El problema de lo real

El dilema de lo real: ¿Cómo sabes que no vives en Matrix?

¿Alguna vez has tenido un sueño que se sentía 100% real y, al despertar, has necesitado un segundo para darte cuenta de que no lo era? ¿O has visto la película Matrix y te has quedado pensando: «¿Y si todo lo que veo, toco y siento no es más que una simulación?»?

Si te has hecho esas preguntas, ¡felicidades! Estás pensando en uno de los problemas más antiguos y fascinantes de la filosofía: el problema de lo real.

En resumen, la gran pregunta es: ¿Qué es la realidad? Y, ¿cómo podemos estar seguros de que algo es real y no una invención de nuestra mente?

A lo largo de la historia, los filósofos se han dividido en dos grandes equipos para responder a esto:

  1. Equipo «Todo está en tu mente»: Este grupo argumenta que la realidad es, en gran parte, una construcción de nuestro cerebro. No podemos estar seguros de que exista un mundo «ahí fuera» independiente de nosotros.
  2. Equipo «Hay un mundo real ahí fuera»: Este otro grupo sostiene que, aunque la percibamos con nuestros sentidos, existe una realidad objetiva y sólida que está ahí, la veamos o no.

Un Filósofo que lo puso todo en duda: René Descartes

En el siglo XVII, un filósofo francés llamado René Descartes decidió hacer un experimento mental radical. Dijo: «Voy a dudar de absolutamente todo. No me creeré nada de lo que me han enseñado, ni siquiera lo que ven mis ojos, porque ¿quién me asegura que no estoy soñando o que un genio maligno me está engañando?».

Descartes llevó su duda al límite, pero se encontró con una cosa de la que no podía dudar: no podía dudar de que él estaba dudando. Y si estaba dudando, es que estaba pensando. Y si estaba pensando, ¡tenía que existir!

De ahí viene su famosísima frase: «Cogito, ergo sum», que significa «Pienso, luego existo». Para Descartes, la única certeza absoluta que tenemos es que somos seres que piensan. A partir de ahí, intentó reconstruir la realidad (argumentando que un Dios bueno y perfecto no nos engañaría con nuestros sentidos).

La Filosofía hoy: ¿Te puedes fiar de tus sentidos?

Hoy en día, muchos filósofos se centran en el problema de la percepción. La idea es que tu cerebro no es una cámara de fotos que captura la realidad tal cual es. Más bien, es como un potentísimo ordenador que recibe datos (luz, sonido, olores) y los interpreta para construir tu experiencia del mundo.

Piensa en un simple color. Tú y tu amigo podéis discutir si una camiseta es verde o azul. ¿Quién tiene la razón? Probablemente, vuestros cerebros simplemente están procesando la luz de manera ligeramente diferente.

La filosofía contemporánea nos dice que lo que experimentamos no es la realidad «pura», sino una versión subjetiva, una reconstrucción que nuestra mente hace para nosotros.

Así que, la próxima vez que mires a tu alrededor, recuerda que no hay una respuesta fácil a la pregunta de «¿qué es real?». Pero el simple hecho de preguntártelo ya te convierte en un poco filósofo.

El desvanecimiento de Troxler. Mira fijamente la cruz durante 20 segundos y verás que desaparecen los colores

Apariencia y realidad

Apariencia vs. realidad: ¿Es oro todo lo que reluce?

¿Alguna vez has visto el perfil de Instagram de alguien y has pensado «wow, su vida es perfecta», para luego enterarte de que en realidad no lo está pasando nada bien? ¿O has visto un truco de magia que parecía imposible, sabiendo que tenía que haber un engaño?

Si has vivido algo así, ya entiendes perfectamente una de las grandes preguntas de la filosofía: la diferencia entre la apariencia (cómo parecen ser las cosas) y la realidad (cómo son de verdad). Darte cuenta de que ambas no siempre coinciden puede cambiar por completo la forma en que ves el mundo y a ti mismo.

Platón y las sombras en la Caverna (Versión 2.0)

Hace más de 2.000 años, un filósofo griego llamado Platón se rayó muchísimo con este tema. Propuso una idea muy potente que hoy podemos entender con un ejemplo moderno.

Imagina que vives en un mundo donde solo conoces a la gente por sus perfiles de redes sociales (sus «apariencias»). Ves sus fotos editadas, sus posts felices y sus vacaciones increíbles. Para ti, esa es la realidad.

