31. Ideales, utopías y distopías. Los movimientos sociales y políticos. El feminismo y la perspectiva de género en la filosofía

Imaginando el futuro: Ideales, utopías y distopías

¿Alguna vez has pensado en cómo sería un mundo perfecto? ¿O, por el contrario, has visto una peli o leído un libro que muestra un futuro terrible y te ha hecho pensar «espero que nunca lleguemos a eso»? Esas ideas tienen nombre: son ideales, utopías y distopías. Vamos a ver qué significa cada una.

1. El ideal: La meta que nos guía

Un ideal es como la versión perfecta de algo, una meta que nos inspira a mejorar. Es como esa «estrella polar» que seguimos, aunque sepamos que es casi imposible de alcanzar por completo.

  • Ejemplo simple: El ideal de la justicia. Soñamos con un mundo donde todo el mundo sea tratado de forma justa y equitativa, sin trampas ni favoritismos.
  • Ejemplo político: El ideal de la democracia. La idea de que el poder lo tiene la gente y que las decisiones importantes se toman escuchando a todos.

Los ideales no son un lugar, sino una fuente de motivación. Nos dan la energía para luchar por una sociedad mejor.

2. La utopía: El sueño de un mundo perfecto

Una utopía (que significa «ningún lugar») es la descripción de una sociedad imaginaria que es absolutamente perfecta. Es un mundo de ensueño donde no existen los problemas que tenemos ahora: no hay guerras, ni pobreza, ni enfermedades, ni conflictos.

  • ¿Cómo sería? Imagina un lugar donde todo el mundo es feliz, el trabajo es creativo y satisfactorio, y la gente vive en paz y armonía con la naturaleza y la tecnología.
  • El lado peligroso: Las utopías suenan genial, pero tienen un riesgo. La historia nos ha enseñado que cuando alguien se obsesiona con crear «su» versión de una sociedad perfecta, puede acabar intentando imponerla a la fuerza. Esto puede llevar a reprimir a quienes no están de acuerdo, creando lo contrario de un paraíso.

3. La distopía: La pesadilla hecha realidad

Una distopía es justo lo contrario a una utopía. Es una sociedad imaginaria donde todo ha salido terriblemente mal. Son mundos que nos muestran los peores aspectos de la humanidad: la opresión, la violencia y el sufrimiento. En una distopía, la libertad y la dignidad de las personas han desaparecido.

Seguro que te suenan de muchos sitios. Las distopías son muy populares porque nos sirven como una crítica social y una advertencia de lo que podría pasar si no tenemos cuidado.

  • Ejemplos que conoces:
    • Los Juegos del Hambre: Una sociedad controlada por un Capitolio rico y opresor que obliga a los jóvenes a matarse entre ellos como forma de entretenimiento y control.
    • 1984: Un mundo donde un gobierno totalitario (el «Gran Hermano») vigila y controla cada movimiento y pensamiento de sus ciudadanos.
    • Black Mirror: Muchos de sus capítulos nos muestran distopías tecnológicas, advirtiéndonos sobre los peligros de las redes sociales, la inteligencia artificial o la vigilancia masiva.
    • El Corredor del Laberinto (The Maze Runner): Un grupo de jóvenes atrapados en un entorno controlado y manipulado por fuerzas invisibles, sin libertad ni recuerdos.

Una imagen vale más que mil palabras, y una foto de 1998, que recorrió el mundo, se ha grabado en la mente de millones de personas, sobre todo en las antiguas colonias. El director ejecutivo del FMI, Michel Camdessus (el jefe del FMI es llamado director ejecutivo), un ex burócrata del Tesoro francés, de baja estatura y atildada vestimenta, de pasado socialista, está de pie con expresión severa y brazos cruzados junto a un sentado y humillado presidente de Indonesia. El desventurado mandatario está siendo efectivamente forzado a entregar la soberanía económica de su país al FMI a cambio de la ayuda que el país necesita. Al final, irónicamente, buena parte del dinero no fue a ayudar a Indonesia sino a rescatar a los acreedores privados de las «potencias coloniales» (oficialmente la «ceremonia» era la firma de una carta de acuerdo que es dictada por el FMI, aunque a menudo se finge que la carta de intención se origina ¡en el Gobierno del país!).

