Ayer visitaron nuestra clase miembros de la Embajada de Cuba en Praga y del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Lamentablemente sólo nos acompañaron siete minutos, tiempo que dedicaron a hablar de los logros del régimen castrista y a responder a la pregunta de mi alumna Anna: «¿por qué hay tanta policía en La Habana?».
Sería necesario que vinieran en otra ocasión, con más tiempo, para explicarnos de primera mano las contradicciones del régimen y para enfrentarse a las numerosas preguntas que se plantean mis alumnos, la mayoría de los cuales desprecia el comunismo porque sus familiares lo tuvieron que sufrir en carne propia. Lo ideal sería organizar un debate en mi clase entre castristas y disidentes cubanos, quizá me anime a organizarlo.
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