La estructura psicosomática de la personalidad: sensibilidad, emotividad, deseos y volición, las facultades cognitivas. Conciencia y lenguaje
La estructura psicosomática de la personalidad
La estructura psicosomática de la personalidad se refiere a la interconexión entre los aspectos psicológicos y físicos de una persona. La teoría más conocida en este sentido es la Teoría de la Personalidad de Sigmund Freud, que plantea que la personalidad se compone de tres partes: el ego, el superyó y el id.
El ego es la parte consciente y racional de la personalidad, que se encarga de la toma de decisiones y de la adaptación al entorno. El superyó representa la parte moral y ética de la personalidad, que se desarrolla a partir de las normas y valores sociales, mientras que el id es la parte inconsciente y emocional de la personalidad, que está formada por impulsos y deseos primitivos.
Según Freud, la interacción entre estas tres partes de la personalidad puede generar conflictos internos y problemas psicológicos. Además, Freud también consideró que los traumas físicos o emocionales experimentados en la infancia pueden tener un impacto duradero en la personalidad de una persona, generando patologías y trastornos.
Posteriormente, otras teorías psicológicas han abordado la estructura psicosomática de la personalidad, como la teoría del yo de Erik Erikson, que destaca la importancia de la identidad en la formación de la personalidad, y la teoría de los cinco factores de la personalidad, que sostiene que la personalidad se compone de cinco dimensiones principales: apertura, conciencia, extraversión, amabilidad y neuroticismo.
Presentación: La personalidad
Psicología de la personalidad
A partir del libro Larsen, R. y Buss, D. (2019). Psicología de la personalidad. McGrawHill: Madrid
Sensibilidad
La sensibilidad se refiere a la capacidad de los seres vivos de percibir y detectar estímulos externos e internos a través de los sentidos. Los sentidos incluyen la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, y a través de ellos podemos experimentar sensaciones como el dolor, el placer, el frío, el calor, entre otros.
La sensibilidad es fundamental para la supervivencia y la adaptación de los seres vivos al entorno, ya que les permite detectar peligros, buscar alimento y compañía, y evitar situaciones adversas. Además, la sensibilidad también es importante para la comunicación y el desarrollo social, ya que nos permite percibir y responder a las emociones y expresiones de los demás.
En la filosofía, la sensibilidad ha sido objeto de reflexión desde la antigüedad, y ha sido considerada una fuente de conocimiento junto con la razón. La teoría del conocimiento de Immanuel Kant, por ejemplo, sostiene que el conocimiento proviene tanto de la sensibilidad como de la razón, y que ambas son necesarias para la comprensión del mundo.
Emotividad
La emotividad se refiere a la capacidad de los seres humanos de experimentar y expresar emociones. Las emociones son reacciones psicológicas y fisiológicas a los estímulos externos e internos, que pueden ser agradables o desagradables, y que influyen en la forma en que percibimos y respondemos al mundo.
La emotividad es una parte importante de la experiencia humana, ya que nos permite experimentar la alegría, la tristeza, el miedo, la ira, el amor y muchas otras emociones. Además, las emociones también influyen en la forma en que interactuamos con los demás, ya que nos permiten expresar nuestros sentimientos y comprender los de los demás.
En la filosofía, la emotividad ha sido objeto de reflexión desde la antigüedad, y ha sido considerada tanto una fuente de sabiduría como de peligro. Por un lado, las emociones pueden ser fuente de conocimiento y comprensión, ya que nos permiten percibir y responder a los estímulos de manera más rápida e intuitiva que la razón. Por otro lado, las emociones también pueden ser fuente de error y prejuicio, ya que pueden nublar nuestro juicio y hacernos reaccionar de manera impulsiva e irracional.
Conductismo vs. cognitivismo
Los psicólogos conductistas explican la conducta emocional identificando las circunstancias externas que dan origen a la emoción (no hace falta recurrir a estados internos). Por otro lado, los psicólogos cognitivistas afirman que las emociones son desencadenadas a consecuencia de actividades de procesamiento cuya función fundamental es evaluar la relevancia personal de los eventos. En este sentido, la alegría puede ser producida por la constatación de que al fin hemos conseguido una meta altamente esperada, mientras que la tristeza o la frustración son frecuentemente generadas por la constatación de que nuestros esfuerzos para conseguir alguna meta no han tenido el efecto deseado.
