El pasado miércoles presenté una comunicación titulada «De la sagrada educación humana al profano transhumano» en el X Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores en Filosofía cuyo tema era Lo sagrado y lo profano: las fronteras de lo inefable.
Hablé de la importancia de que vayamos pensando ya en la educación del transhumano que está por venir puesto que ya ha nacido el niño que deberá convivir con ellos. Todas las técnicas didácticas que ha ideado la humanidad poco podrán hacer frente a la educación aplicando electricidad en ciertas zonas del cerebro, el uso de big data para la enseñanza y otras tantas tecnologías que arrasarán con el concepto actual de humano.
Lo más interesante fue el diálogo con el público y los dos compañeros de mesa, Carlos Pérez de la Universidad de Santiago de Compostela, y Antonio Alejandro Guerrero, de la Universidad de Barcelona, todo ello bien moderado por Sergio Quintero de la Universidad Complutense. Surgieron cuestiones tales como ¿tendrá sentido educar el pensamiento crítico?, ¿cuál será la consecuencia de eliminar el sufrimiento de la humanidad?, ¿quién tomará la decisión de crear o no transhumanos?, ¿somos ya transhumanos?, ¿serán necesarios los profesores en la era de la transhumanidad?, ¿hacer biohacking es educar?, ¿es el «yo» un concepto matemático, biológico o ni siquiera existe?…
De momento es ciencia ficción, pero es preciso que vayamos pensando ya en educar, por un lado, a la generación co-trans (aquella que convivirá con seres muy superiores a ellos en inteligencia, esperanza de vida y en poder) y, por el otro lado, educar al mismísimo transhumano.
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