En la frontera entre la República Checa y Polonia unos jóvenes guardianes retuvieron durante cuarenta minutos el autobús en el que viajábamos porque había dos pasajeros de nacionalidad mexicana. Algún día un buen periodista de investigación nos explicará a qué razones obedeció el circo de la gripe porcina, como ya nos han explicado la manipulación de la gripe asiática o de las «vacas locas».
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