España sería impensable. Zákaz kourení!
Por lo que he podido observar son pocos los checos que fuman. En general lo hacen chicas muy jóvenes y hombres mayores. Unas, supongo, por alcanzar la igualdad de género mal entendida y los otros, creo, por la adicción en la que cayeron en tiempos del comunismo mientras intentaban evadirse de una realidad difícil y asfixiante que les llevaba compulsivamente a introducirse nicotina.
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