Si en España los profesores contamos entre nuestros alumnos autóctonos con un creciente número de, entre otros, marroquíes, subsaharianos, peruanos, colombianos y rumanos, en Chequia los alumnos inmigrantes son mayoritariamente de Vietnam.
Conociendo el pasado comunista de la República Checa es fácil entender que se crearan vínculos afectivos e intercambios entre los países afines a la Unión Soviética, por lo que este país acogió a numerosos vietnamitas que llegaban huyendo de su guerra contra Estados Unidos. Mayoritariamente se dedican al comercio de ropa en «mercadillos» y a la venta de comida rápida en lugares muy transitados por personas; tienen fama de honrados y buena gente. Los hijos de esta generación del fatídico enfrentamiento de los años setenta hoy van a los institutos.
Hay un grupo que es despreciado por los checos, sin pudor alguno en reconocerlo, y ese es el colectivo gitano; viven en guetos a donde recomiendan no acercarse. Si por ellos fuera los echarían del país, de hecho les pagan los billetes de avión para que se vayan (recuerda a lo que hacen los socialistas con los inmigrantes en España, ahora que vienen tiempos de crisis, ¿verdad?).
Los ucranianos, en general, pasan desapercibidos porque, me dicen, suelen dedicarse a la albañilería y al bar, a lo cual dedican casi todas las horas del día (suena «politicamente incorrecto», pero el dato cultural importante no es que los ucranianos sean así, sino que muchos checos les perciben de este modo). Kazacos y croatas vienen masivamente también a este país incentivados por el gobierno checo que los contrata en origen; no en vano Chequia es el país más rico de Europa del Este. El eslovaco, por proximidad geográfica, cultural e histórica, también es un pueblo muy representado en Chequia, así como los árabes, quienes se han hecho con el negocio de las oficinas de cambio de divisas.
Apenas hay africanos, al menos yo no los veo, pero sí que existen numerosos jóvenes de toda la geografía occidental que pasan por Brno, donde existe una de las estaciones de tren con más solera y tradición del mundo desde la que se puede viajar a Europa. Estos extranjeros son los más queridos pues el turismo cultural es uno de los principales motores económicos de este bello país.
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