Los defensores de Camdessus alegan que la foto no fue justa, que no sabía que la estaban tomando y que fue vista fuera de contexto. Ésa es precisamente la cuestión: en los tratos cotidianos, lejos de las cámaras y los periodistas, tal es precisamente la actitud que adoptan los burócratas del FMI, de su líder para abajo. A los súbditos de los países subdesarrollados la foto les planteó una pregunta incómoda: ¿habían cambiado realmente las cosas desde el final «oficial» del colonialismo hace medio siglo? Cuando vi la fotografía me vinieron a la mente imágenes de firmas análogas de «acuerdos». Me planteé lo parecida que resultaba esa escena a las de la «apertura del Japón» por la diplomacia de la cañonera del almirante Perry o el final de las guerras del opio o la rendición de los maharajás en la India.

Stiglitz, El malestar en la globalización, Punto de lectura, Barcelona, p 93 y 94.

Textos

Platón, El anillo de Giges

Platón, República, libro II, 359d-360d. Trad. Patricio de Azcárate, ed. Espasa, Madrid, 1999, pp. 101-102.

Schopenhauer, Parerga y Paralipómena

Unos puercoespines se juntaban mucho en una fría noche de invierno para evitar congelarse con el calor mutuo. Pero pronto sintieron las púas, lo que volvió a distanciarlos. Cuando la necesidad de calor los volvió a aproximar, se volvió a repetir el mismo problema, de tal manera que oscilaron entre los dos males hasta que encontraron la distancia adecuada entre ellos en la que mejor podían resistirlo. Así empuja la necesidad de compañía, surgida del vacio y de la monotonía del propio interior, a que se junten los hombres, pero sus muchos atributos repugnantes y errores insoportables vuelven a separarlos. La distancia media que al final encuentran, y en la que pueden durar un estar en compañia, es la cortesía y las buenas costumbres. A aquel que no se atiene a esa distancia se le grita en Inglaterra: «Keep your distance!» Así sólo se satisfará de manera imperfecta la necesidad de calor, pero a cambio no se notarán los pinchazos de las púas. No obstante, quien tenga un calor interior propio prefiere mantenerse alejado de la sociedad para no dar lugar a quejas ni recibirlas.»

II, XXXI, ·#396. pág 1108 Ed Valdemar. 2009 vía

Alain, Spinoza

El hombre racional no se distingue tanto de los otros por su manera de vivir y por sus actos como por su disposición interior. (…) El hombre racional sabrá, pues, exponerse al peligro sin estar guiado por una audacia ciega, y ponerse a resguardo, sin estar guiado por el miedo y hará lo mismo que hacen los hombres pasionales bajo el imperio de la cólera, pero lo hará por amor a la paz pública.

Marbot, Barcelona, 2007, p. 99.

Scott Fitzgerald, El gran Gatsby

En mi primera infancia mi padre me dio un consejo que, desde entonces, no ha cesado de darme vueltas. Cada vez que te sientas inclinado a criticar a alguien -me dijo- ten presente que no todo el mundo ha tenido tus ventajas. No añadió más, pero ambos no hemos sido nunca muy comunicativos dentro de nuestra habitual reserva, por lo cual comprendí que, con sus palabras, quería decir mucho más.

Cuando la gente se une: ¿Qué son los movimientos sociales y políticos?

¿Alguna vez has visto una injusticia y has pensado «esto no puede seguir así»? ¿O te has unido a tus amigos para pedir un cambio en el instituto o en tu barrio? Si es así, ya entiendes la esencia de un movimiento social.

En pocas palabras, un movimiento es un grupo de personas que se organizan y se unen para luchar por un cambio en el que creen. Su objetivo es hacer que su voz se escuche y transformar una parte de la sociedad.

¿Por qué surgen?

Normalmente, los movimientos nacen cuando un grupo de personas siente que:

  • Son ignorados o marginados: Creen que la sociedad no les tiene en cuenta.
  • Sufren una injusticia: Ven que hay una situación (una ley, una costumbre, una crisis) que es claramente injusta.
  • Quieren defender sus derechos: Luchan por conseguir o proteger derechos fundamentales.

¿Cómo actúan? Dos estrategias principales

Aunque el objetivo final es el cambio, los movimientos pueden usar diferentes tácticas. Piensa en ello como dos formas de jugar el partido: desde la calle o desde las instituciones.

