La posibilidad de una ética racional. Cognitivismo y emotivismo. El debate en torno al relativismo moral. El reto de una ética universal de mínimos
La posibilidad de una ética racional
La posibilidad de una ética racional es un tema que ha sido debatido por filósofos a lo largo de la historia. En general, se refiere a la posibilidad de establecer principios éticos universales y objetivos, que puedan ser justificados mediante la razón y aplicados a todas las situaciones y contextos.
Los defensores de una ética racional argumentan que es posible establecer principios éticos objetivos y universales, que puedan ser justificados por la razón y aplicados a todas las situaciones y contextos. Estos principios éticos podrían ser descubiertos a través de la reflexión filosófica y la investigación empírica, y podrían servir como una guía para la toma de decisiones éticas.
Sin embargo, los críticos de una ética racional argumentan que la ética es subjetiva y relativa, y que los principios éticos dependen de la cultura, la historia, las creencias y los valores de cada persona o grupo. Según esta visión, no es posible establecer principios éticos objetivos y universales, ya que cada persona o grupo tiene su propia perspectiva y forma de entender lo que es ético y lo que no lo es.
Cognitivismo y emotivismo
El cognitivismo y el emotivismo son dos corrientes de pensamiento dentro de la ética que se enfocan en cómo las personas forman juicios éticos y toman decisiones morales.
El cognitivismo sostiene que las declaraciones éticas tienen una verdad objetiva y que pueden ser justificadas o refutadas mediante el uso de la razón. De acuerdo con esta teoría, los juicios éticos son proposiciones que pueden ser verdaderas o falsas, y que dependen de si corresponden o no con la realidad. En otras palabras, el cognitivismo sostiene que los juicios éticos pueden ser analizados como afirmaciones que se refieren a ciertas características del mundo y que pueden ser evaluadas en términos de su verdad o falsedad.
Por otro lado, el emotivismo sostiene que los juicios éticos no pueden ser verdaderos o falsos, sino que simplemente expresan los sentimientos y actitudes del hablante. De acuerdo con esta teoría, los juicios éticos no son proposiciones que puedan ser evaluadas en términos de verdad o falsedad, sino que son más bien expresiones emocionales. Según esta postura, las declaraciones éticas no reflejan cómo son las cosas, sino cómo nos sentimos acerca de ellas.
El debate en torno al relativismo moral
El relativismo moral es una teoría ética que sostiene que los juicios morales no son verdades objetivas, sino que dependen de los valores y normas culturales de cada sociedad o individuo. Esta teoría implica que no existe una verdad moral universal, sino que los juicios éticos son relativos a las circunstancias y al contexto cultural en el que se formulan.
El debate en torno al relativismo moral se centra en si esta teoría es correcta o no. Por un lado, los defensores del relativismo moral argumentan que las normas y valores morales no son universales y que varían de una cultura a otra, y que, por lo tanto, no es posible establecer juicios éticos universales. Según esta postura, las normas y valores éticos deben ser juzgados desde la perspectiva de cada cultura y no se deben imponer valores y normas occidentales sobre otras culturas.
Por otro lado, los críticos del relativismo moral argumentan que esta teoría no puede justificar la crítica moral a las prácticas culturales que son claramente inmorales. Además, señalan que existen ciertos valores y normas universales que son necesarios para la convivencia social y que el relativismo moral puede conducir a la aceptación de prácticas inmorales.
En última instancia, el debate en torno al relativismo moral sigue siendo objeto de discusión en la filosofía ética. Si bien algunos argumentan que las normas y valores morales son relativos a las circunstancias y al contexto cultural, otros sostienen que existen ciertos valores y normas universales que deben ser respetados. La reflexión y el debate ético continúan siendo necesarios para abordar esta cuestión y determinar cómo podemos establecer juicios éticos que sean universalmente aceptables y justificados.
Ortega y Gasset propone en su artículo "Estimación a una estimativa" (1923) una tabla con las grandes clases de valores:
Valores | Positivos | Negativos |
---|---|---|
Útiles | Capaz | Incapaz |
Caro | Barato | |
Abundante | Escaso | |
Vitales | Sano | Enfermo |
Selecto | Vulgar | |
Enérgico | Inerte | |
Fuerte | Débil | |
Intelectuales | Conocimiento | Error |
Exacto | Aproximado | |
Evidente | Probable | |
Espirituales/Morales | Justo | Injusto |
Escrupuloso | Relajado | |
Leal | Desleal | |
Estéticos | Gracioso | Tosco |
Elegante | Inelegante | |
Armonioso | Inarmónico | |
Religiosos | Santo | Profano |
Divino | Demoníaco | |
Supremo | Derivado | |
Milagroso | Mecánico |
En este vídeo explico el artículo completo de Ortega y Gasset "¿Qué son los valores?"
Ejercicio sobre el relativismo moral
Ejercicio tomado del profesor Quintana en este enlace
El reto de una ética universal de mínimos
El reto de una ética universal de mínimos es establecer principios éticos que sean universalmente aceptables y aplicables, y que puedan ser utilizados como una base para la cooperación y la convivencia pacífica entre los individuos y las sociedades.
Una ética universal de mínimos se enfoca en establecer principios éticos fundamentales que son esenciales para la dignidad humana y el bienestar de las personas, y que son compartidos por todas las culturas y sociedades. Estos principios éticos universales pueden incluir, por ejemplo, la prohibición de la tortura, la esclavitud, el genocidio, la discriminación y el respeto por los derechos humanos y la dignidad de todas las personas.
El establecimiento de una ética universal de mínimos es un reto porque implica encontrar principios éticos que sean aceptados por todas las culturas y sociedades, a pesar de las diferencias culturales y religiosas. Además, debe ser una ética que pueda aplicarse a todas las situaciones, desde las decisiones individuales hasta las políticas internacionales.
Algunos argumentan que es posible establecer una ética universal de mínimos, argumentando que existen valores y principios éticos que son compartidos por todas las culturas y sociedades. Otros argumentan que es imposible lograr una ética universal de mínimos, ya que los valores y principios éticos son relativos a la cultura y la sociedad, y no pueden ser impuestos desde fuera.
En última instancia, el reto de una ética universal de mínimos es una tarea importante y necesaria en la búsqueda de una sociedad más justa y pacífica. A través del diálogo y la reflexión ética, podemos buscar principios éticos universales que sean aceptables y aplicables en todas las culturas y sociedades, y que nos permitan avanzar hacia un futuro más ético y humano.