El gobierno socialista me obliga, como profesor, a evaluar a mis alumnos de Educación Ético-Cívica de cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria, entre otros, lo siguiente (Real Decreto 1631/06 de enseñanzas mínimas):
- 8. Reconocer la existencia de conflictos y el papel que desempeñan en los mismos las organizaciones internacionales y las fuerzas de pacificación. Valorar la cultura de la paz, la importancia de las leyes y la participación humanitaria para paliar las consecuencias de los conflictos.
Con este criterio se pretende comprobar que el alumnado conoce los conflictos más relevantes del mundo actual y su localización, la actuación de las organizaciones internacionales, de las fuerzas de pacificación y las leyes por las que se rigen. Asimismo, se pretende comprobar si valora la cultura de la paz en la convivencia diaria y si reflexiona y asume el papel vital que tiene la participación humanitaria para mitigar las derivaciones negativas de los conflictos.
Me parece un criterio de evaluación muy importante y que comparto plenamente pero ¿cómo evalúo a mi alumnado este asunto cuando el mismo gobierno socialista que se autoerige en baluarte de la paz es el sexto exportador mundial de armamento según Amnistía Internacional? ¿Debo evaluar negativamente a un estudiante que afirme que eso de «asumir el papel vital de la participación humanitaria» es una zarandaja porque quien lo propala no practica con el ejemplo? ¿O a quien arguya que el gobierno socialista español es uno de los actores principales de los conflictos más tenebrosos que se producen en el mundo? ¿O a quien no valore la cultura de la paz porque si ésta tuviera algún valor efectivo el gobierno la pondría firmemente en práctica?
Necesito urgentemente que algún político socialista experto en defensa explique a mis alumnos esta contradicción que me cuesta comprender y que los libros no me aclaran. Quizá el Sr. Luis Solana, conocedor de estos menesteres, quiera acercarse algún día a mi centro educativo para explicar a mi alumnado y a mí mismo esta sorprendente paradoja. Mientras tanto, lean la noticia:
Un estudio elaborado por Amnistía Internacional, Intermón Oxfam, Greenpeace y la Fundació per la Pau sobre las estadísticas oficiales de transferencias de armas en 2008 confirma que España exporta material de defensa a destinos en los que éste puede contribuir a cometer violaciones de derechos humanos, exacerbar conflictos armados o deteriorar su desarrollo sostenible. Según las organizaciones, el Gobierno sigue sin facilitar información precisa sobre los criterios que han permitido autorizar exportaciones a países con un historial preocupante como Colombia, Israel, o Sri Lanka, entre otros. (Leer más).
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