  1. Movimientos Sociales (Hacer ruido y crear conciencia): Su principal campo de acción es la sociedad. Buscan abrir los ojos a la gente sobre un problema.
    • Sus herramientas: manifestaciones en la calle, campañas en redes sociales con un hashtag (#), huelgas, documentales, canciones protesta… ¡Todo lo que sirva para que la gente hable del tema! El objetivo es crear una ola de apoyo popular.
  2. Movimientos Políticos (Cambiar las reglas del juego): Se centran en el sistema político. Buscan no solo concienciar, sino cambiar las leyes y las políticas del gobierno.
    • Sus herramientas: formar un partido político, recoger firmas para proponer una ley, buscar que sus miembros sean elegidos en elecciones (alcaldes, diputados…), negociar directamente con los políticos.

Importante: ¡La mayoría de los movimientos son una mezcla de ambos! Empiezan como un movimiento social para ganar visibilidad («hacer ruido») y, con el tiempo, intentan influir en la política para que sus logros sean permanentes («cambiar las reglas»).

El «salón de la fama» de los movimientos

Seguro que muchos de estos te suenan:

  • El Movimiento por los Derechos Civiles: Liderado por figuras como Martin Luther King Jr. y Rosa Parks en EE. UU., luchó para acabar con las leyes de segregación racial.
  • El Movimiento Feminista: Una lucha histórica y global por la igualdad de derechos y oportunidades entre todos los géneros. Oleadas recientes como el #MeToo demuestran que sigue muy vivo.
  • El Movimiento Ecologista: Hoy liderado por jóvenes de tu generación, como Greta Thunberg, exige a los gobiernos acciones urgentes contra el cambio climático.
  • El Movimiento LGTBIQ+: Busca el reconocimiento de derechos, el respeto y el fin de la discriminación para personas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género.
  • El 15-M (los «Indignados») en España: En 2011, miles de personas, sobre todo jóvenes, acamparon en plazas de todo el país para protestar contra la crisis económica y la forma de hacer política.
  • Black Lives Matter (#BLM): Un movimiento global surgido en EE. UU. que denuncia el racismo y la violencia policial contra la comunidad negra, usando masivamente las redes sociales para organizarse.

¿Por qué importa el género? Guía sobre feminismo y perspectiva de género

¿Alguna vez te han dicho que «los chicos no lloran» o que «las chicas no deberían enfadarse»? ¿O te has dado cuenta de que en los libros de historia casi siempre se habla de reyes, científicos y filósofos, pero muy pocas veces de reinas, científicas o filósofas?

Si te has hecho estas preguntas, ya estás empezando a usar una herramienta muy poderosa: la perspectiva de género. El feminismo y la perspectiva de género son dos conceptos clave para entender y luchar contra estas situaciones.

¿Qué es el feminismo? No, no es lo contrario del machismo.

El feminismo es un movimiento social y una forma de pensar que busca la igualdad real de derechos y oportunidades entre todos los géneros. Su objetivo es construir un mundo donde nadie esté en desventaja por ser hombre, mujer, o no identificarse con ninguno de los dos.

En filosofía, el feminismo surgió al darse cuenta de un gran problema: durante siglos, la historia del pensamiento fue contada casi exclusivamente por hombres. Esto hizo que las experiencias, ideas y voces de las mujeres fueran ignoradas o consideradas menos importantes, perpetuando un montón de estereotipos.

La perspectiva de género: Las «gafas» para ver la desigualdad

Imagina que te pones unas gafas especiales que te permiten ver cosas que antes pasaban desapercibidas. La perspectiva de género funciona así. Es una herramienta que nos ayuda a analizar y entender cómo las ideas sobre lo que significa ser «hombre» o «mujer» afectan a nuestra vida.

Para entenderlo, es clave diferenciar dos cosas:

  • Sexo: Se refiere a las características biológicas con las que nacemos (genitales, cromosomas, etc.).
  • Género: Es una construcción social. Son todas las ideas, roles y expectativas que la sociedad nos asigna según nuestro sexo. Por ejemplo: «el rosa es de niñas y el azul de niños», «los hombres deben ser fuertes y proveedores», «las mujeres deben ser sensibles y cuidadoras».

La perspectiva de género nos enseña algo fundamental: estos roles no son «naturales». No nacemos con ellos, sino que los aprendemos de la familia, el colegio, la publicidad, las películas… Y si los hemos aprendido, también podemos cuestionarlos y cambiarlos por otros más justos y libres para todos.

¿Qué han conseguido el feminismo y la perspectiva de género?

