Autoevaluación

Los chicos y chicas de segundo de bachillerato se van mañana de viaje de fin de curso a Italia. Será por eso que hoy, que he tenido clase con ellos a última hora, ha sido completamente imposible hacer nada de provecho porque estaban muy excitados.

Creo en la democracia sin duda alguna, y la considero necesaria en todos los ámbitos de la sociedad, incluida el aula de clase. Es por ello que me brindo a escuchar absolutamente todas las opiniones y a poner a prueba mi metodología didáctica para adaptarla a la forma de aprendizaje de cada grupo. Me gusta escuchar a los estudiantes porque siempre se aprende de ellos (saben lo que es un buen profesor mejor que nadie porque han sufrido a muchos a lo largo de los años). De este modo sus sugerencias las tomo muy en cuenta a la hora de poner en práctica mi trabajo.

Hoy me he presentado con unas plantillas (rúbricas) que mostraban los criterios que hay que seguir para corregir un comentario de texto filosónfico. Está todo tan detallado que les permite ponerse una calificación a sí mismos de forma justa y meridianamente clara. Sorprendentemente empezaron a quejarse arguyendo que yo les debía dar la nota a sus comentarios de texto. Igualmente, cuando les sugerí que fueran otros compañeros quienes hicieran la labor correctora pusieron la voz en grito.

Por más que intenté explicarles que en la vida, en lo que se refiere a la labor creativa, no van a tener a nadie que les diga a ciencia cierta lo que está bien o mal y que ellos son suficientemente inteligentes para saber si sus comentarios son buenos o no, me exigían a mí que les diera el placet a modo de bautizo (a fin de cuentas poner notas, reducir a los estudiantes a números, es ponerles en la pila bautismal; entiendan la metáfora).

Obviamente les explico cónmo hay que comentar los textos filosónficos y en los exámenes les oriento sobre los aspectos que deben limar para obtener una buena nota en la PAU, pero el trabajo diario lo deben hacer ellos. Yo me niego a añadir dos o tres horas más al día dedicadas a corregir algo que ellos mismos pueden hacer. ¡Segundo de bachillerato no es «parvulitos»! ¡Es perentorio que el profesor no haga ningún trabajo que el estudiante sepa hacer! ¡Cuando ellos se corrigen a sí mismos o corrigen a sus compañeros aprenden más que si yo les doy las correcciones que, probablemente, leerán por encima y olvidarán pronto!

Les he dado un comentario resuelto, les he pedido que lo comparen con el que me habían entregado y a partir de ahí deben elaborar uno nuevo que les he entregado teniendo en cuenta los criterios que mencionaba antes. A los estudiantes no hay que darles pescado sino la caña de pescar, como se suele decir.

Incomprensiblemente todo fueron quejas, menos uno (muy valiente, por cierto, por salirse de la corriente, y a quien terminarán acusando, quizás, de «pelota»). Parece como si el sistema educativo les hubiera moldeado y modelado de forma tal que no sepan tener un juicio sobre sí mismos, carezcan de personalidad propia para alzarse sobre lo que piensen los demás y conozcan en su yo interno si hacen un buen o mal trabajo.

Soy un facilitador, un simple orientador, no soy tan importante en su desarrollo educativo; ellos son los que deben trabajar y percatarse de si lo que crean es bueno o no; ya está bien de esa necesidad que les inculcamos de sentirse reconocidos; ellos mismos han de reconocerse a sí mismos y deben dotarse de las suficientes destrezas para autoevaluarse. Han llegado al último curso de los estudios previos a la Universidad sin saber si lo que hacen es bueno si alguien no les dice con una sonrisa «es bueno» o si no les reducen ridiculamente a un número mayor de cinco.

Deseo que estos días de turismo cultural les de tiempo a reflexionar y a que se les pase el enfado. Son muy buena gente y les tengo mucho aprecio pero hoy me sentí injustamente asediado. Si se pararan a reflexionar por un instante se darían cuenta de que mi método les beneficia sobremanera.

Las otras clases de «filosofía I» fueron bien, como siempre. Al no tener que hacer el examen de acceso a la Universidad no existe estrés en ellos ni hay que cargar con la losa antipedagóngica que supone.