Platón diría que esas fotos y perfiles son como sombras en una pared: copias imperfectas y retocadas. La realidad verdadera, según él, no está en esas imágenes, sino en la persona real, con sus días buenos y malos, sus inseguridades y sus momentos sin filtro. Esa persona «real» pertenecería a un mundo de «ideas» perfectas y auténticas, y lo que vemos en el día a día es solo un reflejo.

Representación de la alegoría de la caverna por parte de la estudiante Vanessa Ramos

Descartes: Dudo de lo que veo, pero sé que hay algo ahí

Mucho después, en el siglo XVII, el filósofo René Descartes (el de «pienso, luego existo») le dio otra vuelta. Dijo que podíamos dudar de todo lo que nos muestran nuestros sentidos. Podríamos estar soñando o siendo engañados. La apariencia puede ser una trampa. Sin embargo, Descartes creía que, a pesar de sus dudas, podíamos estar seguros de que existía un mundo externo real, independiente de nuestra mente.

La Filosofía de hoy: ¿Y si la línea es borrosa?

Los filósofos más actuales complican un poco más el asunto. Argumentan que la distinción entre apariencia y realidad no es una línea clara. Creen que nuestras propias experiencias, emociones y cultura influyen en cómo «construimos» lo que consideramos real.

Tu «realidad» no es la misma que la de un chico que vive en Japón o la de alguien que vivió en la Edad Media. Tu percepción personal colorea y da forma a tu versión de la realidad.

Al final, este tema está súper conectado con otro concepto clave: la verdad. Lo que consideramos «real» suele ser lo que consideramos «verdadero». Pero como ves, definirlo no es tan fácil.

Ahora te toca a ti pensar, después de todo esto:

¿Qué crees que significa «realidad»?

Aristóteles: Metafísica

Lee el siguiente texto de la Metafísica Aristóteles para ver alguno de los vínculos entre realidad y verdad:

En fin, con mucha razón se llama a la filosofía la ciencia teórica de la verdad. En efecto, el fin de la especulación es la verdad, el de la práctica es la mano de obra; y los prácticos, cuando consideran el porqué de las cosas, no examinan la causa en sí misma, sino con relación a un fin particular y para un interés presente.

Ahora bien, nosotros no conocemos lo verdadero, si no sabemos la causa. Además, una cosa es verdadera por excelencia cuando las demás cosas toman de ella lo que tienen de verdad, y de esta manera el fuego es caliente por excelencia, porque es la causa del calor de los demás seres. En igual forma, la cosa, que es la causa de la verdad en los seres que se derivan de esta cosa, es igualmente la verdad por excelencia.

Por esta razón los principios de los seres eternos son sólo necesariamente la eterna verdad. Porque no son sólo en tal o cual circunstancia estos principios verdaderos, ni hay nada que sea la causa de su verdad; sino que por el contrario, son ellos mismos causa de la verdad de las demás cosas. De manera que tal es la dignidad de cada cosa en el orden del ser, tal es su dignidad en el orden de la verdad.

Espasa Calpe, 1988. Traducción de Patricio de Azcára Vía

Plan de diálogo: Causas aristotélicas

¿Qué significa «no conocemos lo verdadero si no sabemos la causa»?

Según Aristóteles (Metafísica, libro I, 3), existen cuatro causas: material, formal, eficiente y final. En el ejemplo de una escultura, la causa material sería el mármol; la formal, la forma de, por ejemplo caballo, que adquiere la escultura; la eficiente, el escultor y la final sería, por ejemplo, agradar a los que la contemplan. ¿Podrías poner tú otro ejemplo en el que se vean estas causas? Puedes ampliar la información sobre las causas aristotélicas en WebDianoia.

¿Qué crees que Aristóteles considera más elevado, la especulación o la práctica? ¿En tu opinión qué tiene más valor? ¿Tiene la misma importancia un artesano y un filósofo? ¿En qué se diferencian?

El escepticismo

Textos sobre la escuela escéptica

Ilusiones ópticas

Presta atención a estas imágenes. Como habrás comprobado nuestro cerebro puede dejarse engañar a veces, haciendo que la realidad sea difícil de captar. ¿Por qué crees que ocurre esto?

Mira también este vídeo para constatar nuevamente la extrañeza de nuestras percepciones.

https://www.youtube-nocookie.com/embed/xl1lLze5ZpM?

¿Puedes relacionar este hecho con, por ejemplo, el daltonismo?

La mente engaña, comprúebalo mirando fijamente el centro de esta imagen durante 30 segundos y después mira a una de tus manos. ¡No te asustes! ¡Es sólo una mala jugada de tu mente! Es parecido a esta otra ilusión óptica.

