En mi camino al trabajo en bicicleta me encuentro con cuatro carteles que recuerdan a los muertos en las carreteras. Son tan pequeños y sencillos que apenas se perciben desde los coches, pero recobran intensidad cuando se pasa a su lado despacio. La modestia de estos carteles no les impide, sin embargo, transmitir el dolor de la tragedia y al viandante atento le despierta flashbacks que hacen revivir el drama; se trata de todo un microrrelato: «Drive Safely. In memory. George Gonzalez. 7/16/2011». Además, las flores de plástico aportan mayor patetismo al drama.
¿Qué pudo llevar a George González a la muerte? La explicación quizá haya que encontrarla en que, en el nombre de una libertad mal entendida, los estadounidenses no están obligados a pasar la Inspección Técnica de Vehículos. No en vano en estas tierras los seguros de automóvil son desmesuradamente caros porque el índice de accidentes de tráfico es muy elevado por los coches destartalados que abundan por la zona.
Pero pudo haber otras razones. Lo busco en Google: González conducía su moto con exceso de velocidad y se estrelló contra una camioneta. Competía en una carrera ilegal con otro vehículo.
Descanse en paz.
Deja una respuesta