Hace unos meses en Madrid se prohibió el trabajo de «hombre-anuncio» porque creo que dijo el alcalde que era un oficio indigno. Veo que en Brno es bastante habitual que los jóvenes ganen un poco de dinero con esta labor, soportando estoicamente la lluvia, el frío y el desdén de algunos transeúntes. Me parece más admirable y digna la «ilegal» joven mujer-anuncio de la imagen de arriba que el legal joven hombre-anuncio de abajo.

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