Efecto Thatcher

Guía de ilusiones ópticas

Pareidolia, cuando el cerebro nos engaña

La ilusión de la máscara de Einstein.

Lo que el cerebro ve cuando los ojos dejan de mirar

Redes: Magia y neurociencia en red

Redes: Flipar en colores

Investigando la percepción

Presentación: Sensación y percepción. Prof. Alberto Fernández.

Artículo: Descubren que lóbulo frontal de autistas no se conecta con otras zonas del cerebro

Publicidad subliminal de McDonald’s en la Fórmula 1 de la Sexta

Artículo: Por qué ellos y ellas no se ríen de lo mismo

El cerebro puede “vivir” cerca de un minuto después de una decapitación

¿Por qué abrimos los ojos por la mañana antes de que suene la alarma del despertador?

Difusión de la responsabilidad o Efecto espectador

Siete casos neurológicos fascinantes

Yo soy yo y mi circunstancia

El filósofo español José Ortega y Gasset, a quien estudiarás el próximo curso afirmaba «yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». Meditaciones del Quijote

¿Crees que aunque no sepamos exactamente lo que es la realidad nos determina constantemente? ¿Es posible cambiar la realidad o las circunstancias?

Milagros

Un milagro se da cuando ocurre un hecho inexplicable por las leyes naturales. ¿Tú crees en los milagros? Lee el siguiente artículo La devoción por el Hermano Rafael y el Padre Coll obró el milagro. La Iglesia reconoce que las plegarias por su intervención salvaron dos vidas del periódico La razón y reflexiona sobre las siguientes cuestiones:

1. ¿Crees que la oración y la devoción puede salvar vidas? Si es así, crees que ello entraña una explicación científica? ¿La ciencia debería ser capaz de explicar todo?

2. ¿Se habrían salvado estas dos vidas si nadie hubiera rezado por ellas?

3. ¿Por qué crees que parece que a veces que funciona rezar y en otras ocasiones no? ¿Es justo para que quien no rece esté en desventaja respecto a los que sí que rezan?


Opinión de Hume sobre los milagros

Correlación y causalidad

Error al crear miniatura: No se ha podido guardar la miniatura

Sesgos cognitivos

Lista de prejuicios cognitivos

Paradoja de Teseo

Paradoja sorites

Artículos

15 segundos, eso dura la realidad de un instante. 15 segundos. Eso es lo que dura el instante que estás experimentando justo en este momento. Así lo afirman unos investigadores del MIT quienes han llamado a este fenómeno como “campo de continuidad”. En realidad, el resultado de su estudio muestra que este instante exacto está directamente influenciado por los 15 segundos anteriores de nuestra vida, incluyendo la experiencia vivida. El estudio fue presentado la semana pasada en la prestigiosa revista Nature Neuroscience y nos sirve para entender un poco mejor cómo los seres humanos prestamos atención a las cosas que nos rodean, especialmente a nuestras tareas (…)


¿Si pudiéramos reunir toda la materia del universo en un solo sitio, qué cantidad de espacio ocuparía?. FRAGEMETO: Un año luz cúbico contiene aproximadamente 1E 48 metros cúbicos. Así que toda la materia en el universo cabría en aproximadamente mil millones de años luz cúbicos, es decir, en un cubo que es de aproximadamente 1.000 años luz de cada lado. Significa que, sólo alrededor de un 0,0000000000000000000042 % del universo contiene algo de materia. El universo es un lugar muy vacío (…)


Ser géminis con ascendente imbécil. (…) Además, y esto es importante, nadie explica exactamente cómo «afectan» los planetas y constelaciones al niño recién nacido. Esta gentecilla siempre suele tirar de campos magnéticos, «influjos» y cosas así. Para empezar el campo magnético o la atracción gravitatoria de estrellas que se encuentran a varias decenas de años luz es prácticamente cero. Cuando digo «prácticamente cero» no me refiero a 0,1; ni siquiera 0,001…estamos hablando de órdenes de magnitud de 10 elevado a -12 aproximadamente. Si hablamos de planetas del sistema solar, la cosa no mejora demasiado. De hecho, un bebé recién nacido recibe mayor atracción gravitatoria por parte del ginecólogo que le ha traído al mundo que de Venus (lapsus, puse Marte), que es el planeta más cercano. (…)


La colocación de los productos en el supermercado atraen a los clientes a los productos más caros


Vattimo: «La humanidad está espiritualmente satisfecha por la religión y el erotismo»


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