Comunismo de las aulas y búsqueda del yo.

Hoy he explicado en la clase de ética la concepción marxista de la solidaridad. Parece que expresiones como «la tierra para quien la trabaja» o «a cada cual según su necesidad y de cada uno según su capacidad» no acaban de convencerles. Al relacionar «comunismo» con «lo que es común» se me ocurrió poner el ejemplo de las aulas en España:

Las aulas de clase son comunes a todos los profesores, a diferencia de Estados Unidos donde cada profesor tiene su propio espacio para trabajar con las estudiantes que jamás comparte con ningún otro docente. De este modo el profesor norteamericano se preocupa de decorar su clase de forma que influya positivamente en el ánimo de los estudiantes, hace arreglar las ventanas si se rompen, o pone a funcionar la calefacción inmediatamente en caso de que dejara de dar calor. En España, por el contrario, como las clases son de todos, nadie se preocupa (lo que pertenece a todos parece que no es de nadie) y si se rompe una persiana da igual («ya la arreglará alguien») y si la decoración es tan nefasta como en los institutos españoles pues «qué se le va a hacer».

Les pregunté si un país con un régimen comunista podría derivar en algo parecido y estuvieron reflexionando al respecto con opiniones muy interesantes. «La teoría puede llegar a ser atractiva pero su aplicación real deja mucho que desear», dijo alguno.

En las dos clases siguientes de «filosofía I», tras repasar los conceptos aprendidos en los últimos días, hicimos un ejercicio de relajación que nos permitiera concentrarnos en el «yo» o el «alma». Pretendíamos sentir en nuestro interior el «pienso luego existo» de Descartes, y parece que algunos estudiantes, en la fase de puesta en común de la experiencia, dieron la razón al extraordinario filónsofo francés. Otros, sin embargo, continuaron siendo escépticos. Parece que gustón esta forma de trabajar hoy.

Para la clase de tutoría llevé materiales sobre técnicas de estudio pero insistieron todos en que les dejara estudiar porque tenían un examen de inglés después. Cedí.

Por cierto, últimamente abuso mucho de enlazar a la Wikipedia. Quizá debería pensar un poco en lo que hoy dice Miguel Santaolalla.

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