Spinoza
Es en este sentido cognitivista en el que Spinoza (1632- 1677) se enmarcaría mucho antes de que se estableciera esta distinción entre conductistas y positivistas, afirmando que la alegría es el paso del hombre de una perfección menor a una mayor y la tristeza es el paso del hombre de una perfección mayor a una menor (Ética, III, 59).
Spinoza entiende que la personalidad está configurada por los afectos y la razón, y ambos se complementan. Las ideas pueden ser inadecuadas cuando se ignora la causa que la produce. Una idea inadecuada es la que dice que somos libres porque la libertad es una creencia derivada de la ignorancia de por qué se actúa como se actúa. Explicados en la proposición 59 de su Ética. Siendo propio de cada cosa perseverar en su ser ("conatus", esfuerzo) hay que considerar como afecto principal del hombre el del apetito o deseo (cupiditas). De él nacen la alegría (paso de una perfección menor a una mayor) y la tristeza (paso de una perfección mayor a una menor). Si se combina alegría y tristeza surge el resto:
- amor (alegría unida a la idea de la causa externa)
- odio (tristeza unida a la idea de causa externa)
- esperanza (representación de algo futuro unido a la alegría)
- miedo (representación de algo futuro unido a la tristeza)
-otras son: admiración, desprecio, propensión, aversión, devoción, irrisión, seguridad, desesperación, grata sorpresa, decepción, compasión, aprecio, indignación. Hasta 48.
El BIEN es lo que favorece la tendencia a perseverar en su ser. El Mal es lo que se opone. No hay otra virtud que la de conformarse con la naturaleza, lo que equivale a conformarse con la razón.
El siguiente texto es parte de la introducción del Tratado político de Spinoza:
He contemplado los afectos humanos, como son el amor, el odio, la ira, la envidia, la misericordia y las demás afecciones del alma, no como vicios de la naturaleza humana, sino como propiedades que le pertenecen como el calor, el frío, la tempestad, el trueno y otras cosas por el estilo a la naturaleza del aire.
Transformar las ideas inadecuadas en ideas adecuadas es el objetivo de la ética para Spinoza, lo cual se hace cambiando la idea que se tiene sobre el afecto que las ha producido, nunca anulando dicho afecto.
Afirmaba que no deseamos las cosas porque son buenas, sino que son buenas porque las deseamos.
La meta de los seres humanos debería ser tener una vida estable y serena mediante el conocimiento de las causas de lo que les afecta, de ahí su conocida sentencia: Neque lugere neque indignari, sed intelligere (ni lamentarse ni indignarse, sino comprender).
Ekman
Según Paul Ekman las emociones se caracterizan por lo siguiente:
- Son universales
- Son primitivas (pueden encontrarse rudimentos de estas emociones en muchos animales y se manifiestan desde el inicio de la vida).
- Conllevan expresiones faciales específicas
- Van asociadas a diferentes tendencias de acción, probablemente no aprendidas, destinadas a hacer frente al suceso desencadenante de la emoción
- Se diferencian entre sí en cuanto al patrón de activación fisiológica elicitado por el suceso emocional
- Se basan en sistemas cerebrales especializados y preestablecidos, que se diferencian tanto funcional como neuroanatómicamente
Las emociones básicas
Autor | Emociones básicas | Criterio de inclusión |
---|---|---|
Ekman, Friesen y Ellsworth | Miedo, ira, alegría, tristeza, asco, sorpresa | Expresiones faciales universales |
Izard | Ira, desprecio, asco, malestra, miedo, culpa, interés, alegría, vergüenza, sorpresa | Basadas en circuitos cerebrales preestablecidos |
Oatley y Johnson-Laird | Ira, asco, ansiedad, felicidad, tristeza | No requieren contenido proposicional (procesos cognitivos superiores) |
Panksepp | Expectativa, miedo, ira, pánico | Basadas en circuitos cerebrales preestablecidos |
Plutchnik | Aceptación, ira, anticipación, asco, alegría, miedo, tristeza, sorpresa | Relación con procesos biológicos adaptativos |
Tomkins | Ira, interés, desprecio, asco, malestar, miedo, alegría, vergüenza, sorpresa | Densidad de la actividad neuronal |
La inteligencia emocional
Deseos
Los deseos son estados psicológicos que se refieren a las necesidades, anhelos, apetencias o aspiraciones de una persona. Los deseos pueden ser conscientes o inconscientes, y pueden ser de diferentes tipos, como deseos materiales (por ejemplo, tener un coche nuevo), emocionales (por ejemplo, sentirse amado) o espirituales (por ejemplo, encontrar la paz interior).
