Desde hoy empiezo a colaborar con el periódico digital MiCiudadReal con una columna que he titulado un tanto pretenciosamente (ustedes sabrán perdonarme) «La antorcha de Diógenes». El primer artículo se titula «El corte mangas» y empieza así:
Comienzo una nueva singladura por los mares electrónicos ciudadrealeños con la intención de comentar semanalmente las marejadas, borrascas y temporales educativopolíticos que amenazan con hundir el barco de la igualdad de oportunidades que solo una educación de calidad puede garantizar. Pretendo exorcizar mis demonios que se impacientan por manifestarse animados por la preocupante situación de la educación en esta provincia, maltratada por el gobierno anterior y humillada, vapuleada y vilipendiada por los actuales gobernantes, presos de unas mafias financieras ante las que se muestran incomprensiblemente serviles. Espero que alivie esta cura por la palabra.
Mi estado de constante irritación por las tropelías que se padece en el ámbito educativo castellano-manchego viene marcado por ocurrencias tales como la que hemos conocido esta semana: una empresa de cosméticos, ropas de marca y cosas varias se ha hecho con parte del negocio educativo de Castilla-La Mancha. SEGUIR LEYENDO
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