¿Cómo se aprehenden retazos del alma de los estudiantes -en conjunto- de un curso, de un instituto, de una ciudad y de un país? Para poder ejercer mi labor docente necesito conocer y adentrarme un mínimo en algunos de sus entresijos grupales espirituales y emocionales. Creo que uno de los retos del docente es captar el alma conjunta del grupo de jóvenes con el que se trabaja.
Cada vez que llego a un nuevo país tardo un tiempo en captar destellos de su psique que me permitan conectar con los estudiantes más allá de la mera dialéctica tradicional profesor-alumno, generalmente fría y superficial. A veces confundo los destellos y se nota la ausencia de flujo en la clase. Lo mismo sucede con cada nueva ciudad, con el instituto al que llego por primera vez, con el grupo de clase con el que hay que partir de cero. Todos ellos son dueños de sus respectivas y diferenciadas almas colectivas a las que hay que adaptarse y es perentorio entender.
Cuando soy capaz de captar atisbos de su interior todo funciona, la enseñanza y el aprendizaje fluyen; mientras tanto hay que seguir explorando con paciencia y con mucho optimismo.
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