Al parecer judíos y católicos han vuelto a enfriar sus relaciones debido a que el papa Benedicto XVI permite a un obispo lefebvriano reinsertarse en la Iglesia de Roma a pesar de negar la existencia del holocausto judío.
Sabrán ustedes disculpar que tropiece con la falacia tu quoque -¡tú también!- para mostrar mi perplejidad: El Estado judío de Israel es también el inquietante negacionista del primer gran holocausto del siglo XX; sus diplomáticos deberían mostrarse pudorosos cuando van por los foros del mundo hablando de millones de judíos exterminados y, a la par, negando la existencia de un millón y medio de armenios inocentes asesinados por parte de Turquía en su delirio nacionalista. En Francia es un delito negarlo.
El genocidio armenio existió pero Israel no lo reconoce para que sus aviones de combate cuenten con el permiso de las autoridades turcas, desde febrero de 1996, para volar dentro de sus fronteras durante las prácticas militares, dado que el espacio aéreo israelí es muy limitado. De este modo maquiavélico los dirigentes israelíes se tragan imperturbables su honor ensuciando la memoria de los muertos. Lo paradójico es que legitimen la existencia del Estado de Israel basándose en su deseo de prevenir otra Shoah. Vuelve a triunfar la doble moral.
Para mayor escarnio, ni España ni la República Checa lo han reconocido tampoco. ¿A qué intereses obedecerá? ¿Alguien querría explicármelo?
Les dejo con la primera parte de El destino de Nunik, la película que trata la infame tropelía; llegó a las salas de cine a pesar de los intentos de Turquía de censurarla. ¿Así desean entrar en la Unión Europea?
ACTUALIZACIÓN 31 DE MAYO DE 2010
Turquía ya no permite al ejército israelí sobrevolar su espacio aéreo. ¿Reconocerá ahora Israel el holocausto armenio? Sería moralmente lamentable que haya tenido que suceder esta matanza para reconocerlo.
ACTUALIZACIÓN 24 DE AGOSTO DE 2011
Un documento publicado por Wikileaks: OBAMA DIDN’T SAY ‘GENOCIDE’… IN ENGLISH
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