Si ustedes echan un vistazo a este gráfico (vía) podrán observar que en diciembre de 1979 se dio el mayor precio de la historia del petróleo (tomando en cuenta la inflación), por eso justo en esa época hubo que declarar enemigo a Irán por parte de Occidente, ya que es el tercer país del mundo con mayores reservas de crudo y no quería pasar por el aro de las condiciones de compra-venta de los «países del norte».
Igualmente vemos en este gráfico que nos estamos aproximando de nuevo, de forma vertiginosa, a ese precio máximo por lo que las sanciones económicas, que han sido muy duras, van a transformarse paulatinamente en serias amenazas de guerra hacia el país persa.
Una bajada del precio del oro negro bien valdría una guerra injusta porque si no es así Occidente colapsaría. También tendríamos que entender que Irán quisiera defenderse, ¿no? ¿Por qué no dicen esto en las noticias y nos mienten con el asunto nuclear para poner a la facilmente manipulable opinión pública en contra de Irán y sus gentes?
Hay que decantarse por una guerra injusta para robarles su petroleo o por el colapso de Occidente a cambio de respetar los derechos humanos. ¿Qué es preferible, pagar cinco veces más por efecto de la subida de la gasolina y con ello mermar hospitales y centros educativos o mantener un precio «razonable» a cambio del asesinato de inocentes en Oriente Próximo? ¿Deseamos seguir el hiperconsumo (término de Lipovetsky) gracias a un acto bélico inmoral o ver frenado nuestro «tren de vida» por ser decentes?
La religión llevada al paroxismo en Irán, una de las quejas más frecuentes de los grupos de derechos humanos, es una simple reacción a la amenaza occidental. ¿No es la religión el mejor agente de cohesión de una nación frente a la amenaza externa? ¿No se irán relajando las estrictas normas sociales a medida que la amenaza, NUESTRA AMENAZA, desaparezca?
No dejemos que ganen la guerra en la televisión, que se apropien de la voluntad de los telespectadores y que, de este modo, quede legitimado el ataque a Irán por el supuesto consentimiento, más bien pereza mental, de la comunidad televidente internacional.
[techtags: Iran, guerra, petroleo, television, religion]
Deja una respuesta