Comparto con ustedes un par de párrafos del nuevo artículo de opinión en MiCiudadReal «No lamente, ¡condene!«:
Sigo aturdido con la cara de incredulidad que involuntariamente se le dibuja a uno cuando piensa “¿realmente he oído lo que he oído?” desde que escuché el otro día a la ministra de trabajo, la inefable Fátima Báñez. Decía la susodicha que lamentaba lamuerte de Amaya Egaña, la mujer de Barakaldo que se quitó la vida cuando iba a ser desahuciada. Una inevitable asociación de ideas me trajo a la memoria a la izquierda abertzale que se niega a condenar los asesinatos de ETA limitándose alamentarlos. (…)
En el sistema educativo castellano-manchego sucede algo parecido. La Consejería de Educación culpa a otros de verse obligada a esquilmar los centros educativos, y esos otros culpan a los de más allá eludiendo responsabilidades ad nauseam en un desalmado ejercicio de encadenadas prosquinesis entre politicastros que prefieren verse humillados para mantener su statu quo en vez de erigirse en referentes morales defensores de la educación y de la ciudadanía. ¡No hay servilismo más vergonzoso que el voluntario! SEGUIR LEYENDO
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