Gracias a esta nueva forma de ver el mundo, hemos logrado cosas muy importantes:

  1. Reescribir la historia: Se ha empezado a investigar y dar a conocer a todas las mujeres increíbles (artistas, científicas, pensadoras) que fueron olvidadas o borradas de los libros.
  2. Poner nuevos temas sobre la mesa: Se ha dado importancia a temas que antes se consideraban «privados» o «femeninos» y no se estudiaban, como la importancia del trabajo doméstico, la violencia de género o la ética del cuidado.
  3. Cuestionar prejuicios: Ha puesto en duda muchas ideas que se daban por sentadas y que en realidad eran machistas, permitiendo que tanto hombres como mujeres puedan explorar formas de ser más allá de los estereotipos tradicionales.

Textos

Henry James, Las bostonianas

Era un conservador acendrado, y su mente estaba bien acorazada contra la futilidad de lo que ella predicaba: los derechos y sacrificios de las mujeres, la igualdad de los sexos, el histerismo que alimentaba todos los convencionalismos, la futura necesidad del sufragio, la perspectiva de las madres inscritas en el Senado nacional. Nada de aquello importaba: ella no quería decir eso, ni siquiera sabía qué significaban aquellos términos, todo le había sido dictado por el padre; no tenía mayor o menor intención de decir eso en vez de otra cosa; las necesidades de su naturaleza no se expresaban en la necesidad de conseguir adeptos a una causa, sino de emitir aquellas agradables notas de su voz y efectuar aquellos libres modales juveniles, sacudir su rizada cabellera como una náyade que surge de las olas, encantar a la persona que se encontrara a su lado y ser feliz al encantarla. No sé si Ransom comprendía bien el significado que podía tener una interpretación como la suya, que le atribuía a la señorita Tarrant una vacuidad de carácter especial; él se conformaba con creer que era tan inocente como encantadora, y en considerarla como se considera a una cantante de facultades superiores condenada a cantar mala música. ¡Sin embargo, qué hermosamente hacía sonar aquellas melodías!

Mondadori, 2006.

Avicena. Exposición de la República de Platón

Sin embargo, en estas sociedades nuestras se desconocen las habilidades de las mujeres, porque en ellas sólo se utilizan para la procreación, estando por tanto destinadas al servicio de sus maridos y relegadas al cuidado de la prole, a su educación y crianza. Pero esto inutiliza sus otras posibles actividades. Como en estas comunidades las mujeres no se preparan para ninguna de las virtudes humanas, sucede que muchas veces se asemejan a las plantas en dichas sociedades, representando una carga para los hombres, lo cual es una de las razones de la pobreza de dichas comunidades, en la que llegan a duplicar en número a los varones, mientras que, al mismo tiempo y en tanto carecen de formación, no contribuyen a ninguna otra de las actividades necesarias, excepto en muy pocas, como son el hilar y el tejer, las cuales realizan la mayoría de las veces cuando necesitan fondos para subsistir.

(Tecnos, 2011, p. 59)

Olympe de Gouges, Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana

Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta; por lo menos no le privarás ese derecho. Dime, ¿qué te da imperio soberano para oprimir a mi sexo?. ¿Tu fuerza?. ¿Tus talentos?. Observa al Creador en su sabiduría, observa en toda su grandiosidad esa naturaleza con la cual parece que quieres estar en armonía, y dame, si te atreves, un ejemplo de su imperio tiránico.

Dirígete a los animales, consulta los elementos, estudia las plantas, finalmente echa un vistazo a todas las modificaciones de la materia orgánica, y ríndete a la evidencia cuando yo te ofrezca los medios; busca, prueba, y distingue, si tú puedes, los sexos en la administración de la naturaleza. Allí donde mires los encontrarás mezclados, en todas partes cooperan en armoniosa unión en esta obra maestra inmortal.

El hombre ha levantado sólo sus circunstancias excepcionales desde un principio. Extraño, ciego, hinchado con la ciencia y degenerado -en un siglo de ilustración y sabiduría- en la ignorancia más crasa, él quiere ordenar como un déspota a un sexo que está en la plena posesión de sus facultades intelectuales; él finge para gozar la Revolución y reclamar sus derechos a la igualdad sin decir nada más acerca de ello…

Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana

Declaración de la Convención de Séneca Falls

Consideramos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres y mujeres son creados iguales; que están dotados por el creador de ciertos derechos inalienables, entre los que figuran la vida, la libertad y la persecución de la libertad (…) la igualdad de los derechos humanos es consecuencia del hecho de que toda la raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad. (…) En consecuencia: Decidimos que todas aquellas leyes que sean conflictivas en alguna manera a la verdadera y sustancial felicidad de la mujer son contrarias al gran precepto de la naturaleza y no tienen validez, pues este precepto tiene primacía sobre cualquier otro…

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