En la filosofía, los deseos han sido objeto de reflexión desde la antigüedad, y han sido considerados tanto una fuente de motivación como de sufrimiento. Por un lado, los deseos pueden motivar a las personas a buscar la satisfacción de sus necesidades y a alcanzar sus metas, lo que puede ser beneficioso para su bienestar. Por otro lado, los deseos también pueden ser una fuente de sufrimiento, ya que pueden crear insatisfacción, frustración y dolor cuando no se cumplen.
Además, los deseos también han sido objeto de estudio en la psicología, la neurociencia y otras disciplinas, y se han identificado diferentes teorías sobre cómo surgen y se expresan los deseos en el cerebro y en la conducta humana.
Volición
La volición es un término que se refiere a la capacidad de una persona para tomar decisiones conscientes y dirigir su conducta en función de sus objetivos y valores. En otras palabras, se trata de la capacidad de tomar la iniciativa y el control de la propia vida.
La volición incluye la capacidad de planificar y tomar decisiones conscientes sobre las acciones a seguir para alcanzar un objetivo, así como la capacidad de perseverar y mantener el compromiso con ese objetivo a pesar de los obstáculos y las dificultades que puedan surgir en el camino.
En la psicología, la volición es un tema central en la teoría de la motivación y la conducta humana, y se ha estudiado desde diferentes perspectivas, incluyendo la psicología cognitiva, la psicología social y la neurociencia.
La volición es una capacidad importante para el éxito y el bienestar en la vida, ya que permite a las personas dirigir sus acciones hacia metas y valores importantes para ellas. Sin embargo, también puede verse afectada por factores como la fatiga, el estrés, la falta de motivación y otros obstáculos que pueden interferir con la capacidad de tomar decisiones conscientes y dirigir la propia conducta.
Facultades cognitivas
Las facultades cognitivas son habilidades mentales que permiten a una persona procesar, comprender y utilizar la información del entorno. Algunas de las facultades cognitivas más importantes son:
- Percepción: es la capacidad de percibir y procesar la información sensorial del entorno a través de los sentidos (vista, oído, tacto, gusto y olfato).
- Atención: es la capacidad de seleccionar y concentrarse en la información relevante mientras se ignoran las distracciones.
- Memoria: es la capacidad de adquirir, almacenar y recuperar información.
- Pensamiento: es la capacidad de procesar y manipular información para resolver problemas, tomar decisiones, razonar y comprender conceptos abstractos.
- Lenguaje: es la capacidad de comprender y producir el lenguaje hablado y escrito.
- Imaginación: es la capacidad de crear imágenes mentales y visualizar situaciones y objetos.
- Creatividad: es la capacidad de generar nuevas ideas y soluciones a problemas.
- Inteligencia: es la capacidad de aprender, comprender y aplicar conocimientos y habilidades en diferentes situaciones.
Estas facultades cognitivas trabajan juntas y se apoyan mutuamente para permitir un procesamiento eficiente y efectivo de la información, y son esenciales para el funcionamiento cognitivo normal y el bienestar emocional y social.
Procesos cognitivos superiores: Aprendizaje, inteligencia y pensamiento
Ejercicio
Lee el siguiente fragmento de un artículo de José Antonio Marina titulado “El inconsciente” aparecido en Aprender a pensar el 22/2/2010 http://aprenderapensar.net/2010/02/22/1323/
Les propongo dos experimentos elementales.
Experimento 1.- Cierren los ojos e intenten no pensar en nada. Comprobarán que a los pocos segundos, algún pensamiento, recuerdo, palabra, habrá saltado a su conciencia. ¿De dónde vienen? ¿Quién las ha producido?
