Pactar con el diablo

ESCUCHAR ¿Por qué estos espíritus selectos se someten a otros más vulgares? ¿Qué les habrá conducido a dedicar parte de su existencia a escuchar vaguedades predecibles? ¿Por qué parece que disfrutan serenos de las medias verdades en un ámbito de continua falsedad? ¿Por qué su buena voluntad para con los embaucadores? ¿Por qué están incapacitados para decir que “no” a sus dirigentes que, enloquecidos, insisten una y otra vez en el error? LEER EL ARTÍCULO COMPLETO


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