¿Alguna vez te has preguntado por qué existen las normas? ¿Quién decide lo que es justo? ¿Y por qué obedecemos las leyes (o por qué a veces nos rebelamos contra ellas)? Todo esto no es solo «cosa de políticos», es la base de cómo funcionamos en sociedad. Vamos a desenredar algunos de los conceptos más importantes.
Contenidos
1. La gran pregunta: ¿Qué es la Justicia?
Todos hablamos de justicia, pero ¿qué es realmente? La idea básica es «dar a cada uno lo que le corresponde». Pero claro, la gente no se pone de acuerdo en qué es «lo que corresponde».
Imagina que hay que repartir una pizza entre un grupo de amigos. ¿Cómo sería la forma más justa de hacerlo?
- Justicia para ayudar al más débil (John Rawls): Rawls diría que un reparto justo es el que más beneficia al que está peor. En nuestro ejemplo: si un amigo lleva todo el día sin comer, lo justo sería asegurarse de que él reciba un buen trozo, aunque eso signifique que los demás trozos sean un poco más pequeños. La idea es que las desigualdades solo valen si ayudan a los que menos tienen.
- Justicia para la felicidad de la mayoría (Jeremy Bentham): Un utilitarista como Bentham diría: «repartamos la pizza de la forma que produzca la mayor felicidad posible al mayor número de gente». Si a casi todos les encanta el pepperoni, se pide de pepperoni, aunque haya uno que la prefiera de otro sabor. Se busca el bienestar general.
- Justicia como respeto a lo mío (Robert Nozick): Nozick te diría: «un momento, ¿quién ha pagado la pizza?». Para él, la justicia se basa en respetar los derechos de cada uno, sobre todo el de propiedad. Si tú pagaste la pizza, es tuya, y nadie (ni siquiera el Estado) puede obligarte a repartirla en nombre de la «justicia social». Cualquier reparto forzado es un robo.
- Justicia como un equilibrio (Aristóteles): Aristóteles lo vería como una virtud, un punto medio. La justicia no es solo una norma, es algo que tienes que practicar. Se trata de encontrar un equilibrio entre tus propios derechos y lo que es bueno para el grupo.
¿Por qué nos complicamos tanto la vida con la justicia y las normas? Porque, como dijo Aristóteles, somos «seres sociales». No estamos diseñados para vivir solos como un lobo estepario. Piénsalo como si estuvieras en un videojuego de supervivencia: solo, es casi imposible ganar. Necesitas a otros para protegerte, conseguir comida, construir un refugio y, simplemente, para no volverte loco.
Esto tiene dos consecuencias muy importantes:
- La sociedad te debe cosas: Si necesitamos vivir en grupo, el grupo (el Estado, la sociedad) tiene la responsabilidad de crear las condiciones para que vivamos bien. Por eso existen los hospitales públicos, los institutos, la policía… para cubrir esas necesidades que solos no podríamos.
- Tú le debes cosas a la sociedad: Esto no es un buffet libre. Si te beneficias del grupo, también tienes la responsabilidad de aportar. Pagar impuestos, respetar las leyes, cuidar los espacios comunes… todo eso es parte del pacto por vivir juntos.
3. ¿Qué es «la política»? (Pista: No es solo lo que ves en el Congreso)
Cuando oyes «política», seguro que piensas en partidos, elecciones y debates a gritos. Pero «lo político» es algo mucho más grande: es todo lo que tiene que ver con cómo tomamos decisiones como colectivo.
Desde decidir las normas de convivencia en clase hasta votar en unas elecciones generales, todo eso es política. Es el proceso de organizar nuestra vida en común. Algunos piensan que su objetivo es buscar el «bien común» (Aristóteles), mientras que otros creen que es una lucha constante por el poder y los recursos.
4. Legal vs. legítimo: No es lo mismo
Aquí entramos en un terreno interesante donde las cosas se complican.
- Legalidad: Es muy simple. ¿Una acción o una ley sigue las normas escritas? ¿Sí? Entonces es legal. Por ejemplo, la norma de tu instituto que prohíbe usar el móvil en clase es legal porque está en el reglamento.
- Legitimidad: Esto es más profundo. ¿La gente acepta esa ley o esa autoridad como justa y válida? ¿Creen en ella? Si la respuesta es sí, es legítima. Si toda la clase piensa que la norma del móvil es absurda, injusta y no sirve para nada, esa norma, aunque sea legal, ha perdido su legitimidad.
A veces chocan. Una ley puede ser legal, pero tan injusta que la gente la considera ilegítima y se rebela. Piensa en Rosa Parks negándose a ceder su asiento en el autobús: su acto era ilegal, pero hoy todo el mundo lo considera legítimo y heroico.
5. Conceptos clave para entender las noticias de hoy
Con todo lo anterior, ya puedes entender un par de términos que se usan mucho hoy en día.
- «Lawfare» (Guerra judicial): Imagina usar las leyes y los tribunales no para hacer justicia, sino como un arma para destruir a tu enemigo político. De eso va el lawfare: inventarse acusaciones, abrir procesos judiciales falsos y manipular el sistema legal para inhabilitar o desprestigiar a un adversario. Es convertir la justicia en una batalla política.
- Derecho Positivo vs. Derecho Natural:
- Derecho Positivo: Son las leyes que están escritas y aprobadas por un gobierno. El Código Penal, la Constitución, las multas de tráfico… todo eso es derecho positivo.
- Derecho Natural: Son los principios que muchos consideran universales y que están por encima de cualquier ley escrita, basados en la razón o en nuestra «brújula moral». Por ejemplo, la idea de que «matar está mal» o que «la esclavitud es injusta» se considera un principio del derecho natural, sin necesidad de que lo ponga en una ley.
El gran debate es: ¿debe el derecho positivo (las leyes del gobierno) obedecer siempre al derecho natural (lo que consideramos justo por naturaleza)? ¿O una ley es una ley y punto?
Entender estas ideas no te convierte en un filósofo, pero te da algo mucho más importante: pensamiento crítico. Te da herramientas para analizar el mundo, entender las noticias y no dejar que te manipulen. Te ayuda a decidir por ti mismo qué es justo y a participar en las «reglas del juego» de una forma mucho más consciente.
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