Memoria histórica checa

Exposición las caras del poder en Brno 5

Hay en namesti Svobody, la céntrica plaza de la libertad de Brno donde se sitúa una curiosa columna de estilo barroco dedicada a la peste, la exposición itinerante titulada «La caras del poder« en la que se muestran fotografías y biografías de los espías del regimen comunista que ayudaron a reprimir al pueblo checoslovaco sin miramientos. Muchos de estos siguen vivos (porque el régimen soviético se difuminó hace solo 19 años) y a buen seguro que estarán exiliados para evitar el escarnio público.

¿Se imaginan ustedes una exposición oficial itinerante por España sobre los protagonistas más violentos -de un bando y del otro- antes y después de la Guerra Civil? Miedo me da hasta plantearlo en este humilde blog. Las miradas de desprecio que muestran los checos ante las imágenes de sus compatriotas agentes secretos comunistas nos parecerían de amabilidad suma comparadas con las trifulcas que se originarían en España.

Miren ustedes a los ojos de Jaroslav Daniel hoy, si no muerto, probablemente un apacible anciano; las Naciones Unidas le condenaron a cinco años de cárcel. En su mirada es difícil apreciar la maldad que le llevó a ejercer una terrorífica brutalidad con los prisioneros cuando fue guardián de la cárcel entre 1948 y 1967.

Jaroslav Daniel en la Exposición las caras del poder en Brno


Comentarios

2 respuestas a «Memoria histórica checa»

  1. Avatar de Chevalier A. Dupin
    Chevalier A. Dupin

    Cómo se nota que lleva usted un montón de tiempo fuera y vive feliz. Aquí no daría tiempo ni a montarse un follón, estábamos todos pegándonos tiros.
    Cuanta cultura falta, cuantos libros hay sin leer, cuanta música no se ha escuchado en España. Qué poco llevamos viajado en comparación con nuestros vecinos.

  2. […] Ante tamaño despropósito los sindicatos de profesores son incapaces de movilizar a sus bases para reclamar un trato respetuoso por parte de las administraciones. A la comunidad educativa checa le falta unidad de acción y desprenderse definitivamente de la inercia del miedo que instituyó el régimen anterior. […]

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