Hoy ha habido elecciones en la región de Moravia y mi instituto se ha convertido en un centro electoral. Dado que no había espacio para impartir clase hemos llevado a los alumnos al cine para ver la película Bathory, una coproducción checo-eslovaca de gran presupuesto, dirigida por Juraj Jakubisko y protagonizada por su mujer, Anna Friel.
Cuenta la historia de Erzsébet Bathory, la condesa sangrienta. Parece que el revisionismo histórico también ha llegado al este de Europa y transmite la figura de una de las peores asesinas de todos los tiempos como si no fuera tan mala, tan solo una víctima de los hombres y de la historia, que exageró su crueldad. ¿Quién se va a creer que mataba a las mujeres solo para bañarse en su sangre y, de este modo, permanecer eternamente joven?
Si esta película la hubiéramos mostrado en España algunos padres se habrían quejado a la dirección porque había escenas de sexo explícito y mucha, mucha violencia. Creo que a los checos no les gusta en absoluto por lo que, a pesar del enorme dinero invertido en su producción, no se están llenando las salas. Quizá sea por el precio, ya que una entrada cuesta 160 coronas (unos 7 euros).
Los chicos se comportaron como en España: cuchicheaban, salían al servicio, se reían… La única diferencia es que al final aplaudieron, no se si de broma o porque es costumbre en este país, ¿alguien me lo podría decir? Les dejo con un interesante trailer de 10 minutos en inglés:
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