Experimento 2.- Respondan rápidamente a esta pregunta: ¿Han estado en Australia? Con toda seguridad la habrán contestado sin ningún problema. Y habrán tardado en hacerlo unos 200 milisegundos. ¿Pueden decirme qué han hecho? Su cerebro lo ha hecho, sin que los psicólogos o los neurólogos o usted mismo conozcan su modo de proceder. Para que un ordenador hiciera algo parecido, tendríamos que darle una relación de todos los lugares donde usted ha estado, le introduciríamos después la palabra Australia, una orden de comparación, y al final el ordenador nos diría si usted ha estado o no en Australia. ¿Hacemos nosotros algo parecido en esos 200 milisegundos? No lo sabemos.
1. Haz el mapa conceptual del texto. (2 ptos.)
2. Contesta a las cuatro preguntas que plantea Marina (¿De dónde vienen?, ¿quién las ha producido? ¿pueden decirme qué han hecho? ¿hacemos algo parecido en esos 200 milisegundos?) (2 ptos.)
3. Explica las vías tomistas. (2 ptos.)
4. ¿Eres materialista o espiritualista? ¿Por qué? (2 ptos.)
5. Explica lo que quiere decir José Antonio Marina con la siguiente frase:
“Este es el gran escándalo o el gran enigma de la naturaleza humana: somos protagonistas de una historia que hemos escrito nosotros mismos sin saberlo. Todo sucede neuronalmente ochocientos milisegundos antes de que nos demos cuenta de que está sucediendo” (Las arquitecturas del deseo, Anagrama, Barcelona, p. 16) (2 ptos.)
Conciencia y lenguaje
La relación entre la conciencia y el lenguaje es compleja y ha sido objeto de estudio en diversas disciplinas, como la filosofía, la psicología y la neurociencia.
Por un lado, se puede decir que el lenguaje es una herramienta fundamental para la toma de conciencia y la expresión de la misma. A través del lenguaje, las personas pueden comunicar sus pensamientos, sentimientos y percepciones, y reflexionar sobre ellos. De esta forma, el lenguaje puede ayudar a construir una identidad personal y a establecer relaciones sociales.
Por otro lado, algunos filósofos y psicólogos han argumentado que el lenguaje no es necesario para la conciencia, y que ésta puede existir de forma independiente del lenguaje. Por ejemplo, el filósofo René Descartes sostenía que la conciencia es una propiedad esencial de la mente, y que se puede conocer sin necesidad de utilizar el lenguaje.
En cuanto a la relación entre el lenguaje y la conciencia en términos neurobiológicos, algunos estudios sugieren que el lenguaje y la conciencia están asociados a áreas específicas del cerebro. Por ejemplo, se ha encontrado que la corteza prefrontal es importante para la conciencia de uno mismo y de los demás, mientras que el procesamiento del lenguaje se localiza principalmente en el área de Broca y en el área de Wernicke.
En definitiva, la relación entre la conciencia y el lenguaje es compleja y multifacética, y sigue siendo objeto de debate y estudio en diversas disciplinas.
La filósofa Patricia Churchland ha dedicado su vida a investigar la conciencia. En este vídeo titulado "Patricia Churchland: Consciousness is all in the brain" explica brevemente los últimos avances sobre la investigación de la conciencia (en inglés con subtítulos):
Símbolo

"Símbolo" procede del griego y significa "juntar", "reunir", "encontrar un signo de reconocimiento". Es el objeto que representa a otra cosa en virtud de su correspondencia o analogía. Según el DRAE símbolo es "Representación sensorialmente perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una convención socialmente aceptada". Un "signo" sería algo natural (por ejemplo, el humo se refiere al fuego) y un "símbolo" es algo convencional. El principal símbolo es la palabra.
Lenguaje
Según el DRAE el lenguaje es el "conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente". Algunos equiparan "lenguaje y razón". de este modo ser "animal racional" significaba ser un ente capaz de hablar.
Contabilizamos como tal un lenguaje preguntando si la reunión de sus hablantes genera comunicación. Con una medida de este tipo el mundo contiene al menos 4500 lenguajes naturales.
¿Podemos desechar a priori la posibilidad de un Robinson Crusoe aislado desde su nacimiento que, sin embargo, acertase a simbolizar cosas para sí mismo?
