Categorías
Filosofía

Frustremos de forma controlada

El oficio de educar consiste, entre otros asuntos, en enseñar a domesticar las frustraciones con entereza y afrontar el futuro con un razonable optimismo sin caer en el exceso de esperanzas. Ya lo decía Séneca.

Si los profesores no prestamos atención a «educar en la frustración» estaremos creando iracundas masas robóticas, consumidoras de noticias que manipulen sus pasiones más dañinas que acabarán elevando al poder a algún «contenedor emocional» o «estrella mediático-mediocre» cuyas únicas virtudes serán la estética y la capacidad de enojar al populacho frente a enemigos inexistentes.

Lo demás de la educación -vg. la matemática, la lengua, la historia y la filosofía- es secundario, no es más que un medio para frustrar de forma controlada en el laboratorio de la vida que es el instituto. A asumir las frustraciones se aprende sufriendo muchas frustraciones; creo, por tanto, que las asignaturas cumplen un excelente papel en el camino preparatorio para la vida, no por su contenido sino por su capacidad de frustrar.

Por Rafael Robles

Me llamo Rafael Robles y en esta web comparto mis experiencias docentes en varios países (Irán, República Dominicana, Haití, China, Estados Unidos, España y República Checa) y reflexiones sobre filosofía y el mundo educativo.

4 respuestas a «Frustremos de forma controlada»

Totalmente de acuerdo, pero destacaría el «controladas». Algunos profesores sostienen que «ya se la pegará y se dará cuenta» con asuntos graves como dejar la escuela y similares, que van más allá de la frustración educativa, la que sirve para aceptar los propios límites, conocerse, esforzarse y aprender

Qué sorpresa leer tu entrada justo dos minutos después de escribir una sobre el tema de la educación. Se ve que el curso ya pesa…
Totalmente de acuerdo: en educación hay que ser un poco freudianos y recordar que madurar consiste en darnos cuenta una y otra vez de que la realidad no está hecha para satisfacer nuestro deseo, sino para contradecirlo. Y tenemos que aprender a vivir con eso. Se podría definir así la educación: «aprender a respetar la realidad».

Frustremos de forma controlada…

Educar consiste tamén en ensinar a domesticar as frustracións con enteireza e afrontar o futuro cun razoable optimismo sen caer no exceso de esperanzas. Se os mestres non atendemos a ‘educar na frustración’ estaremos creando iracundas masas robóticas…

Deja una respuesta