Recibo el siguiente email de mi amigo Manolo, profesor en un instituto de Nebraska, con quien compartí muy buenos momentos durante los dos años que trabajé por allí:
Muy buenasOs escribo desde el correo del cole. Acabode ver en las noticias lo del tiroteo enNebraska. Ha sido en Omaha, y no paran dehablar de ello en la tele. Un zumbao se haliado a tiros en un centro comercialy se ha cargado a 9 (por ahora). A mime pilla a media hora del trabajoy a casi una hora de casa, pero muchosfines de semana he estado por allide compras o cenando.Un abrazo a todos y seguimos en contactoManolo
He estado en ese centro comercial y se me hiela la sangre al imaginarme al energúmeno apuntando con su rifle a gente indefensa. Pero lo más inquietante, exasperante e indignante es su nota de despedida de este mundo:
«todo el mundo me recordará como un monstruo, entended que no quiero ser una carga» y añade, refiriéndose a sus víctimas, que «sólo quiero llevarme unos cuantos trozos de mierda conmigo».
¿Puede el sistema educativo enderezar a este tipo de trastornados? ¿Pasaría lo mismo en España si fuera más fácil hacerse con un arma?
Mi buen amigo Mr Norman me dice lo siguiente:
He killed 8 people and wonded several others. It made national news and the papers have been full of information about it. Really a bad thing. The store where it happened isn’t open yet and they aren’t sure when they will open. It is a big department store in the West Roads Mall.
Ha matado a 8 personas y herido a otras tantas. Ha sido portada nacional y los periódicos han dado muchísima información al respecto. Ha sido realmente malo. La tienda donde sucedió no ha abierto todavía y no se sabe cuando lo hará. Es un gran almacén del centro comercial de West Roads
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