
He disfrutado del primer vino filosófico en el Museo de Málaga en torno a la «verdad». Los asistentes compartieron sus pensamientos acerca de la dificultad de desentrañar un concepto tan evasivo y propusieron teorías de la verdad que daban de lleno con posturas filosóficas tradicionales: Platón, Aristóteles, Wittgenstein, Habermas y Nietzsche. Alentados por el excelente vino malagueño llegamos a una verdad indubitable: en el vino habita alguna verdad o, cuando menos, algo muy parecido.
Uno de los vinos que degustamos fue el tinto Gadea de las bodegas Carpe Diem. Sirah 2021 criado en roble francés. Generosas tierras, rojizas y antiguas. Delicioso y anima a filosofar sobre la verdad.


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