Gustavo Monge fue un empresario español pionero en tierras checas que ahora es corresponsal de la Agencia Efe y profesor en la Escuela Superior de Economía de Praga. Ha escrito un libro titulado Yo también estuve en Praga. Crónicas empresariales españolas (editorial Cesta, Brno, 2006) en el que explica los difíciles comienzos de los emprendedores españoles en tierras checas hasta la arrolladora llegada de Telefónica hace tres años.
Tras leer este libro he aprendido que las empresas españolas que más éxito han logrado, soslayando a Telefónica de la que aún no sabemos cual va a ser su evolución, son las relacionadas con los juegos recreativos y el vino. En fin, les dejo con algunas perlas:
Hacer empresa con humildad. algo que al checo le gusta, ya que conserva un miedo casi instintivo a los interlocutores grandes y a las potencias vecinas. le gusta más bien hablar de tú a tú, y ser respetado, tras estar a la defensiva del agresor germánico, y luego del sometimiento soviético durante la segunda mitad del siglo XX. (p 39)
Y es que durante décadas, ir a comprar había sido algo indigno. «¡Oye, que he oído que en tal calle hay espinacas…!» (p 52)
Durante un a breve entrevista con Klaus en su sede diplomática hispanoamericana, el carismático líder, entonces en la oposición, me llegó a decir que Havel «ha destruido este país». (p 74)
Dedicar energías a superar esa casi instintiva cautela, porque «el checo es muy cauteloso al principio»… (p 116).
La llegada del gigante de las telecomunicaciones sirve también para mejorar la percepción de España, que sigue estando empañada por una mezcla de desconocimiento y exotismo entre la población eslava, a pesar de los fuertes lazos históricos. (p 222)
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