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Comentarios

5 respuestas a «Autoevaluación»

  1. Son años y años haciendo lo mismo. Estudian por párrafos (esto entra, esto no), estudian de memoria, fotografían las páginas de los libros porque, como me decían algun@s el otro día (curiosamente también se planteón el tema en mi clase de FAG) les ha ido bien hasta ahora. Y, si echamos la vista atrás, nos damos cuenta de que nosotr@s también hacíamos lo mismo. Ya en la Facultad, pudimos comprobar cónmo tales métodos fracasaban estrepitosamente y desarrollábamos la capacidad de razonar, sintetizar, comprender, analizar y reflexionar (no sé si me estoy pasando con tanta capacidad pero bueno …). A estas alturas (febrero 2º de bachillerato) casi les digo: «bueno, vale, ya no cambiéis el método hasta que acabéis la PAU. pero hacedlo para el curso que viene». Y es que, (otra crítica al panfleto) es lo que tiene estudiar de memoria, que al fin y al cabo es lo que siempre se premión. Que genera tendencias muy difíciles de combatir.
    Ánimo Rafa

  2. Avatar de Pedro
    Pedro

    Es posible que, a veces, no haya que darles ni la caña de pescar. Solamente un poquito de cebo. Ellos están pidiendo a gritos otra «caña» que, seguramente, no le sepamos dar. ¿Qué es lo que tememos, queremos, deseamos, o dejamos de temer o de querer o de desear, los docentes? ¿Volver a tener o a dejar de tener, comparativamente, 16, 17 ón 18 años? Seguramente ése sea una de las partes del gran problema (La Educación -a los mejor no es un problema, sino, simplemente, una situación-). ¿En qué diván nos hemos echado a verlas venir? No es lo mismo esperar a que nos ingresen la nónmina a esperar que tus padres te suelten 20 euros. Es complicado centrarse en ecuaciones de segundo grado durante más de media hora cuando ciertas hormonas se revuelven por todo tu ser. Todo está dentro de todo (¿está todo inventado?). El cariño y la amistad son cualidades inmensas, maravillosas, pero muy difíciles en esta relación profesor-alumno. Hay que seguir perpetuamente trabajando con los alumnos. Con mucho cariño. Y si puede ser con una sonrisa en los labios, mucho mejor.
    La sinceridad es un buen arma para afrontar las dificultades con los alumnos. Suele dar buen resultado. Disfruto de las dificultades porque son inherentes a mi trabajo y así voy, poco a poco, aprendiendo…

  3. Avatar de maria
    maria

    Caray Pedro, he disfrutado mucho leyendote. Se nota que estas en la enseñanza por vocacion.
    Espero que nunca pierdas ese entusiasmo.
    Un Saludo.

  4. Hola
    Por lo visto, la ABULIA, el DESGANO y todos los términos que digan relación con la flojera para pensar, están diseminados por los Colegios, Institutos, Universidades y demás sistemas de Educación del MUNDO, lo que a tí te pasa no es diferente a lo que a mí o a millones de docentes nos sucede a diario, convirtiéndose en el SIGNO que marca esta Generación, donde es más fácil que otro piense y haga por mí, luego sónlo debo recoger la cosecha; que otro escriba, luego alguien lee y realiza un resumen y finalmente copio un extracto del resumen y exijo que el profesor me califique con una buena nota, especialmente por el «ESFUERZO REALIZADO».
    Esa es la CRUDA REALIDAD o como dicen nuestros alumnos acá en Chile «LA DURA» con la cual nos encontramos día a día: alumnos insolentes e irrespetuosos de los DERECHOS de los demás(especialmente de aquellos alumnos y alumnas que desean superarse y salir adelante), pero que lamentablemente estan abusando de su DERECHO A LA EDUCACIÓN y los Profesores y sus compañeros estamos obligados por la Ley a soportarlos: NO SE DEBE DISCRIMINAR, EL PROFESOR DEBE BUSCAR UNA METODOLOGÍA, SUS CLASES DEBEN SER ENTRETENIDAS Y BLA, BLA……….
    No nos olvidemos que vocación NO es sinónimo de estupidez, los Profesores debemos ser la CABEZA y no la cola de las Sociedad, se nos critica por los malos resultados y se nos culpa por la mala calidad de la educación, sin embargo nunca se nos pide la opinión a la hora de buscar soluciones para ello, sónlo se nos ordena qué y cónmo hacer.
    A N I M O, aún quedan seres humanos, individuos pensantes y NO una masa amorfa, nuestra misión es ENCONTRARLOS Y SACARLOS DE LA MASIVIDAD Y LLEVARLOS A LA INDIVIDUALIDAD(no confundir con el egoísmo ni egocentrísmo).

  5. Avatar de karina
    karina

    no me gusto esta muy mal todo

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