Hay algo peor que el jet lag, ese transtorno del viajero que consiste en dormirse a horas inapropiadas y no conciliar el sueño cuando todo el mundo descansa debido a la diferencia horaria con el país de origen. Como creo que nadie lo ha bautizado aún, lo voy a denominar week lag, pero para no dar tanto protagonismo a la lengua inglesa lo rebautizaré como «semanitis».
La «semanitis» es el transtorno que sufre el viajero cuando se desplaza a países en que se trabaja los sábados y los domingos. En Irán no hay clases los viernes, y los jueves hay jornada reducida (como pasaba los sábados en la España de Franco). Sin embargo hay que dar clases el sábado y el domingo lo cual es difícil; el organismo, después de toda una vida de tener ese día de trabajo voluntario o descanso, no se acostumbra al obrar obligado y al sometimiento a la dictadura de los horarios en día tan sagrado. La inexistencia de las Navidades, de la Semana Santa o del Puente del Pilar se compensa con otras tantas fiestas de verdadero carácter religioso en Irán, que ayudan a que se agudice la semanitis.
Superado facilmente el jet lag (sólo hay una hora y media de diferencia horaria con España) he de reconocer que me está costando acostumbrarme a trabajar los fines de semana y a descansar los jueves y viernes (esto último, lo crean o no, es más difícil, sobre todo ahora en Ramadán). Pero claro, sé que me leen personas que trabajan los domingos en España e, incluso, que trabajan fines de semana alternos, así que no vean este post como una queja, sino como mera definición del concepto.
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