La filosofía es cosa de niños y por ello hay que practicarla desde la escuela infantil. El trabajo de Ellen Duthie, con trabajos extraordinarios como Pellízcame y la obra que ahora les presentamos, hace que sea más fácil ponerse a filosofar con jóvenes; la filosofía fortalece la sociedad por ello no debe tomarse como un capricho elitista o un divertimento más. Los niños son filósofos y, por tanto, necesitan filosofar. Este libro, leído por ellos, entre ellos o a ellos, pondrá las bases para que se aficionen al más difícil arte de todos: el arte de preguntar.
De hecho preguntario se puede usar como «libro de texto» en los cursos de secundaria y primaria de Valorés éticos (nombre que disfraza lo que realmente es esa asignatura: ¡Filosofía! ¿Hay alguien ahí? ayuda a diseñar clases basadas simplemente en preguntar, en plantear planes de diálogo y en disfrutar aprendiendo en la comunidad de investigación que debe constituirse el aula.


Les dejo con un divertido reportaje sobre eeste preguntario interplanetario.
Deja una respuesta