Según Chomsky la adquisición del lenguaje en cada niño depende de un cuerpo de conocimiento innato que lo equipa para desarrollar su lengua. Hay una gramática universal; la gramática particular de cada lengua es un refinamiento de la primera.
Percepción
La percepción es un proceso psicofísico por el que el sujeto transforma las diversas impresiones sensoriales (estímulo), previamente transportadas a los centros nerviosos, en objeto sensible conocido.
Wundt distingue entre "sensación" (subjetiva) y "percepción" (objetiva).
Racionalismo.
Empirismo.
Psicología de la Gestalt: no se perciben los elemento individualmente, sino en su conjunto. Lo importante es la organización de os elementos, más que los elementos en sí mismos. Leyes de organización perceptual.
Aprendizaje
Vygotski (1896-1934) Constructivismo cognitivo y pensamiento global.
Chomsky: gramática generativa. Todo hablante tiene un conocimiento interior, inconsciente, de su lengua.
Fodor: la mente es el cerebro en funcionamiento.
Skinner: continúa el conductismo de Pavlov
Ausubel: aprendizaje significativo. Adquisición de conocimientos a partir de las relaciones fundamentales y no arbitrarias entre lo que ya se sabe (conocimiento previos) y lo que hay que aprender. Contra el aprendizaje repetitivo
Paradojas
Paradoja de Ellsberg. Es un fenómeno de la teoría de la decisión que muestra que las personas prefieren apostar por situaciones donde la probabilidad es conocida, en vez de por situaciones donde la probabilidad es desconocida o ambigua. Esto implica que las personas tienen aversión a la ambigüedad y que no siguen la teoría de la utilidad esperada, que asume que las personas son racionales y consistentes en sus elecciones. La paradoja de Ellsberg se ilustra con un experimento donde se presenta una urna con 90 bolas de diferentes colores y se ofrecen distintas apuestas sobre el color de la bola que se extrae. La mayoría de las personas eligen las apuestas donde la probabilidad es conocida (por ejemplo, 1/3 de que la bola sea roja) que las apuestas donde la probabilidad es desconocida (por ejemplo, no se sabe cuántas bolas son negras o amarillas).
Teoría del cisne negro. Es una metáfora que describe un suceso sorpresivo, de gran impacto y difícil de predecir, que se racionaliza después de que ocurre, haciéndolo parecer explicable y predecible. La teoría fue desarrollada por el filósofo e investigador Nassim Taleb, que la expuso en su libro El cisne negro: El impacto de lo altamente improbable, publicado en 2007.
Según Taleb, los cisnes negros son eventos que tienen tres características:
• Son atípicos, es decir, están fuera del ámbito de las expectativas habituales, porque nada en el pasado puede apuntar a su posibilidad.
• Tienen un impacto extremo, es decir, causan cambios significativos en la historia, la ciencia, la economía, la tecnología o la sociedad.
• Son explicados a posteriori, es decir, se inventan razones para su ocurrencia después del hecho, haciendo que parezcan más predecibles o inevitables de lo que realmente son.
Algunos ejemplos de cisnes negros son el surgimiento de internet, los atentados del 11 de septiembre de 2001, la crisis económica de 2008 o la pandemia de covid-19. Estos eventos fueron imprevistos, tuvieron consecuencias profundas y se intentaron justificar con diversas teorías o narrativas.
La teoría del cisne negro cuestiona la validez de la teoría de la utilidad esperada, que asume que las personas son racionales y consistentes en sus decisiones, y que pueden calcular las probabilidades de los eventos futuros. Taleb sostiene que las personas tienen aversión a la ambigüedad y que son ciegas a la incertidumbre y al papel de los eventos raros en la historia.
Textos sobre la relación lingüística y simbólica del sujeto con el mundo
Bibliografía
Aguado, L. (2019). Emoción, afecto y motivación. Alianza.
Honderich (ed) (2008). "Lenguaje" y "Lenguaje, conocimiento del" en Enciclopedia Oxford de Filosofía. Tecnos.
Larsen, R. y Buss, D. (2019). Psicología de la personalidad. McGrawHill.
Spinoza, B. (2000). Ética demostrada según el orden geométrico. Trotta.